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El murciano Francisco Antonio Pérez Menchón (41 años, cumple 42 el próximo 10 de noviembre) es todo un ejemplo de superación. La vida lo puso a prueba al llegar al mundo tras un embarazo de siete meses. La falta de oxígeno que le produjo ser un bebé prematuro le provocó una parálisis cerebral. Pese a esta discapacidad, Superpaco, como es conocido, decidió que su límite era cosa suya y no de ningún impedimento que se le pusiera por delante.
Esta noche corre la popular carrera nocturna de Toledo, una prueba deportiva ya consolidada en el calendario nacional, que se disputa en un escaparate único. Su carácter solidario, el encanto de su casco histórico declarado Patrimonio de la Humanidad y la singularidad de ser nocturna hacen que su atractivo sea cada año mayor.
Llega a Toledo bien preparado tras sus sesiones en el gimnasio y sus entrenamientos en Murcia. Su objetivo es acabar los ocho kilómetros y medio del exigente recorrido toledano con un objetivo: volver a bajar de las dos horas. Lo consiguió en 2022 y ahora regresa con más gana después de que no pudiese participar el pasado año, ya que su acompañante, José Arturo Pineda, se lesionó. La Nocturna de Toledo y la Total Energy de Murcia son sus carreras favoritas.
Cada año, son más atletas llegados desde cualquier punto de España para disputar esta prueba. En esta edición el gran protagonista será el Hospital Nacional de Parapléjicos que cumple 50 años. Se trata de un motivo más para salir a correr. «Por supuesto que es un motivo más, para que la gente se anime y vea que hasta cuando se tiene un accidente de tráfico se puede salir adelante y dedicarte a hacer deporte. Lo importante es tener siempre la mente fuerte y que nadie te diga que no puedes hacer una cosa», dice Francisco Antonio, quien añade que «los límites se los pone cada uno. La carrera de Toledo es muy bonita, merece la pena simplemente por el sitio por el que transcurre, que es el casco antiguo de Toledo, por una ciudad tan bonita, por el cariño que te da la gente. Hablo en mi caso en particular».
Superpaco irá esta noche cogido del brazo de Salvador Hernández Liza, con quien hará todo el trayecto, más duro para él, que arrastra los pies debido a su parálisis cerebral. Amigos desde el instituto, vio que Salva no participaba en carreras y contactó con él: «Le conté que no tenía acompañante y se ofreció a venir conmigo a Toledo», ciudad en la que vivió un año en la capital de Castilla-La Mancha porque su madre estuvo ingresada en el Hospital Nacional de Parapléjicos al quedarse parapléjica.
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