Second: retorno triunfal

De las diferentes maneras que hay de regresar, Second eligió la mejor: arrasando. De las diferentes maneras que hay de presentar un disco, Second eligió quizá la más eficaz: alternando. Un año después de su último concierto y con nuevo álbum en la mochila, el notable 'Anillos y raíces', la banda murciana eligió el calor del hogar para el estreno y arrancó su gira con un triunfo clamoroso. No solo por el esperado gran recibimiento -han agotado localidades en varias ciudades a más de un mes vista, entre otras en el Teatro Circo Price de Madrid- sino porque el directo que ofrecieron resultó impresionante.

Con un sonido formidable, un Sean Frutos pletórico de voz y espléndido en escena y una banda con su conocida solvencia habitual pero con ímpetu y ánimos renovados, Second demostró que hoy día son muy pocos los grupos en España con un directo de semejante nivel. Un lujo añadido poder verlos en una sala, aprovechen quienes puedan que pronto llega la época de los festivales y ahí todos los gatos son pardos aunque esté muy bien eso de la comunión y tal. Los refuerzos de guitarra y teclados para sustituir a Javi Vox aportan empaque a una banda que ya lo tiene de por sí.

Señalaba al principio que los murcianos optaron por la alternancia a la hora de presentar su nueva entrega discográfica. Apertura con 'En otra dimensión', continuación con 'Rodamos'; la siempre estupenda '2502', seguida de '¿Quién pensaba en eso?'; 'Nivel inexperto', 'Alguien tiene que hacer algo'. Esta fue la tónica, aunque conviene señalar que buena parte del público ya coreaba las nuevas, entre las que destacaré 'Contra viento y pronóstico', así como 'Sonará en todas partes', interpretada en un sorprendente bis semiacústico en el que aparecieron de modo inesperado en un apartado inédito hasta la fecha en la parte de atrás de la REM.

Second maneja una personalidad y un sonido absolutamente propios y reconocibles. Ya sea en sus canciones más frías y tecnificadas, ya en las más coreables y festivaleras, ya en esas piezas de corte emocional y cocción lenta que acaban por otorgarles la merecida estrella Michelin. Ya saben, 'N.A.D.A.', 'Más suerte', 'Teatro infinito' y por supuesto el momento éxtasis que siempre es 'Rincón exquisito', coreada como si no hubiera un mañana (ni casi un esta tarde) y hábilmente reservada para un segundo bis que concluyó en algarabía general con 'Mira a la gente'. Son muy buenos. Son extraordinariamente buenos y tienen canciones, talento, compenetración e implicación máxima con lo que proponen. Creo que la pausa les ha sentado muy bien. Second en todo su esplendor.