Borrar
Jorge Ruiz, vocalista de Maldita Nerea.
Maldita Nerea: «Por primera vez cuento lo que hay detrás de las canciones»

Maldita Nerea: «Por primera vez cuento lo que hay detrás de las canciones»

Jorgue Ruiz saca a relucir su lado femenino con 'Bailarina', un disco que no entiende de escudos ni barreras

ALBERTO FRUTOS

MURCIA

Jueves, 21 de septiembre 2017, 11:51

Lo primero que transmite la voz de Jorge Ruiz (Murcia, 1975), líder y alma de Maldita Nerea, es tranquilidad. No hay prisas, ni urgencias, ni mayor agobio que el de disfrutar de un momento, tanto vital como profesional, que rima de manera coherente y honesta con un estado de calma envidiable. Ayuda, y de qué manera, 'Bailarina', su séptimo disco de estudio, otra de sus odas características al optimismo y la ilusión capaces de hacer tararear al más reticente. Hay redes de las que es imposible escapar. Once canciones que llegan tres años después de la publicación de su ya penúltimo trabajo, 'Mira dentro', para demostrar que la ausencia de Ruiz no era más que un paréntesis disfrazado y necesario. Hablamos con él para que nos desvele las claves y los secretos, el antes y el después, las causas y las consecuencias del encuentro de Maldita Nerea con su particular 'Bailarina'.

-El disco suena a un rotundo 'aquí estoy', con más fuerza y seguridad en el discurso musical de Maldita Nerea que nunca.

-Al final lo importante no es la producción o la voz, sino algo que no se puede medir y que al oído del oyente le resulta sincero. Y lo cierto es que en este disco han pasado muchas cosas y cada una de esas historias está en las once canciones. Además, por primera vez en mi carrera estoy contando lo que hay detrás de cada una de ellas, precisamente porque siento lo mismo que tú. Lo que me comentas es algo que llevo escuchando durante todas las firmas de discos que llevamos hasta ahora, es una opinión bastante generalizada.

-En ese sentido, ¿qué importancia real le da a esos comentarios externos sobre su trabajo?

-Son reflejos de lo que tu música significa, por lo que, si tienes vocación de escuchar, son de mucha utilidad. Eso sí, sabiendo siempre hacia el lugar al que te diriges.

-Asegura que con 'Bailarina' tiene un interés aún mayor en demostrar la importancia de las composiciones por encima del concepto propio de artista. ¿Cómo se consigue marcar distancia entre dos ámbitos tan íntimamente conectados?

-En mi caso, uno de los hilos conductores de mi carrera ha sido darles la relevancia a las canciones por encima de mí. Lo que estoy tratando de subrayar siempre es el mensaje de la canción para que ella sea siempre la protagonista, lo que crea un escenario muy particular, prácticamente inédito en la música pop nacional. Yo llevo una vida totalmente normal. Aunque mi música suene muchísimo en la radio, soy una persona prácticamente anónima, que es lo que siempre he pretendido. Eso hace que me convierta en una especie de orfebre de la obra por encima de todo lo demás.

«Hace tiempo que reconocí que vivo en la pausa y necesito parar de vez en cuando»

-En el tiempo que ha transcurrido entre el anterior trabajo discográfico de Maldita Nerea, 'Mira dentro', y este 'Bailarina', ha estado distanciado de los focos y ha vivido una temporada en Miami. A nivel de composición, ¿de qué manera ha influido ese tiempo alejado de su hábitat natural?

-Más que en las composiciones me ha afectado en la forma en la que veo el mercado y me ha servido para reafirmarme en ciertas convicciones, como que no puedes dejar de ser lo que eres. Ahora mismo la tendencia mundial en la música popular es el ritmo partido, como el último single de One Republic o gran parte del reguetón que se hace actualmente, y no me he vuelto loco con eso. Es una tendencia, una moda que pasará. Estos tres años en Miami observando cómo todo el mundo giraba hacia allí me ha hecho ver que tengo que ser sincero conmigo mismo y que necesito estar donde quiero estar. Yo puedo hacer lo que puedo hacer, y eso es pop.

-¿Son imprescindibles los paréntesis para continuar el camino con fuerzas renovadas?

-Sí, pero ya no solo en una carrera musical, sino en todas. La pausa es esencial para el ser humano, y más con el nivel de pérdida de referencia que existe ahora a causa de la velocidad con la que vivimos. Hace mucho que reconocí que yo vivo en la pausa y que necesito parar de vez en cuando.

-Y una industria como la musical, una jungla que no entiende de respiros y tiempos muertos, ¿cómo se toma este ritmo de trabajo tan particular?

