Secciones
Servicios
Destacamos
¿Y si todo es mentira?», me preguntan. «Desde luego -respondo- nada es verdad. La pregunta es: ¿cuál es el margen que nos queda entre el 'nada es verdad' y el 'todo es mentira'? En esa mínima franja, sin tiempo ni lugar, es donde vivimos, amamos...».
***
Estamos comenzando a normalizar las intimidaciones a los centros de menores. Sucede la primera vez y nos escandalizamos. Se repite una segunda, y ya nos invade una suerte de pereza mental que justificamos por el hecho de no convertir nuestra denuncia en un lugar común. Y es en este punto en el que, sin pretenderlo, nos convertimos en cómplices de los desalmados. Nos puede el imperativo de la 'originalidad', cuando no se trata de eso. El compromiso no es un género literario, ni una forma de ganar 'likes' en las redes sociales. Lo importante no es quién denuncia, sino lo denunciado. El odio y la violencia obran por repetición, por insistencia. Y si nuestro marchamo de 'autor' solo nos permite contrarrestar la primera vez del mal, a los supremacistas solo les hará falta insistir en sus dinámicas para actuar en la absoluta impunidad. Repitámonos cuantas veces haga falta: los 'odiadores' no van a dudar nunca en copiar sus actos de violencia.
***
Un compositor sostenía que había demasiado sufrimiento en el mundo; a lo que John Cage respondió que «solo había la cantidad correcta». ¿Qué es aquello a lo que se refería Cage con la «cantidad correcta de sufrimiento»? Primera opción: imbuido por el pensamiento oriental -y más concretamente por el zen-, llegó a la conclusión que lo que es, es, y, por lo tanto, no resulta ni mucho ni poco. Segunda opción: el «sufrimiento correcto» es aquel que el sistema puede asimilar sin alterarse. Las dos posibilidades me parecen atroces: la primera porque cualquier cantidad de sufrimiento siempre será demasiada. La segunda porque el sistema no tiene un límite para el sufrimiento. Es más, el mal llamado «equilibrio sistémico» es una falacia economicista que encierra la clave de todo: cada vez se necesita mayor sufrimiento para sostener un menor bienestar. Y esta disimetría tiene una capacidad de desarrollo infinita. El «sufrimiento correcto» es un sufrimiento desproporcionado, obsceno.
***
Las opiniones de Cs son irrelevantes, ya no cuentan. Y lo peor de todo es que ellos todavía no lo saben. Siguen opinando como si el estado estuviera en sus bocas.
***
Mientras que cantaban henchidos de buenos sentimientos 'Noche de Paz', decenas de inmigrantes llegaban a nuestras costas. Esas mismas voces que entonaban el amor fraterno y universal no tardaron, al día siguiente, en exigir que los 'sin papeles' fueran expulsados de la patria y no se les asistiera en caso de enfermedad. Si fueran figuras del Belén, ellos, por supuesto, serían Herodes y sus soldados.
***
Si el pragmatismo es la opción para no enfadar a nadie y vivir como Dios, yo, desde luego, he optado por un antipragmatismo sin límite. Te llueven hostias por todos lados, pero, al menos, cada cicatriz es un recordatorio de realidades no evitadas.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.