![Miguel Pablo Sancho Gómez: «En este mundo el olor del vino y las rosas se mezclaba con el de la sangre»](https://s2.ppllstatics.com/laverdad/www/multimedia/2025/02/11/198797224--1200x840.jpg)
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Miguel Pablo Sancho Gómez (Murcia, 1978), profesor de la Facultad de Educación de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), ha encontrado un filón en la figura del arzobispo de Colonia Dietrich von Mörs, protagonista de una saga de novelas históricas que comenzó en ... 2019 con 'Intriga en Colonia' y ha continuado con 'El cubil de Gerd von Überlingen', 'Intriga en Borgoña' y 'Noticias desde Bremen', todas ellas publicadas por ECU (Editorial Club Universitario). El último volumen, 'Noticias desde Bremen', será presentado este martes por el autor y por el profesor de Literatura y colaborador de LA VERDAD Antonio Candeloro en el Centro Cultural Las Claras de la Fundación Cajamurcia, a partir de las 19 horas. A escasos metros de donde Miguel Pablo pasó muchas horas de su infancia, la biblioteca regional, en su anterior ubicación del Museo Arqueológico.
En 2007 empezó a armar esta saga, pero no fue hasta 2019 cuando se dio a imprenta la primera de estas historias, que seguirá con un quinto volumen, 'Entre ladrones', en el que trabaja actualmente. Es una saga muy cinematográfica, y dice Sancho que la realidad supera a la ficción, y de largo, «pues en el norte de Alemania nos encontramos con un panorama muy peliculero, totalmente hollywoodense, en el que tenemos a los hombres de los pantanos, los indómitos 'dithmarschen', y a los piratas de ríos y del mar del Norte, los crueles y dañinos 'vitalienbrüder', expulsados del mar Báltico y los mayores enemigos de la Orden Teutónica». Estas sociedades son, explica el autor, las últimas sociedades libres que quedaban en Europa, sin señor feudal ni estructura feudal, no pertenecen a ningún Estado ni principado. Los hombres de los pantanos se defendían inundando sus territorios, que estaban llenos de esclusas, compuertas, diques y canales, igual que la Holanda actual. «Cuando les invadía un ejército grande, lo inundaban todo y para ese ejército era un desastre. Luchaban en los pantanos, territorio difícil para la guerra, por las arenas movedizas y las charcas, si no conocías bien el terreno podías caer en un pozo de cieno y no salir jamás. Aprovechando esas dificultades del terreno lograron mantenerse libres durante mucho tiempo». En estos escenarios, es cierto, había más de una novela. Una saga, atisbó con claridad.
Johan Huizinga, filósofo e historiador neerlandés, dijo que la época del arzobispo Dietrich von Mörs era «muy violenta». «Un mundo tan variopinto», señala, «que el olor del vino y las rosas se mezclaba con el de la sangre». En este tiempo aparece el protoestado, «pero todavía no es el Estado moderno que conocemos nosotros. Entonces el tema de la violencia era privado, al igual que la guerra, que eran monopolios privados. En el mundo en que vivimos hoy los gobiernos tienen el monopolio de la violencia, y deciden utilizarla en el sentido que ellos consideran oportuno. En aquel tiempo había guerras privadas por doquier, peleas familiares, reyertas, vendettas de unos contra otros... era un mundo terrible».
Dietrich von Mörs empieza a gobernar como arzobispo en Colonia en 1414. «Es bastante divertido», anota el historiador murciano, «porque era joven cuando da su primera misa para coronar como rey de romanos a su amigo Segismundo [emperador del Sacro Imperio Romano Germánico como sucesor de Carlos IV; fue investido rey de Hungría y rey de romanos; fue el último emperador de la dinastía Luxemburgo]. Hasta entonces no había dado una misa. Los votos y su ordenamiento sacerdotal los consigue gracias a pagos en metálico, un soborno más. Dietrich von Mörs tiene una vida muy larga, está como arzobispo hasta su muerte en 1463. Él empieza cuando la Edad Media está operativa, de hecho, la Guerra de los Cien Años todavía está en su apogeo, pero, en cambio, cuando él fallece por causas naturales Europa está a las puertas del Renacimiento. Su vida transcurre desde esa etapa de transición entre la Edad Media y el Renacimiento».
Sobrevivirá gracias a mucha gente. «Hay muchas canciones de época en las que hay lamentos hacia los muertos, los propios emperadores cuando eran más poderosos, en el siglo XI, XII y XIII, intentaron conquistar toda Italia para unir el Antiguo Imperio Romano con el Nuevo y se quejan mucho de la cantidad de caballeros que han perdido en todas esas pugnas para conseguir sus sueños y ambiciones. Es una época en la que tenemos la famosa peste negra, con unas condiciones de vida inadecuadas, y donde la enfermedad estaba a la orden del día, junto con la guerra y las malas cosechas. Todo ello creaba un mundo en el que la muerte era testigo presencial de todos los días».
Recuerda Miguel Pablo Sancho Gómez a un buen amigo, Antonio Peñafiel, catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Murcia (UMU), gran especialista en la figura del cardenal Belluga. «Nos enseñó muchísimo en las clases, aprendí mucho de él, luego después fue un gran amigo mío. Y todo lo que nos enseñó de Belluga a la hora de investigarlo ha sido válido para investigar a Dietrich von Mörs. Porque ambos eran hombres de contrastes, los dos estuvieron metidos en cuestiones de guerra. Eran reformadores, muy duros controlando sus dominios. Dicen que cuando Belluga se hizo Cardenal y ya vivía en Roma, quería seguir controlando con sus topos lo que sucedía en Murcia. A mí Von Mörs me recuerda a Belluga».
–En 'Noticias de Bremen' encontramos a Hans Dörflinger, hombre de confianza del arzobispo, en una nueva misión: escoltar al castellano Pedro de Peñafiel para urdir una red de influencias en Bremen. Allí descubren una trama para asesinar al obispo.
–Von Mörs quiere crear una red clientelar de obispos y arzobispos que estén en su bando y que se unan a una nueva doctrina del conciliarismo para aumentar su poder tanto en Roma como en las tierras alemanas. Manda a un emisario de viaje a que visite al obispo de Bremen para sumarlo a la causa, y Hans Dörflinger, un mercenario joven al servicio del arzobispo de Colonia, será el escolta, cruzará el norte de Alemania, lleno de peripecias. Tendrá que tomar decisiones y lidiará con problemas muy grandes.
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