Víctor Acebo corta tres orejas en La Palma

La tarde del domingo de Resurrección anunciaba una novillada con picadores en la diputación cartagenera de La Palma, con dos novilleros, el sevillano Diego Bastos y el pachequero Víctor Acebo, y la rejoneadora Rocío Arrogante.

Se lidiaron cinco novillos de la ganadería Hermanos Segura, de Linares (Jaén), uno de ellos para rejones, lidiado en tercer lugar. Se le dio la vuelta al ruedo al cuarto. Encierro terciado y de buen juego los lidiados a pie.

El triunfador del festejo fue el novillero de Torre Pacheco, Víctor Acebo, que toreaba su primera novillada de la temporada. Paseó las dos orejas de su primer novillo, al que le ligó las tandas por ambas pitones. Alegró la faena en su final con molinetes y la estocada, en lo alto tuvo premio. Pudo pasear otras dos orejas del novillo que cerró la novillada, pero lo evitó la espada. Obtuvo un trofeo por una faena bien planteada, en la que el de Pachecho mostró mucha actitud y dejó muletazos de muy buen trazo. Tiró bien del novillo por ambos pitones después de un comienzo de faena de rodillas, y cerró el trasteo por bernadinas. Buen arranque para un novillero al que se le ve evolución.

Abrió plaza Diego Bustos, un novillero sevillano que torea con mucho gusto y despaciosidad. No pudo pasear nada de su primer oponente, muy parado. Pinchó, escuchó un aviso y su actuación quedó en silencio. La actuación ante el cuarto de la tarde tuvo más fuste y ya se vio la calidad del novillo desde los primeros lances de capa, con Bustos toreando con buen aire por verónicas, rematadas con una gran media. Con la muleta hizo la faena descalzo. Se acopló a la velocidad del novillo y toreó muy despacio al natural. Toreo bueno que remató de un espadazo al segundo intento y que le valió el doble trofeo y la salida a hombros. Bustos compartió la vuelta al ruedo con el mayoral de Hermanos Segura.

En tercer lugar actuó la joven rejoneadora Rocío Arrogante. La toledana colocó dos rejones de castigo, lo que no ayudó al novillo. Arrogante mostró buena doma en sus caballos y realizó una faena solvente frente a un astado que buscó las querencias. Tras el rejón final paseó dos orejas.

Al final del festejo, los dos novilleros y la rejoneadora salieron a hombros.

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