
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MURCIA
Martes, 21 de mayo 2019, 01:34
La Fundación Cajamurcia presenta, en el Centro Cultural Las Claras Cajamurcia, la exposición 'Seducidos por la realidad', que se inauguró ayer y que permanecerá abierta al público hasta el 7 de julio. El arte contemporáneo vuelve a ocupar las salas de este espacio expositivo murciano de la mano de diez de los artistas más representativos del llamado 'nuevo realismo': Esperanza Parada (1928-2011), Amalia Avia (1930-2011), Julio López (1930-2018), Francisco López (1932-2017), María Moreno (1933), Carmen Laffón (1934), Antonio López (1936), Isabel Quintanilla (1938-2017), Cristóbal Toral (1940) y José Hernández (1944-2013). Maestros, todos ellos, de los que 'beben' en gran medida las tendencias actuales. Comisariada por María Toral, la exposición reúne 45 obras -entre pinturas, dibujos y esculturas- procedentes de colecciones privadas, así como de los estudios de los propios artistas, que han cedido sus creaciones de forma excepcional para esta convocatoria.
Los diez protagonistas, que empezaron a trabajar muy jóvenes a finales de los años cincuenta, decidieron romper con las modas del momento -lideradas por el informalismo- y decantarse por una nueva visión de la realidad, renovando profundamente el panorama artístico. Todos ellos anteponían el testimonio de la vivencia personal a la mera captación de la realidad, buscando lo cercano y lo familiar. Se les llamó 'nuevos realistas', a pesar de que sus obras en algunos casos iban más allá del realismo, evolucionando hacia formas y tendencias de la figuración.
Compartían un gran interés por el lenguaje sugestivo del objeto y una temática generalmente relacionada con escenas de la vida cotidiana, con interiores casi vacíos y paisajes urbanos. Se preocupaban de manera especial por la luz y las sombras, imprimiendo a sus obras una atmósfera cálida que ambientaba el conjunto. «En definitiva, sus cuadros respiraban un aire intemporal, donde se mostraba la trascendencia del mundo cotidiano que les rodeaba», según explica la comisaria.
«Remontándonos al origen del estilo realista y tal como proclamaba el manifiesto 'Le Realisme' (1857), el arte debía ser un reflejo objetivo del mundo y estar guiado únicamente por la visión de cada creador. En verdad, los pintores realistas no seguían ninguna teoría estética, sus pautas consistían en desarrollar una visión sencilla e imparcial de la vida que les rodeaba», comenta María Toral. Estos creadores supieron mantener siempre su individualidad e independencia, aunque compartieron como grupo el deseo de libertad y de cambio, así como una similitud de espíritu y un lenguaje común, el de la figuración.
También cumplieron con dos normas distintivas del movimiento al que pertenecen: la contemporaneidad y la veracidad. La mitad de los artistas aquí representados son mujeres que «vinieron a romper con la masculinidad imperante en la esfera artística», según apunta la comisaria, quien también destaca «el inequívoco aire de familia de este grupo de creadores». Las parejas formadas por Antonio López y María Moreno, Esperanza Parada y Julio López, Francisco López e Isabel Quintanilla son un claro ejemplo de este 'arte de familia' característico y particular del realismo español de la segunda mitad del siglo XX. Una ocasión perfecta disfrutar del arte.
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