-Tengo mucha suerte con la compañía en la que estoy, Sony, que viene de una cultura japonesa donde se entiende que lo que importa es lo que expones a tu audiencia para poder durar. Mi equipo me entiende y me respeta, igual que a mí me gusta trabajar con ellos a nivel horizontal. Todo lo que se me ocurre me gusta plantearlo, no como una exigencia del artista, sino como una consulta, con esa vocación de escucha que hemos comentado anteriormente.

-Tras ese parón, tengo curiosidad por saber cuál fue la primera canción que surgió para 'Bailarina'.

-Hay tres respuestas para esa pregunta. Por ejemplo, 'Siempre estaré ahí' es una canción que escribí hace más de veinte años y que redescubrí durante el desarrollo del disco, en la que me reconocí y me vi identificado tanto tiempo después, algo que no suele suceder con mis primeros temas. Sin embargo, cronológicamente, la primera que escribí para el disco fue 'Despídeme', que habla del momento en el que mi pareja y yo perdimos el bebé que esperábamos. No se habla muy habitualmente de esos no nacidos que ya forman parte de tu vida, los dejamos pasar como si no fueran importantes, pero, si han entrado en tu alma y en tu psique, se tiene que contar con ellos. Así que fue el primer tema que me salió para el disco, de una manera nada premeditada. Por otro lado, yo necesitaba una canción muy, muy grande para que generara mucha energía en mí y pudiera transmitirla, y esa fue 'Bailarina'. Hasta que apareció esta canción a finales de 2016, el disco no tenía sentido, aunque ya estuviera trabajando con retales de muchos temas.

-Es interesante que una de las canciones esenciales para entender la existencia del disco, 'Despídeme', surja de un momento con una carga dramática tan intensa. Creativamente, ¿cómo se manejan temas tan delicados e íntimos como la pérdida?

-Es mi manera de reciclar. A mí me gusta mucho escribir a la trascendencia, mi música y mis letras están salpicadas de conceptos como las estrellas, el cielo o el universo, que es un poco la historia del ser humano. Pero, claro, nunca había pasado por algo así, entonces lo dejé ahí. Supongo que irá saliendo toda la emoción conforme la vaya cantando en los conciertos. Es curioso porque nunca me había planteado interpretar 'Despídeme' en directo y, por las opiniones y comentarios que estoy recibiendo tras las primeras escuchas, tengo la sensación de que si no lo hago no me lo perdonarán. Le ha llegado a mucha gente. Es la maravilla de la música.

«Hasta que apareció 'Bailarina', a finales de 2016, el disco no tenía sentido»

-'Bailarina' surge también como un homenaje al universo femenino. ¿Se puede considerar un disco conceptual? ¿Era la intención inicial?

-Sí, yo siempre hablo de la liberación emocional. Y el lado femenino no es el único vehículo, pero es uno de los más importantes para llevarlo a cabo. Y no hablo de feminismo, ni de nada similar, me refiero a la creatividad, la escucha, la recepción, la pausa... Todos estos elementos están en ese lado femenino al que llamo 'Bailarina'. Para usar esa figura conceptual, para permitir que dance, tienes que sacarla. Y yo lo he hecho en todas y cada una de las canciones del disco.

La «mejor gira»

-Una vez analizado el fondo, vayamos a la forma, un terreno al que regresan las melodías luminosas marca de la casa. Tras quince años de carrera, ¿ese optimismo se filtra ya de manera natural en las composiciones o es el resultado de una búsqueda exhaustiva hasta llegar a esas señas de identidad?

-Es más bien la primera opción, aunque existe una parte de búsqueda de sonoridades inspiradoras. Por ejemplo, volviendo a la canción 'Bailarina', quise salir de mi zona de confort y acudí al teclado hasta dar con el riff. De hecho, recuerdo que cuando se la enseñé a Tato Latorre, uno de los productores del disco, no se creía que fuera mía, estaba acostumbrado a que le llevara temas compuestos con la guitarra. La cuestión es que, al final, ese tipo de sucesos creativos aparecen sin que tú los puedas controlar. De lo contrario, es bastante probable que el resultado final no sea tan satisfactorio.

-En lo que respecta a la puesta de largo del disco en directo, la gira de 'Bailarina' comenzará el próximo 2 de diciembre en el Auditorio Víctor Villegas de Murcia. ¿Cómo tiene pensado enfocar este nuevo 'tour'?

-Todavía no me he podido sentar para definir la escenografía y los elementos más materiales, pero sí que tengo claro que quiero que tenga un concepto muy basado en la canción y que, en términos visuales, sea como un abrazo, como un hogar. Quiero que cuando vayas al concierto no te entretengas solamente, sino que, además, te sientas muy bien con lo que estás viendo en el escenario, que sea una experiencia muy cercana y cálida, nada estridente. Estoy decidido a hacer la mejor gira de mi vida.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad Maldita Nerea: «Por primera vez cuento lo que hay detrás de las canciones»