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Concierto de Jay-Jay Johanson. Edu Botella / AGM
El otoño de los días

El otoño de los días

Viernes, 16 de octubre 2020, 13:12

El otoño de los días, decíamos ayer. Y la estación de los crepúsculos y las miradas tímidas tomó forma en el siempre coqueto TCM con el concierto de Jay-Jay Johanson, el hombre que llegó del frío para llenar nuestra imaginación de hojas recién caídas. En esta ocasión lo hizo en formato dúo, lo que no alteró la esencia de su discurso. En primer lugar porque, con la que está cayendo, cualquier caricia sonora vale doble; en segundo, porque la base de su música es su voz cálida y la franqueza del piano, sutilmente aderezados por unas ambientaciones -atmósferas, prefieren llamarlas los anglosajones- en las que la frialdad sintética de la electrónica puede llegar a aportar incluso más que la naturalidad orgánica, que aquí reside principalmente en el manejo de sus cuerdas vocales.

Como a tantos, también al sueco de Trollhättan el virus le canceló los vuelos de su gira europea tras publicar su último álbum ('King Cross') a finales de 2019, pese a lo cual, o quizá por ello, apenas si interpretó tres temas de este disco: la bella 'Not time yet', la profunda -en realidad todas lo son- 'Old dog' y, ya en el bis, esa especie de hit ligeramente bailable que es 'Heard somebody whistle', con su silbido embaucador. En cualquier caso, es la ausencia uno de sus mayores motivos creativos ('You'll miss me when I'm gone', la apertura con 'The girl I love is gone', 'She doesn't live here anymore', la estupenda 'Far away'); y la melancolía, el océano sobre el que navegan sus canciones de inevitables amores a la deriva.

Descripción

  • Concierto: Jay-Jay Johanson

  • Formación: Johanson (voz) y Erik Jansson (piano, teclados, electrónica)

  • Lugar: Teatro Circo Murcia, 15 de octubre

  • Calificación: Notable

El concierto estuvo aderezado por unas visuales que, en su primera mitad, incidían en imágenes de la gran ciudad y de algunos de sus habitantes menos agraciados, mientras que en la segunda se centraban más en la quietud de bellos parajes gélidos. Dos contrastados modos de dibujar la soledad, en realidad. Tocado con elegante aspecto casual -vaqueros negros, zapatillas, camisa remangada, pequeños sorbos de scotch- el rubio de esbelta figura emite desde una cierta distancia, pero es esa improbable mezcla de frialdad y cordialidad la que le otorga un factor diferencial. No eres su amigo pero compartiría un afable trago contigo. Las inapelables cicatrices en el corazón supongo que unen.

El público aplaudió la entrada de 'Milán Madrid Chicago París', la declaración de amor de 'Believe in us' y la sentida interpretación a piano y voz de 'She's mine but I'm not yours', mejorada al desnudo con respecto a su grabación. Y ovacionó en la despedida a un Johanson creo que sinceramente emocionado: debe resultar emotivo volver a los escenarios tras casi un año de pausa. Había señalado en la previa que le gustaría dejar algo de belleza cuando se marchara. Y en Murcia a fe que lo hizo.

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