El Club Cordillera celebra sus bodas de oro con un año lleno de eventos deportivos

Emplazado en el corazón de la Huerta de Murcia, entre bancales de limoneros y terrenos arados en caballones, un oasis polideportivo descansa bajo la atenta mirada de la Cresta del Gallo. En la periferia de la capital están de cumpleaños; el mítico Club Cordillera celebra el 50 aniversario de su fundación.

Nacido en 1975 como un espacio dedicado al esparcimiento deportivo y social para las familias murcianas, el Cordillera se ha convertido en uno de los clubes deportivos más longevos de toda la Región de Murcia, dando cabida a miles de deportistas de todas las edades en multitud de disciplinas.

El 50 cumpleaños del Cordillera coincide con el momento de mayor vitalidad en la dilatada trayectoria del club, que vive sus máximos históricos en número de socios. Doble motivo por el que, desde el comité ejecutivo, ya preparan una serie de eventos para conmemorar toda una vida de formación y competición.

Excursiones familiares con las que combinar ocio y deporte, competiciones a nivel nacional e internacional, exhibiciones de atletas y equipos o conferencias de voces autorizadas son solo algunas de las actividades especiales que acogerán las vastas instalaciones del centro polideportivo ubicado en Los Garres.

Las instalaciones permanecieron cerradas durante tres semanas el pasado verano, debido a unas deficiencias relacionadas con el sistema eléctrico y a problemas relacionados con la evacuación en caso de incendio. Pero esas deficiencias se subsanaron en julio y el Cordillera late hoy con más fuerza que nunca.

En sus instalaciones, una variada vegetación abraza los cerca de 50.000 m2 que engloban las distintas disciplinas deportivas del Club Cordillera. En un recorrido circular, alrededor del campo de fútbol de césped natural que actúa como epicentro histórico del club, las facilidades se saltean a cada lado del plano donde el color naranja de la escuela resalta entre los cientos de usuarios que practican deporte cada tarde en unas instalaciones ideales.

LA VERDAD visitó el club este jueves. Las diez pistas de pádel -once si tenemos en cuenta el partido improvisado por dos chavales que esperan su turno-, escoltan el edificio principal a mano derecha. En su interior, sala de musculación, peso libre, cardio, fitness y pista de squash como antesala al pasillo interior que culmina en una piscina climatizada, rodeada por el jacuzzi y la sauna.

Desde la terraza de la cafetería, junto a un olor que recuerda la hora de la merienda, se observan las seis pistas duras ocupadas por la escuela de tenis, donde algún preparador hace acopio de paciencia con las filas de los más pequeños. En la pista anexa, el revés de un alevín sorprende a propios y extraños. Las tres piscinas exteriores aguardan el buen tiempo junto a la pista de fútbol sala, que encuentra su réplica en el pabellón colindante con las cuatro pistas de tierra batida, donde un padre pelotea con su hijo y un par de amigos.

Frontón, hapkido, patinaje o gimnasia rítmica completan los deportes que se practican en el Club Cordillera, cuyos socios pueden disfrutar de forma recreativa, en ligas sociales, o en competiciones regionales o nacionales. Una vasta oferta con unas instalaciones preparadas de lleno para vivir un año para el recuerdo.

El Club Cordillera, esa humilde idea que se plantó hace 50 años sobre un terreno de huerta que apenas contaba con un pozo y una caseta de aperos, ha crecido frondoso hasta nuestros días para cobijar bajo su sombra la práctica deportiva de cientos de familias murcianas a diario. Una suerte de jardín urbano que ha traído torneos de múltiples disciplinas hasta el corazón de la Huerta de Murcia, a los pies de la Cresta del Gallo, y que este año se permitirá celebrar medio siglo de vida.