Pilar Adón, en el Aula de Cultura de LA VERDAD en la Fundación Cajamurcia, donde presentó 'Las iras'.Javier Carrión / AGM
Pilar Adón en el Aula de Cultura de LA VERDAD: «Necesitamos seguir desenterrando a las madres literarias»
Literatura ·
La escritora, traductora y editora madrileña, ganadora en 2023 del Premio Nacional de Narrativa, presentó en Murcia 'Las iras', su último libro de relatos: «No soy heredera, ni en mi familia hay tradición literaria, insisto. Todo ha sido perseverar, y es uno de los consejos que siempre doy»
La escritora Pilar Adón (Madrid, 1971) presentó en el Aula de Cultura de LA VERDAD, en colaboración con la Fundación Cajamurcia y la Fundación Vocento, su último libro, 'Las iras' (Galaxia Gutenberg, 2025), en un acto en el que la Premio Nacional de Narrativa por 'De bestias y aves' (2022) manifestó su «admiración absoluta por Maryse Condé [la voz más conocida de las letras antillanas y doctora honoris causa por la Universidad de Murcia]». Una admiración total, insistió, «por su obra, su vida, por ella misma y por su manera de ver el mundo». Adón, también traductora y editora, con Enrique Redel, de la editorial Impedimenta, indicó que le han influido muchas otras autoras, como Iris Murdoch, Virginia Woolf, Edith Warthon, Marguerite Duras… que son para ella «referencias absolutas». Al igual que Ingeborg Bachmann, Fleur Jaeggy, Sylvia Plath, Anne Sexton, Alejandra Pizarnik… «Podría mencionar tantas poetas y narradoras que me han influido mucho a nivel literario, estético y de referencias», remarcó.
«Hay una tendencia generacionalmente a nivel creativo, artístico, literario... de los autores de la generación inmediatamente anterior de matar al padre para sacar la cabeza como hijos literarios y creadores, como una forma de manifestar una nueva manera de mirar el mundo, una nueva estética, corrientes literarias, artísticas… En cambio, nosotras, las mujeres no matamos a la madre. Nosotras seguimos a las madres literarias, necesitamos seguir desenterrando, seguir buscando, seguir sacando nombres que han estado ocultos, y enterrados, y seguir buceando ahí para descubrir más madres. Esos referentes y la existencia de todas esas voces es muy importante. Para mí, de manera inconsciente, porque vas creando pensamiento y es luego cuando te das cuenta de estas cosas, ir leyendo a estas poetas y narradoras ha sido también una búsqueda de espejo, un lugar en que reflejarte como autora aunque estilísticamente luego no tengas nada que ver. Unas cosas permean, otras no, pero se va buscando la voz propia y todas estas cosas. Peros son un impulso para perseverar. Es importante que existan, sí», contó Adón en un acto que contó, como ya es tradición, con la activa participación del público.
La autora madrileña señaló que sigue leyendo a Iris Murdoch, una autora del catálogo de Impedimenta, y también está ocupada actualmente con textos de la mexicana Elena Garro y «releyendo» a Carmen Martín Gaite.
Según indicó Adón, «estar en el catálogo de Galaxia Gutenberg es un lujazo. Lo que supone poder dedicarte a tu pasión, tu vocación, es circular, la pescadilla que se muerde la cola. Me gusta la idea del círculo, pero llega un momento en que tu vida gira en torno a los libros constantemente, es una dedicación de 24 horas al día, 7 días a la semana, sin vacaciones ni nada por el estilo. Para mí es lo que he buscado, y no he sido heredera de nada. Ha sido buscarlo y perseverar, a mis 53 años puedo vivir de la editorial, pero hay que recordar que durante muchos años yo he tenido trabajos alimenticios, escribía por las noches, cuando salía de mi trabajo que me pagaba el alquiler mensual y la comida. No soy heredera, ni en mi familia hay tradición literaria, insisto. Todo ha sido perseverar, y es uno de los consejos que siempre doy. José Luis Sampedro me dio un consejo siendo muy jovencita. A los que empiezan a escribir nos dijo, si pueden dejarlo, que lo dejen. Pero no puedes dejarlo porque es tu vocación, tu pasión».
En estas 18 narraciones breves de 'Las iras' priman los personajes femeninos con sus furias, sus relaciones con el grupo o la comunidad (especialmente, la familia) y el tono sombrío. Aparecen algunos de los motivos más antiguos en cuentos, los orales, los míticos, los folclóricos, los tradicionales, que aquí son reformulados y conjugados por una autora en un brillante y fértil momento, según observa Carmen Pujante Segura, catedrática de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Murcia. Pujante señaló en 'Las iras', historias hermanas de Pilar Adón', su reseña para el semanario de las artes, letras y ciencias Ababol de LA VERDAD, que «Adón sigue siendo Adón con esos animales que se pasean por sus historias (el primer cuento de 'Las iras' no podía no ser introducido por una alusión a un perro). Lo sigue siendo con algunas niñas a punto de convertirse en adolescentes que también se deambulan por esas páginas (como en ese primer cuento, 'La sublimación de los afectos', en el que se hacen fuertes en un «nosotras» del que después se desgaja una voz narradora singular). También hay castigos, quizá divinos, que sobrevuelan las vidas de esos personajes (mitad Antígonas, mitad Frankestein; medio hadas, medio monstruos), al igual que hay nombres que no se pueden pronunciar y pozos que sirven para dar de beber y otros menesteres. Así, algunos motivos de los más antiguos cuentos, los orales, los míticos, los folclóricos, los tradicionales, son reformulados y conjugados en estos cuentos contemporáneos de la mano de una escritora como ella».
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.