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Baloncesto

El base catalán Javier Balastegui llega al Odilo con una «ilusión gigantesca»

Salva Castiñeyras

Viernes, 7 de marzo 2025, 00:45

La grave lesión de Alberto Cabrera ha obligado al Odilo FC Cartagena CB a moverse con rapidez para reforzar la posición de base. La solución llegó en la figura de Javier Balastegui, catalán de 27 años y procedente de Tercera FEB, donde militaba hasta ahora. Su fichaje supone su primera experiencia en Primera FEB y un reto que asume con enorme entusiasmo. «Con mucha ilusión. Al final es algo por lo que he trabajado durante cuatro o cinco años seguidos para intentar subir. Me ha llegado ahora y creo que no podía desaprovechar esta oportunidad», afirmó el nuevo fichaje albinegro en su presentación, acompañado por el director deportivo Pepe García, el presidente David Ayala y Jordi Juste, su gran valedor.

Sin experiencia en la categoría, Balastegui ha pasado por clubes de LEB Plata como L'Hospitalet, Pardinyes, Algeciras o Navarra. Precisamente en este último coincidió con Jordi Juste, quien ha sido clave en su llegada a Cartagena. «El fichaje es de Jordi. Es el que me llama, me comenta la situación que tiene el club... Fue todo muy personal, muy fácil y bastante rápido, la verdad. Me quedé en shock», confesó el base, que tampoco es un desconocido para algunos de sus nuevos compañeros. «Me han dicho que Stephen [Ugochukwu] se alegró mucho cuando le dijeron que venía y cuando lo vi también estaba muy contento», comentó sobre la bienvenida que le han dado en el vestuario.

A pesar de haber recibido a principios de temporada varias ofertas de equipos con proyectos ambiciosos en la antigua LEB Plata, el catalán optó por una vía más estable: «Fue una decisión personal», explicó. Su elección lo llevó al Valle de Egüés de Navarra, donde además de jugador ejercía como coordinador de cantera. «Me estaba tomando el baloncesto como otra cosa. Entonces, en cuanto tuve esa llamada fue como una ilusión gigantesca. Es una categoría que nunca he jugado, que siempre ha sido mi objetivo», añadió con sinceridad. «Me quedé en blanco. No sabía qué contestarle. Estuve pensando durante dos horas qué hacer», reveló sobre su decisión de aceptar el reto en Cartagena.

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