'In memoriam', de la escultora Olga Rodríguez Pomares, monolitos que representan las múltiples voces y experiencias que han moldeado nuestra sociedad a lo largo de los años.José Luis Ros Caval / AGM
Perder el miedo al pasado de la Cárcel Vieja de Murcia
Arte ·
El Centro de Cultura Contemporánea amplía hasta el 1 de octubre esta muestra en la antigua prisión provincial, 'Memoria y recuerdo', comisariada por Dolores Galindo, que presenta el trabajo de artistas como Ángel Haro, Olga Rodríguez Pomares, Belén Orta, Chembos, Colectivo Physical Collage, Juan López, Blanca Pérez de Tudela y Jeanette Conesa
El Centro de Cultura Contemporánea Cárcel Vieja de Murcia ha prorrogado hasta el próximo 1 de octubre 'Memoria y recuerdo', una propuesta comisariada por Dolores Galindo que invita a reflexionar sobre los lugares que almacenan memorias personales y colectivas y sobre cómo esas memorias también ayudan a comprender el presente. Galindo está muy satisfecha con que esta muestra ocupe este equipamiento público, de acceso libre, que considera «un laboratorio y espacio de cultivo de ideas avanzadas».
La aproximación que hace la exposición a la realidad social española tras la guerra civil incluye historias de represaliados por el franquismo. «No podemos hacer nada en contra del pasado», reconoce Galindo, «y hemos sacado como conclusiones la necesidad de diálogo, de inclusión, con la esperanza de que aquello no vuelva a suceder. Los países democráticamente avanzados tienen que perder el miedo a enfrentarse a este tipo de fantasmas y cosas pasadas, y plantearlas abiertamente, y esto es lo que hemos intentado en cierto modo».
Organizada por la Concejalía de Cultura e Identidad de Murcia, en esta ocasión la propuesta («una cosa valiente y un reto para armar un discurso en un espacio tan laberíntico», insiste la comisaria) está apoyada por el Instituto de Gestores Culturales de la Región de Murcia, el Laboratorio de Investigación Fotográfica de la Universidad de Murcia, el Archivo Municipal de la capital y el Archivo General de la Región de Murcia, así como el Patronato Carmen Conde-Antonio Oliver.
«Los países democráticamente avanzados tienen que perder el miedo a enfrentarse a este tipo de fantasmas y cosas pasadas, y plantearlas abiertamente, y esto es lo que hemos intentado en cierto modo»
Dolores Galindo
Comisaria de 'Memoria y recuerdo'
Precisamente de estas últimas instituciones proceden los documentos que recuerdan el trato discriminatorio que recibieron muchas mujeres al concluir la guerra civil, muchas de ellas eran intelectuales y artistas que habían participado en movimientos de transformación social. Galindo recuerda que la revolución en la contienda española también abarcaba el ámbito cultural, y numerosos colectivos y artistas denunciaron la opresión y promovieron la conciencia crítica, y por ello fueron represaliadas. En estos casos sus obras fueron silenciadas y su participación en la esfera pública fue restringida.
'Hay un bosque en tu interior', de Physical Collage, que nos traslada al hogar de nuestros abuelos, en un intento por abrir nuestros recuerdos al pasado.
JOSÉ LUIS ROS CAVAL / AGM
Carmen Conde, destacada prosista y poeta, fundó junto a su marido, el escritor Antonio Oliver Belmás, la Universidad Popular de Cartagena, a fin de dotar de formación y cultura a las clases trabajadoras, y por ello fue juzgada, siendo acusada de «ensalzar las doctrinas soviéticas» y de hacer «propaganda izquierdista durante el dominio rojo», como figura en el auto de procesamiento reproducido en la muestra, aunque en 1943 se declaró el sobreseimiento provisional al no poder probarse suficientemente los hechos. Es más, se indica en la resolución que «obran informes que la presentan como de buena conducta y totalmente adicta al glorioso movimiento nacional». Muerto Franco, en 1978, Carmen Conde sería elegida miembro de la Real Academia Española, siendo la primera mujer española en ostentar este reconocimiento.
