-kTSE-U170681886796C6C-1248x770@La%20Verdad.jpg)
Ver fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Ver fotos
Francisco Ojados
Domingo, 10 de julio 2022, 22:23
Corrida histórica la de este domingo en la centenaria plaza de toros de Pamplona. Tarde de emociones en la que al arrastre del tercer toro los tres toreros ya tenían ganada la salida por la puerta grande. Ayudó a ello una gran corrida cinqueña de La Palmosilla. Media tonelada clavada tuvo el colorado que hizo primero de la tarde, al que Rafaelillo recibió con dos largas cambiadas de rodillas, para luego torear compuesto a la verónica y dibujar una cadenciosa media de remate.
Como no podía ser de otra manera, brindó al equipo médico del doctor Hidalgo, que le salvó la vida en esta misma plaza en 2019. Y como queriendo quitarse fantasmas, Rafaelillo se echó de rodillas en el inicio de faena, como aquel día. Gran actitud del murciano, que pudo por abajo, en derechazos de compás abierto, a un burel exigente, que tuvo genio y emoción. Le bajó los humos un torero que atesora experiencia y conocimiento. Ahí estuvo el secreto de la labor de Rafael con este primero, en poder a la res por abajo, con valor seco para no dudar en ningún momento delante de la cara del toro, incluso en la serie de naturales en la que presentó la muleta adelantada para rematar detrás de la cadera. Volvió a la diestra para cerrar con un desplante rodilla en tierra la faena que coronó con un espadazo hasta la bola. Dobló el de La Palmosilla en los medios y los méritos contraídos y la emoción del regreso a esta plaza, con el nivel que mostró Rafaelillo, desembocaron en la petición de las dos orejas. En la vuelta al ruedo, el abrazo entre lágrimas con su hermano Ramón -su mozo de espadas- y con el galeno, dice mucho de lo que tuvo que ser en la enfermería aquel momento de hace tres años.
La plaza. Pamplona. Sexto festejo de abono. Toros de La Palmosilla, cinqueños, muy bien presentados y de gran juego. Rafaelillo pasó a la enfermería durante la lidia del quinto.
Los toreros. Rafaelillo (de obispo y azabache), dos orejas y una oreja con petición de otra; Manuel Escribano (de blanco y oro), dos orejas y vuelta al ruedo tras fuerte petición. Leo Valadez (de verdegay y oro), dos orejas y palmas.
Rafaelillo, que se llevó el lote más complejo, se estiró con el feo cuarto en el saludo a la verónica. Lo brindó al público, se dobló por bajo con el toro, y lo hizo embestir. Inteligente en los terrenos y las alturas, el diestro se confió para torear encajado, con quietud y sentimiento, momento en el que el bravío hizo presa y le tiró tres o cuatro cornadas de pánico. No caló el pitón y, sin chaquetilla, un Rafaelillo pletórico se hizo el amo. Tarde de maestro, en la que no podía faltar la épica, siempre con la intención de torear bien, como lo hizo al natural con la mano derecha. Otra vez funcionó la espada, rodó sin puntilla el de La Palmosilla y Rafaelillo paseó otra oreja ganada a ley. Le pidieron las dos.
Con el triunfo de Rafaelillo salió a por todas Manuel Escribano, que echó una gran tarde con el mejor lote de un gran encierro. Recibió a los dos toros de su lote a porta gayola. Espectacular con las banderillas, compartió el tercio con Valadez, en su primero, toro que tuvo movilidad. Escribano lo citó desde larga distancia para comenzar con riesgo su faena, con pases cambiados y estatuarios. Tomó con calidad los engaños el colorado y lo aprovechó Manuel para torear con temple y despaciosidad, alegrando con torero accesorio su labor. Se fue derecho detrás de la espada y recibió las dos orejas. Debió pasear al menos otra del quinto, un gran toro al que realizó una gran faena, de temple y ligazón, toreando muy despacio y por abajo. Pinchó antes de la estocada. Hubo petición mayoritaria y dio una aclamada vuelta al ruedo.
No se achicó el debutante Valadez. Variado con la capa, le cortó las dos orejas al tercero, toro con transmisión al que entendió. Cerró su faena con un espadazo después de unos molinetes de rodillas mirando al tendido y, de acertar a espadas, pudo tener premio del sexto, con el que el joven mexicano demostró buena técnica y valor para pasar cerca los pitones, como hizo en las bernadinas finales.
La salida a hombros de la terna, junto al mayoral de la ganadería, resultó apoteósica.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.