

Secciones
Servicios
Destacamos
FRANCISCO OJADOS
Murcia
Domingo, 5 de septiembre 2021, 11:20
La fecha del 5 de septiembre está marcada en la carrera de un torero único. Sin llegar a las más altas cotas del toreo, José Jiménez Alcázar, Pepín Jiménez en los carteles, durante los 25 años que vistió de luces, cautivó a muchos aficionados por su personalidad y su forma propia de entender la profesión, hasta convertirse en un torero de culto.
Pepín nació en Lorca el 9 de septiembre de 1961, dentro de una familia muy taurina. Debutó de luces con 15 años en la plaza de toros de Cartagena, el 8 de mayo de 1977, y en esa misma plaza se estrenó con los del castoreño el 6 de abril de 1979, con utreros de Lorenzo y Alejandro García Martín, anunciado con los dos novilleros punteros del momento, Juan Antonio Ruiz 'Espartaco' y Manuel Rodríguez 'El Mangui'. Desde sus inicios el aficionado descubrió a un torero diferente, con una tauromaquia basada en la inspiración. Arte puro que supo ver la exigente afición madrileña desde su presentación en aquella plaza como novillero el 18 de mayo de 1981, tarde en la cortó una oreja de uno de sus novillos y dio la vuelta al ruedo en el otro, alternando aquel día junto al llorado José Cubero 'Yiyo'. Tanto conquistó el estilo de Pepín a la afición venteña que desde ese momento lo adoptó como uno de sus toreros predilectos, hasta el punto de que sus temporadas como matador de toros estuvieron marcadas en gran medida por sus actuaciones en Madrid, donde realizó faenas salpicadas de genialidad que muchos aún recuerdan. Incluso hubo temporadas en las que llegó a hacer el paseíllo allí hasta en cinco ocasiones.
Pero volvamos al año 1981. Pepín llegaba al mes de septiembre con un gran ambiente, en figura de los novilleros, lo que no pasó inadvertido para la empresa de la plaza de toros de Murcia, que anunció su alternativa en la primera corrida de la feria, celebrada el 5 de septiembre. El diario LA VERDAD del día siguiente hacía una llamada en portada al evento, en el que Pepín paseó una oreja de cada uno de sus astados y salió a hombros. El crítico taurino del periódico en aquel momento, Pepe Belmar, titulaba 'Prometedora alternativa de Pepín Jiménez', y destacaba en la entradilla de su crónica que «había despertado mucho interés la primera corrida de feria, en Murcia, como lo demuestra la gran entrada que registró el coso, rozando el lleno».
Ejerció de padrino Paco Camino en presencia de Dámaso González, y Pepín Jiménez tomó la alternativa con el toro 'Supuesto', marcado con el número 1, colorado, con 517 kilos, del que paseó una oreja. Su faena, según la crónica, «tuvo belleza». Otra oreja cortó al sexto, de la ganadería de Riogrande, con el que estuvo incluso más centrado y al que toreó con suavidad.
Pepín, un torero único, que dejó pasajes para el recuerdo, tuvo que poner fin a su carrera de manera repentina debido a una lesión de rodilla que se complicó tras una cogida en la plaza de Aranjuez, el 22 de marzo de 2003.
A las puertas de la plaza de toros de Lorca se erige una estatua en su honor.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.