Rosa María Hervás Avilés, amor por la educación y la mediación cultural

Le gusta comprar arte para saltarse las listas de boda, y siente pasión por el canto coral, su familia y los viajes. Voz reconocida en los círculos museológicos y museográficos dentro y fuera de España, es la coordinadora de investigación del consejo ejecutivo del Comité Internacional para la Educación y la Acción Cultural (CECA) del Consejo Internacional de Museos (ICOM). Apoyada en la convicción de que la cultura es un derecho, preside la Asociación Murciana de [personas] Educadoras de Museos y Patrimonios (Amurem). Asimismo, es socia fundadora y miembro de Almazuela, Federación Española de Asociaciones de Educación y Mediación en Cultura, Museos y Patrimonio que organiza -con el apoyo de la Fundación Daniel y Nina Carasso, el máster de Educación y Museos de la UMU y la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia- las jornadas profesionales 'La función de la educación y la mediación cultural en comunidades en constante evolución', que se celebrarán el próximo 21 de marzo en el Museo Arqueológico de Murcia y continuarán el día 22 con una visita guiada al Museo y Parque Minero de La Unión.

17.00 horas. Suelo dedicar las tardes a videoconferencias relacionadas con el ICOM, a tener contacto con otros docentes, a realizar tutorías de Trabajos Fin de Máster y a Almazuela. Las jornadas serán una oportunidad para atraer miradas y poner de manifiesto las cuestiones en las que coincidimos las asociaciones de los distintos territorios, incluida Amurem: es necesario que haya un perfil curricular claro, unas condiciones laborales dignas y un reconocimiento sociopolítico de la profesión. Hay una indefinición del perfil y los itinerarios de quienes llegan a la educación y a la mediación cultural, porque lo hacen tanto personas vinculadas con la historia del arte como con la arqueología o la educación artística. Eso hace que exista una falta de visibilidad y concreción de qué hacen estos profesionales. Además, no existe en la Clasificación Nacional de Actividades Económicas [CNAE] la figura de educador y mediador cultural. Cada institución hace contratos indeterminados en función de lo que considera. Es un cajón de sastre en el que lo que priman son las condiciones laborales en precario. Esto es una gran debilidad que hay que abordar seriamente. Además, la labor que hacen estos profesionales, que trabajan con la ciudadanía, es inmensa y debe ser reconocida.

19.30 horas. Cuando vas a una exposición, desgraciadamente, en demasiadas ocasiones ves una obra detrás de otra, sin discurso expositivo. Lo ideal sería que los museos y centros culturales tuvieran equipos multidisciplinares donde todo el personal trabajara conjuntamente, donde los conservadores, los curadores, los comisarios… se apoyaran también en la gente que trabaja en la educación y en la mediación cultural cuando tienen que diseñar la museografía de una exposición. Las instituciones tienen que servir para abordar los problemas de la sociedad, para transmitir lo que el arte está queriendo proyectar sobre lo que acucia al ciudadano. Todos tenemos derechos culturales y debemos poder acceder a la cultura. Esto pasa por una reivindicación ciudadana y por un reconocimiento institucional de los gobiernos que crean en ello. La bisagra entre la cultura y el público, que es diverso, es la educación, y la mediación es una estrategia educativa. Hay que dar respuestas no solo al público que está fidelizado y que ya sabe a lo que va a un museo, sino divulgar para hacer accesible la cultura a los van simplemente a disfrutar y a aquellos a los que les gustaría ir y verse reconocidos. La permeabilidad entre culturas permite que nos acerquemos los unos a los otros. Parece un tópico, pero es verdad.

10.30 horas. Los lunes y los miércoles imparto clases presenciales en la universidad. Soy profesora del Departamento de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación y doy clases en el Grado en Educación Infantil. Me gusta estar en el primer curso, que es cuando te enamoras de la universidad o cuando la abandonas. El resto de mañanas me dedico a la gestión y a la coordinación del máster, en el que doy tres asignaturas 'online'. Ahora, estamos implantando microcredenciales dirigidas a América Latina y el Caribe. Esta certificación nueva se está implantando en toda Europa. Son microcréditos a los que pueden acceder incluso personas que no tienen capacitación ni formación académica, sino que tienen práctica profesional. Nosotros estamos formando a educadores para hacer proyectos e informes de investigación.

20.00 horas. Cuando me jubile, que me queda muy poco, sueño con seguir vinculada, dentro de mis posibilidades, a ICOM España e ICOM CECA. Espero poder participar más de las actividades culturales de Murcia. Todas las tardes hay algo y no sabes dónde acudir. Me gustaría trabajar colaborativamente y participar en iniciativas como el proyecto 'Museos con Ucrania', que hicimos en el Ramón Gaya.

21.00 horas. Lo que más me puede gustar es cantar en una coral. Soy contralto. Recuerdo cómo la Coral Universitaria, y los que habíamos sido miembros, preparó 'El Mesías' para la conmemoración del centenario de la UMU. Cantamos en el Auditorio Víctor Villegas y fue emocionante.

11.00 horas. Disfruto viajando. Por no hablar de los grandes museos, como El Prado, que es un disfrute a poco que haga, uno de los últimos lugares a los que he ido y que me ha sorprendido mucho es Vinseum, el Museo de la Cultura del Vino de Cataluña, en Vilafranca del Penedès. Ofrece un recorrido larguísimo con un montaje muy atractivo. También hay pequeños 'ecomuseos' orientados a representar la identidad del territorio que están gestionados, normalmente, con mucha colaboración de la ciudadanía. Ahí hay que destacar lo nuestro, el proyecto 'Legado Vivo', de las asociaciones La Carraila y Caramucel, que recibió el premio Hispania Nostra, o el Ecomuseo del Agua para el Valle de Ricote. Algunos son muy bonitos incluso sin tener edificio, como La Ponte, en Asturias.

13.00 horas. Que los ciudadanos lucharan por defender su patrimonio es la clave de todo. La fuerza del cambio la tiene el pueblo, y cuando un grupo se crea espontáneamente por luchar por algo no hay quien los pare. El respeto por el patrimonio tiene que venir por el amor del ciudadano, y eso pasa porque lo conozca y lo valore. Eso es educación en todos sus niveles, es que alguien de fuera venga y diga, por ejemplo, lo maravillosa que es nuestra huerta. Hacer el documental premiado en los Alfonso X ['El legado oculto de la Aljufía'] ha sido una gozada. Es un documento que sirve para que todo el mundo entienda por qué el Segura y la ciudad están tan vinculados.