«No me pegaron, me insultaron de palabra, aunque creo que los trece días de calabozo fue una tortura refinada. Volví del consejo (de guerra) con la pena de muerte: no fui yo sola, todos los que fuimos volvimos con la misma pena»
Pilar Pascual Martínez
Condenada a pena de muerte
En la muestra hay testimonios de otras mujeres que fueron objeto de represión en las cárceles franquistas recabados en un libro por Tomasa Cuevas en 2004, como el de Pilar Pascual Martínez, yeclana, detenida el 30 de marzo de 1939 por, supuestamente, haber escrito un artículo en un periódico («era defendiendo a la humanidad, no le he faltado a nadie»), estuvo 13 días en el calabozo junto a otras decenas de mujeres arrestadas: «No me pegaron, me insultaron de palabra, aunque creo que los trece días de calabozo fue una tortura refinada. Volví del consejo (de guerra) con la pena de muerte: no fui yo sola, todos los que fuimos volvimos con la misma pena». Estuvo cinco meses con pena de muerte, y acabaron indultándola. Muchas de estas mujeres condenadas, según consta en los expedientes, son vejadas en el trato, siendo calificadas de «mujerucas infrahumanas», «fieras carniceras», «engendros de terror», «anti-religiosas» y «blasfemas» o de «baja moralidad».
A Josefa Lajara Navarro, vecina de Abanilla que pertenecía a la UGT, la detienen por hacer propaganda revolucionaria, «por insultar al ejército y por exaltar la causa roja». Según el informe de la Guardia Civil, es «una individua peligrosa que tomó parte directa en los sucesos de octubre de 1934», y se le acusa de haber creado un ambiente propicio con sus gritos y manifestaciones para el asesinato de un vecino induciendo a los asesinos con sus palabras, de haber intervenido pistola en mano en el incendio y destrucción de iglesias; fue condenada a 30 años de reclusión mayor, aunque el fiscal pidió para ella la pena capital.
Sección dedicada a las mujeres represaliadas tras la guerra.
JOSÉ LUIS ROS CAVAL / AGM
A través de distintos lenguajes artísticos (instalaciones, esculturas, fotografías y obras multimedia), la exposición explora las capas históricas y emocionales que residen en los muros de la Cárcel Vieja. En este caso se ha tenido en cuenta la posibilidad de mezclar artistas incipientes con otros consagrados. Ángel Haro, reconocido creador, es el autor del cartel de la propuesta y de 'No Nata (La ciudad de la invención'), videocreación que, explica Galindo, ahonda «en los recuerdos que han quedado inertes para el futuro, obras inacabadas que forman ya parte del paisaje y nos enfrentan a nuestra propia responsabilidad como ciudadanos en la construcción y preservación de los territorios».
También tienen un especial protagonismo las esculturas e instalaciones de Olga Rodríguez Pomares, quien, en 'In memoriam', la obra que se encuentra al aire libre tras el portón de la antigua prisión provincial, honra la dignidad de cada ser humano y aboga por un futuro en el que todas las voces sean escuchadas. Belén Orta, por su parte, plantea una reivindicación del espacio natural que ocupaba, en plena huerta de Murcia, la cárcel cuando fue proyectada y en su caso en la obra 'Scara-baeus en resistencia' da protagonismo a los escarabajos, «una especie en peligro de extinción a causa de la expansión de las ciudades»; con ellos Orta quiere rescatar «la memoria de los territorios originarios».
Ángel Haro, autor del cartel, ahonda «en los recuerdos que han quedado inertes para el futuro, obras inacabadas que forman ya parte del paisaje y nos enfrentan a nuestra propia responsabilidad como ciudadanos en la construcción y preservación de los territorios»
El colectivo Physical Collage, compuesto por Carmen Liza, Claudia Maró, Elena Mateo y Estela Ferrándiz, cuenta con cuatro instalaciones: 'Todos somos parte', 'Construir sobre los escombros', 'Hay un bosque en tu interior' y 'Carretera del sur', ventanas al pasado y a la memoria que guardamos. «Como las artistas de hoy son actrices, creadoras, performers, cuatro chicas que entienden perfectamente el concepto de la exposición y que ya habían trabajado sobre la memoria, con otros proyectos en los que han realizado teatro y han recorrido escuelas».
