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El arte español brilla en Tefaf, la feria de arte, antigüedades y diseño más importante del mundo. Abre sus puertas en Maastricht con un enorme cuadro de Picasso valorado en más de cincuenta millones de euros, otro de Velázquez de precio no revelado y un Goya de 'solo' 5,5 millones. Son, junto a varios óleos de Ribera, algunas de las joyas de The European Fine Art Foundation, feria de las vanidades artísticas que reúne hasta el 20 de marzo en la ciudad neerlandesa un cúmulo insólito de piezas formidable. Tiziano, Van Gogh, Gauguin, Monet, De Kooning, Magritte, Miró, Chillida y un inacabable etcétera se ofrecen en un mercado sin el menor síntoma de debilidad en el que el arte español planta una brillante plica.
Hay pinturas, esculturas, muebles, joyas, armaduras medievales, libros, instrumentos musicales, o tapices. Una oferta que cubre siete mil años, desde el mundo antiguo a lo contemporáneo. En sus lujosos pabellones de mullida moqueta y plagados de flores naturales se dan cita los mejores marchantes del mundo con potentados coleccionistas, capaces de extender cheques con muchos ceros por piezas exquisitas. Unos compradores que viven en una burbuja, al margen de la convulsa geopolítica, las guerras arancelarias y las caídas bursátiles.
Sólo hay siete galerías españolas entre las 273 de 21 países presentes en esta 38 edición de Tefaf. «Siempre ha sido rentable venir, en las crisis y en el covid», asegura Artur Ramon, el más veterano de los marchantes españoles en Maastricht.
El récord de cotización es para 'Les dormeurs' ('Los durmientes'), formidable tela pintada por Pablo Ruiz Picasso en 1965 valorada en más de 50 millones de euros que exhibe en Landau Fine Art. «Es la estrella de la feria y de nuestra colección; solo la exhibimos, pero si hay ofertas, estamos abiertos a oírlas», dice el marchante canadiense ante piezas por las que matarían grandes museos: un descomunal bronce de Henry Moore, una danzarina española de Jawlensky, telas de Leger o Chagall cuyos mareantes precios se reserva.
El marchante de Picasso, Henry Kahnwiler, tuvo durante años 'Les dormeurs' colgada tras su escritorio. Es una de la obras maestras más célebres de Picasso y «un símbolo de su genio y de la modernidad». Una pieza icónica del arte moderno que se expuso en el Louvre, en la histórica retrospectiva dedicada al genio malagueño en 1971, obligando a mover a la 'Mona Lisa' para cederle espacio. También en museos como Stedelijk de Ámsterdam, el Guggenheim de Nueva York, la Tate Gallery de Londres, el centro Pompidou de París y el Museo Picasso.
La otra pieza española estelar de Tefaf, el retrato de la monja Jerónima de la Fuente pintado por Velázquez en 1608. Catalogada como BIP (Bien de Interés Patrimonial), que no BIC (Bien de Interés Cultural), solo tiene permiso temporal de exportación. Debe volver a España, lo que limita su venta internacional pero no cierra la posibilidad de abordar negociaciones en Tefaf y concluirlas en España.
Sus propietarios solicitaron a la Junta de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura un permiso de exportación temporal. Su galerista dice que solo se exhibe para fomentar su difusión. Sus agentes de prensa aseguran que está a la venta. El misterio de la malencarada monja multimillonaria convertida en la reina de Maastricht, aun perdurará.
El retrato religioso de Velázquez está ligado por la historia a un pequeño Cristo crucificado atribuido a Miguel Ángel y que sería el modelo del que sostiene sor Jerónima. El bronce, de veinticinco centímetros de alto y descubierto en una colección privada holandesa, se vende por 1,8 millones. Para muchos decir que esta vaciad es obra de Miguel Ángel es una osadía. Ambas piezas se exponen en la galería londinense Stuart Lochhead que se reserva el precio del Velázquez.
