Juan Antonio Muñoz
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Juan Antonio Muñoz
No hay tiempo para el respiro. Las semanas se suceden a una velocidad aplastante, las hojas de los calendarios hacen oídos sordos a la paciencia y el entusiasmo general no ha dejado de crecer desde que se anunciara tanto el cartel de la segunda ... edición del Rock Imperium, la cual se celebrará en Cartagena del 23 al 25 de junio, como el esperadísimo concierto de Iron Maiden en el estadio Enrique Roca de Murcia el próximo 20 de julio. Sin embargo, Juan Antonio Muñoz, director del citado festival y de la promotora Madness Live!, transmite un contagioso equilibrio entre la calma y la ilusión a la hora de analizar la importancia y cercanía de dos eventos destinados a marcar para siempre este verano musical en la Región. Las expectativas, altas e inevitables, convertidas en gasolina para activar el robusto motor de lo que está por venir. Charlamos con Juan Antonio durante uno de los pocos paréntesis que le ofrece su apretada agenda.
–Ante la llegada inminente de la segunda edición del Rock Imperium y el concierto de Iron Maiden, dígame la verdad, ¿cómo andan esos nervios?
–La verdad es que bien. Es cierto que cuando se van acercando las fechas se va notando la manera en la que crece la tensión, tanto para mí como para el equipo, pero precisamente soy yo el que tiene que demostrar la mayor calma posible. Llevamos casi veinte años haciendo conciertos, muchos de ellos de gran calado, por lo que la situación y los nervios están bajo control.
–¿Qué es lo más apasionante y lo más complicado de su trabajo en estas semanas marcadas a fuego en la agenda?
–Mantener la tensión alta y al equipo activo para que nadie pierda el rumbo. Todo el mundo tiene que estar centrado para que, si surge algún inconveniente, que es algo inevitable, se siga el ritmo y el orden de trabajo según está planificado. Hay que intentar que todo vaya sobre ruedas hasta la fecha tanto del Rock Imperium como del concierto de Iron Maiden.
–Hablando precisamente del festival, recuerdo que en la rueda de prensa de la presentación de su primera edición subrayó la ilusión que le hacía llevarlo a cabo en Cartagena. Un año después, ¿de qué forma ha variado su visión sobre la ciudad?
–No ha cambiado mucho. Se confirmó que Cartagena es una ciudad bellísima y perfecta en lo que respecta al concepto de festival que podemos ofrecer al público, sobre todo a la hora de proporcionarles posibilidades culturales y demás. En lo negativo, descubrimos los problemas de comunicación que tiene la ciudad. No es fácil llegar a Cartagena. Y el alojamiento también es otro inconveniente que, de hecho, está siendo todavía más grande de lo que pensábamos. En cualquier caso, el recinto y la gestión están yendo fenomenal, así que estamos muy contentos de estar en Cartagena.
–¿Qué expectativas tiene respecto a esta segunda edición del festival?
–Lo primero, mejorar en aquellos aspectos menos positivos que descubrimos el año pasado. La primera edición de un festival siempre es una prueba de fuego. Por ejemplo, hemos hecho reestructuraciones en el aforo, porque va a venir más gente en esta edición, y también hemos incluido una tercera jornada. La idea es aplicar mejoras, crecer un poquito y asentar este formato de cara al futuro.
–Más allá de nombres tan gigantes y reconocidos como Kiss, Deep Purple, Helloween o Europe, creo que conviene subrayar la importancia de esas otras bandas que, pese a no aparecer con letras tan grandes en el cartel, juegan un papel fundamental a la hora de engrandecer el festival.
–Sin ninguna duda. Como fan que soy del rock y el heavy metal, géneros que llevo toda la vida escuchando, estoy muy feliz de poder contar con grupos como The Winery Dogs, Soen, Aborted, Ángel Negro, The Black Tree, Rainover o Elure. Aunque el año pasado estuvo muy bien, creo que el cartel de esta segunda edición ha quedado todavía mejor. Es bastante compacto y coherente.
–Entremos ahora en el terreno de Iron Maiden. ¿Qué es lo más complejo a la hora de conseguir y desarrollar la puesta en marcha de un concierto de estas dimensiones?
–Lo bueno es que tenemos un trato cercano y constante con el equipo de management del grupo desde el año 2017 y hemos trabajado con ellos en el concierto de Madrid de aquel año y en el de Barcelona en 2022. Hablamos de una de las bandas más grandes del mundo, sin importar el género musical, así que, teniendo en cuenta la enorme estructura que tienen detrás, trabajan con una gran antelación y profesionalidad. Hace bastante tiempo, mientras barajábamos las posibilidades de conciertos de Iron Maiden en España, propuse hacer una fecha en mi Región, claro, así que, ya que no podía ser por cuestión de fechas y dimensiones en el Rock Imperium, no olvidemos que es una banda más grande que muchos festivales, nos pusimos a trabajar para traerles al recinto más grande posible: el estadio Enrique Roca. A partir de ahí, lo más complicado fue conseguir el espacio. ¿Cómo puede ser tan difícil lograr algo así cuando se trata de un grupo que va a dar el que posiblemente sea el concierto más grande de la historia de la Región? Me frustra lo complicado que es la gestión de un espacio público para la celebración de eventos de estas características. Y lo digo como alhameño afincado en Murcia y orgulloso de esta tierra.
–Una vez logrado, ¿hasta qué punto cree que este concierto puede suponer un punto de inflexión para que más giras internacionales pasen por la Región?
–Debería serlo. La Región es un diamante en bruto que, en mi opinión, tendría que estar más aprovechado en este ámbito. Es evidente que las grandes giras miran siempre a Madrid, Barcelona y País Vasco y es muy complicado que salgan de ese círculo, pero ha quedado claro que es posible traerlas aquí con recintos como el estadio Enrique Roca o la Plaza de Toros. Este tipo de conciertos, capaces de reunir hasta treinta mil personas, tienen que contar con un lugar adecuado en el que no se moleste a los vecinos y con las condiciones necesarias, además de cumplir con lo que quieren los artistas. Y esta tierra lo puede ofrecer, además de tener un público increíble. Lo que ocurre es que, para que esto pase, se necesita la colaboración pública y que las instituciones terminen de darle forma a la idea de que los conciertos masivos aportan prestigio a la Región, además de ser un motor económico espectacular. Ojalá la visita de Iron Maiden permita que lleguen a la Región otras grandes giras como las de Coldplay, Bruce Springsteen, Muse o Bad Bunny.
–Hay un factor que une a estos dos eventos: la fidelidad de quienes disfrutan de estos géneros musicales. Estamos ante un tipo de público especial, ¿no cree?
–Totalmente. Es cierto que cuando llegas al nivel de Iron Maiden o Kiss es algo que trasciende y se convierte en eventos que llegan a todo el mundo, pero la base está formada por quienes aman esta música. Los fans del rock y el heavy metal siempre responden a la llamada. Estaban, están y estarán. Somos una promotora que solamente hace conciertos de este estilo porque creemos que es la mejor música y el mejor público.
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