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Carmen Cantabella (Murcia, 1977), ante su Tintín viajero en Japón y la 'geisha' que llora. JAVIER CEREZO
De uno en uno para pasar por el altar de Carmen Cantabella

De uno en uno para pasar por el altar de Carmen Cantabella

La galería Babel reabre hoy sus puertas con obras de la serie 'TNT. Los Juegos de Tokio', que viajará el próximo mes de julio a Bruselas

Viernes, 8 de mayo 2020, 01:17

La galería Babel de Murcia, el altar de Carmen Cantabella, ofrece desde hoy una nueva oportunidad de acercarse a la obra de la artista murciana. Una experiencia diferente, marcada por estrictas medidas de seguridad, impuestas por la inercia del momento. Babel, por razones de espacio, solo permite que el acceso sea de uno en uno, un aliciente más, sin duda, para plantarse frente a un mundo que nos despierta la curiosidad por Japón.

Un salto a la «fascinante simbología» del período Edo de la cultura japonesa (de 1603 hasta 1868) en el que Cantabella, atrapada por la sensualidad de la vida, viaja acompañada de TNT –no nos engaña, es Tintín, pero su Tintín, no el de Hergé– hasta el país del sol naciente. TNT había estado ya en el espacio –antes que Tom Cruise, empeñado en rodar su próxima película en la Estación Espacial Internacional, lo que le convertiría en el primero en hacerlo– y en la Luna. Pero, en esta ocasión, 'TNT. Los Juegos de Tokio' es una forma de adentrarnos en el japonismo, con todo su exotismo, su delicadeza y su impaciencia, la misma que renace cada día en el corazón de esta creadora. «TNT de Cantabella –resume el galerista Javier Cerezo, con una serenidad que se vuelve locura en estos tiempos, que cantaría Camilo Sesto– es también una comunión, un casamiento entre oriente y occidente a través de los personajes que habitan las escenas donde el sexo le sirve para comprobar el conflicto que supone para nosotros, los occidentales, lo que en otro tiempo y en otras culturas era y es sagrado».

Estas cuatro obras forman parte de la exposición que albergará del 1 al 30 de julio la galería Attitude de Bruselas. «Recuerdo mucho una frase –cuenta Cantabella a LA VERDAD– de Lawrence de Arabia, 'nada está escrito'. Mi vida se llama ahora, igual que la de todos». Esta serie pictórica le ha servido de catarsis: «Es de las más confortables de todas las que tengo, y necesitaba esa terapia, sobre todo ese uso del color. Hablar desde el arte y del deseo». En una de las piezas hay una gran 'geisha', «que llora y que con sus lágrimas pone punto y final a su sufrimiento para seguir adelante».

«Recuerdo a Lawrence de Arabia y su frase 'nada está escrito'. Mi vida es el ahora, como la de todos», dice la artista plástica

El Tintín de Cantabella parece atacado por la concupiscencia. Con kimono –los estampados florales son de mujer y los geométricos son de hombre por lo general–, nuestro viajero despeina a la 'geisha' –en la cultura japonesa, incide Cerezo, «significa que son dadas al vicio o a la vida alegre»–. En estas composiciones hay que fijarse en algunos detalles. Una de las 'geishas' no lleva cejas, signo de que es viuda –este mes se cumple un año del fallecimiento del poeta José Cantabella, marido de Carmen Cantabella–. Las cajas, ofrendas que se dan a las 'geishas'. Los patos, símbolo de la fidelidad. Las grullas, la felicidad...

«Los papeles arrugados en la escena significan que la 'geisha' ha gozado intensamente», destaca Cerezo, vinculado profesionalmente a Cantabella desde hace un par de décadas, desde 2002, cuando fue seleccionada en el Premio de la Cámara de Comercio. En esta última propuesta, surgida en el taller de la artista en Aljucer –donde han acampado otros pintores como Antonio Martínez Mengual–, abundan en esta serie de Japón los dibujos lineales, sin perspectiva, y los espacios vacíos, «pretendiendo siempre la lectura circular de la historia relatada, convirtiéndose, de hecho, en una gran embajadora de Japón en España».

Cristal

Dice Cantabella que «suelo reconocerme con lo que pinto, y aunque en otras ocasiones me identificaba con Tintín, ahora me siento totalmente identificaba con esa 'geisha' que llora. Si los cuadros no son como un cristal que nos refleja no son dignos de nosotros. Yo no puedo pintar ahora cosas que hablen de otras cosas, como hacía en la serie 'L'enfant terrible', o la serie escultórica de planetas. Eso es básicamente cómo lo estoy viviendo».

Este viaje por el país que debía acoger este verano los Juegos Olímpicos, aplazados a 2021, seguirá. Hoy, en Babel (junto a la plaza de los Apóstoles), se abre la puerta a este universo, de uno en uno, de forma ininterrumpida, de 9 a 21 horas, de lunes a sábado.

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