Conservado en un convento de Toledo hasta que llegó a manos de una familia madrileña en los años 40, su precio sería galáctico. El último Velázquez en el mercado, un retrato de la reina Isabel de Borbón, salió a subasta hace dos años en Nueva York con una estimación de 32 millones de euros. Sotheby 's lo retiró sin explicación poco antes de la puja. Pintado a principios de la década de 1630, era la obra más importante del genio sevillano que salía a la venta tras 'El barbero del Papa' -luego se supo que era el banquero- comprado por el Estado español en 2003 por 23 millones de euros para el Museo del Prado.
De las tres versiones conocidas del retrato de 'La venerable madre Jerónima de la Fuente', una está del Prado desde 1942 (costó 250.000 pesetas). La que se ofrece en Tefaf la adquirió en 1944 por 350.000 pesetas Alejandro Fernández de Araoz y de la Devesa, abogado, político y gobernador del Banco de España en la segunda República. Aún pertenece a sus descendientes. El taller del Prado certificó la autoría velazqueña de la pintura. El tercer retrato, de medio cuerpo que está en la colección Apelles de Santiago de Chile.
Más asequible es 'Marquesa de Caballero', retrato pintado por Francisco de Goya y Lucientes en 1807 que Robilant + Voena vende por 5,5 millones. Con permiso para su exhibición y venta, es un óleo sobre lienzo que representa a María Soledad Rocha Fernández de la Peña (1774-1809).
Es pareja del retrato de su esposo, José Antonio Caballero, Ministro de Gracia y Justicia del rey Carlos IV y que se encuentra actualmente en Huntington, California. Estuvo durante décadas en manos de la familia de los retratados, pero no se precisa quien lo tiene ahora. Su marchante cree que el precio «es ajustado» y que es «una gran pieza para museos».
M.S. Rau ofrece un Magritte 'Le carnaval du sage' (1947), por 8,9 millones de euros; un paisaje de Monet que incluye su casa en Giverny por 7,2; un raro bodegón floral del Paul Gauguin por 5,4 millones,; otra atípico bodegón de Van Gogh por 4,4. Este galerista vende también una rareza, un bodegón de Sir Winston Churchill por dos millones de euros. Algo menos de ocho millones cuesta otro Magritte que ofrece Lelong, 'Le seuil de la fôret', (1926) por uno de los 15 artista del exclusivo club cuyas obras han superado los cien millones de euros.
Entre los tesoros de pintura antigua, una 'Virgen con el Niño y Santa María Magdalena' de Tiziano que sale a la luz tras haber permanecido oculto al público en varias colecciones privadas durante más de dos siglos -la galería no da precio-, o un paisaje urbano de Peter Brueghel el joven por 3,8 millones.
Cinco de las galerías españolas están en la sección general: Caylus, Colnaghi, Deborah Elvira, Artur Ramon Arte y Mayoral. Montagut Gallery -especializada en arte tribal- y VETA Galería están en la sección Showcase, creada en 2018 y que acoge solo diez galerías y apoya el talento joven y emergente.
Ribera vuelve es la estrella de la catalana Artur Ramon, con 'San Pedro en lágrimas', fechado en 1628 y en torno al millón de euros. Caylus comparece con joyas de la pintura española del XVII, un óleo atribuido a José de Ribera, 'Arrepentimiento de San Pedro', de la época juvenil del pintor valenciano por 225.000 euros. 'San Jerónimo', otro espectacular Ribera, se vende por 1,8 millones en Colnaghi, una de las galerías más antiguas y prestigiosas del mundo, con sedes en Madrid, Londres y Nueva York, que también ofrece una escultura de Luisa Roldán, 'La Roldana'.
Especializado en el siglo XX, Mayoral comparece con obras de Picasso, Sorolla, Dalí, Tàpies, Millares o Chillida con precios entre los 200.000 euros y el millón que pide por una escultura de Eduardo Chillida de tamaño medio y el millón y medio por una gran tela de Sean Scully.
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