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Toya Viudes publica su primera novela, 'Abril'.
Toya Viudes: «A mí, me sueltan en paracaídas ahora mismo no sé dónde y sé que sobreviviría»

Toya Viudes: «A mí, me sueltan en paracaídas ahora mismo no sé dónde y sé que sobreviviría»

La periodista murciana, que ha vivido ocho intensos años en Colombia, presenta el lunes en el Párraga su primera novela, 'Abril'

Antonio Arco

Murcia

Sábado, 7 de diciembre 2019, 02:49

«Hola, me llamo Abril y acabo de dejar la gran ciudad. Alguien alguna vez escribió que esa fría capital entre montañas es como el novio que te saca de quicio, pero al que quieres tanto que perdonas todo hasta que un día, harta de gastarte el sueldo en terapias y pañuelos para lágrimas, mandas al mismísimo carajo». Así arranca 'Abril', la primera novela de la periodista Toya Viudes (Murcia, 1967), escrita entre mil aventuras y mil asombros en Colombia, donde ha vivido los últimos ocho años, y que el lunes, a las 19.00 horas, en el Centro Párraga, presentará acompañada por la periodista Fuensanta Carreres y por Miguel López Guzmán. La novela, «una historia de amores frustrados y memorias secuestradas», dedicada «a mis padres, por tantos libros», «a mis amigos, por darme alas», «al Caribe, por su inspiración» y «a Colombia, por todo», y escrita respirando el mismo aire que un mar y una selva imposibles de olvidar, le ha permitido a la autora cumplir un sueño acariciado desde su infancia.

  • Presentación: Lunes 9 de diciembre, a las 19.00 horas en el Centro Párraga de Murcia.

-¿Ha dado por finalizada su vida en Colombia?

-Allí he dejado mi ropa, mis afectos, mi coche...; lo he dejado todo porque romper así, de buenas a primeras y después de tanto tiempo, era demasiado duro para mí. Se supone que en unos meses vuelvo, y no sé si para quedarme otro tiempo o para dar carpetazo, no tengo ni idea. Me estoy dejando un poco llevar [sonríe].

-¿De qué sí que tiene idea?

-No tengo ni idea de nada, y creo que eso es lo bonito de la vida: dejarse llevar por su vaivén. La verdad es que aprendí, hace mucho tiempo, que lo único que importa es el aquí y ahora. Aunque suene pedante, con los años me he dado cuenta de que ni tengo pasado, ni tengo futuro, solo tengo el presente. He aprendido a no hacer planes, algo a lo que tampoco he sido muy aficionada, porque los pocos que he hecho, la vida se ha encargado de que no salieran bien, o me ha puesto delante otros, y no quiero perder el tiempo. No tengo ni idea de nada, ya le digo, pero no me vaya a poner ese titular que luego mi padre me dirá: '¡Ay, Dios mío, te dije que midieras las palabras!' [risas].

«No me gustan para nada esos discursos feministas radicales en contra de los hombres»

-¿Por qué se fue a Colombia?

-Por romper con la rutina; mi vida aquí [en Murcia] era súper cómoda, pero no quería conformarme. Me pregunté: '¿Qué sería de mí a diez mil kilómetros de distancia, en un lugar sin nadie que me pudiese echar una mano, donde nadie tiene ni idea de mí? Y rompí con la rutina, con ese día a día que me estaba matando.

-¿Qué ha descubierto en estos años sobre usted misma?

-He descubierto que soy una mujer valiente y capaz de muchas cosas. Después de haber vivido tantas cosas, y tan distintas, en Colombia, donde llegué con una maleta a partir completamente de cero; a mí, me sueltan en paracaídas ahora mismo no sé dónde y sé que sobreviviría. En Colombia ha habido momentos sublimes, de una felicidad inmensa, y otros de querer morirme, de decirme 'qué hago yo aquí', 'qué difícil es todo', 'nadie me entiende'... Pero me he convertido en una mejor persona y eso es muy satisfactorio, y más a esta edad en la que las mujeres empezamos ya a ser invisibles; está muy bien haberme podido demostrar a mí misma que no me para nada, y comprobar que con empeño y esfuerzo puedes conseguir lo que te propongas. Tengo muy claro que nunca es tarde para intentar que se hagan realidad tus sueños. Yo me fui con más de 40 años ya, cuando se supone que la gente tiene ya la vida resuelta. Nunca se es mayor para nada.

«Me apetecía mucho darle voz a las mujeres»

-¿Qué quería contar en 'Abril', que comienza con ella «cruzando el Atlántico huyendo de una pareja que no funciona y de la rutina que la está matando»?

-¡Abril no soy yo, pero tiene mucho de mí! Es una novela muy femenina, 'Abril' cuenta el viaje desesperado de una mujer que no quiere renunciar a su parte femenina, ni tampoco renunciar al amor de un hombre. Me apetecía mucho darle voz a las mujeres, y hacerlo con mucha franqueza. Creo que Abril puede ser cualquier mujer.

-¿Lo ha tenido usted más difícil en Colombia por ser mujer?

-La verdad es que no.

A la espera

-¿Qué le despierta curiosidad?

-Saber cómo van a recibir la novela los hombres.

-Con los que se lleva muy bien.

-Sí, por eso no me gustan para nada esos discursos feministas radicales en contra de los hombres. Yo he tenido, desde siempre, grandísimos amigos hombres que me han aportado muchísimo. Mi vida no tendría sentido sin los hombres, empezando por mi padre [es hija de Adrián Ángel Viudes y de Maite de Velasco], que para mí es fundamental y que me ha enseñado a mirar al mundo de una forma que le agradezco. Ya le digo, no entendería la vida sin el amor de los hombres. Me declaro abiertamente heterosexual [risas].

Dice Toya Viudes lo mismo que Abril, y ambas tienen razón: «En este mismo instante, en algún lugar del mundo, alguien bebe café, pide un helado, tiene hipo, sale a pescar, abraza a su hijo, monta a caballo, corta una flor, surfea una ola, engaña a su amante, piensa que sí y luego que no, come jamón, contempla el cielo, bebe cerveza, camina descalzo, vuela una cometa, tiene miedo, pilota un avión, siente frío, echa de menos, se lanza en paracaídas, hace el amor, duda de todo, llora en silencio. Lava los platos».

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