En la exposición pueden verse imágenes también aportadas por el Archivo Municipal de Murcia, de la colección Fotos López, aparecidas en el diario Línea y correspondientes al motín en la prisión provincial el 21 de julio de 1977, unos pocos años antes del cierre definitivo de la cárcel. Los amotinados subieron a las cubiertas del edificio, prendieron fuego a distintos objetos y exigían trabajo, justicia social y amnistía.
Conjunto de postales, redimensionadas, donde el espectador puede reconocer la Murcia del pasado, aún en nuestros recuerdos, por cortesía del Laboratorio de Investigación Fotográfica de la UMU.
J. L. ROS CAVAL / AGM
Otras imágenes corresponden a Chembos, nombre artístico del fotógrafo Carlos Schevelenbos Rodríguez, dedicado a la fotografía de espacios abandonados de la Región de Murcia para dar cuenta de su deterioro. Este explorador de ruinas, según la comisaria, plasma la belleza decadente de más de un millar de edificaciones, una de ellas la Cárcel Vieja de Murcia, de la que tomó imágenes de recovecos y espacios desconocidos con un nivel de detalle, despertando gran curiosidad.
También puede apreciarse el trabajo audiovisual de 'La Cárcel Vieja habla: Presos de la memoria', trabajo de fin de grado de Jeanette Conesa y Blanca Pérez de Tudela, que recogen testimonios de presos políticos y de personas vinculadas a la memoria de este complejo abierto en 1927.
Otras imágenes corresponden a Chembos, nombre artístico del fotógrafo Carlos Schevelenbos Rodríguez, dedicado a la fotografía de espacios abandonados de la Región de Murcia para dar cuenta de su deterioro
Uno de los trabajos más llamativos es 'Cuentos para Miguelillo', donde la escultora Olga Rodríguez Pomares' recuerda a Miguel Hernández y su relación con Murcia, donde publicó su primer poemario, 'Perito en lunas' (Colección Sudeste, 1933). En una especie de juego de Lego, Pomares inserta fragmentos de textos escritos por Miguel Hernández en su cautiverio en la Prisión de Alicante, donde falleció en 1942. Hay asimismo una reproducción del poema mecanoscrito que Carmen Conde dedicó a Miguel Hernández en 1942, «mi amigo más alegre, el hermano más joven, la mano que más limpia cogió mi mano, los ojos azules más locos de azul, y te lloro con la desesperada amargura que tenemos los que nos vamos muriendo aquí».
Mesa redonda 'Mujer, memoria y retrato social'
Este jueves, además, a las 19 horas, se ha organizado la mesa redonda 'Mujer, memoria y retrato social', coordinada por Cristina Guirao, doctora en Sociología del Arte y experta en temas de género, además de profesora titular del departamento de Sociología de la Universidad de Murcia, en la que intervendrán Fernando Vázquez Casillas, doctor en Bellas Artes, titular del Departamento de Historia del Arte y director del Laboratorio de Investigación Fotográfica de la Universidad de Murcia (LIFUM), que hablará de 'La fotografía doméstica. La memoria social'; Dolores Galindo, doctora en Estudios Culturales y Sociología del Arte, gestora y crítica cultural, y comisaria de la muestra actual, que hablará de la gestión y desarrollo de la exposición 'Memoria y recuerdo'; Cecilia Ibáñez, doctora en Historia de España, productora, directora y guionista, que presentará en primicia un fragmento de su más reciente documental, titulado 'Cesárea Juárez, una visión femenina de la justicia. Desde la mirada de sus hijas Asunción y María'; y Vicente Medrano Salamanca, investigador, autor del libro 'Consejos de guerra a mujeres. Condenadas en la Región de Murcia 1939-1944'.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.