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Su contemplación, pese a su minúscula presencia, impresiona. Por la inquietud que provoca, por su desgarro interior, su tragedia evidente a la luz del mundo ... entero y por la vida desasosegada que parece recorrer todo su cuerpo: es el 'Ciego con cataratas', de Giuseppe Sanmartino, que forma parte del exuberante y hermoso 'Belén napolitano de la Colección García de Castro', que brilla silencioso, entre los tesoros exhibidos en el Museo Salzillo de Murcia, gracias a la donación llevada a cabo por la Fundación San Antonio de la Universidad Católica de Murcia (UCAM). A partir de ahora, los visitantes y el público en general interesado cuentan con una publicación-guía, editada por el propio Museo, con diseño y fotografías de José Luis Montero y textos de María Teresa Marín y Emilio García de Castro, que permite conocer a fondo la historia y la riqueza artística que atesora un belén compuesto por obras como la del 'Ángel con filacteria', de Nicola Somma; o la 'Virgen María y San José', de Salvatore di Franco, rebosantes de dulzura y complicidad; obras que el espectador no se cansa de contemplar.
Título 'Belén napolitano del Museo Salzillo (Colección García de Castro. Fundación San Antonio)'
Textos y edición María Teresa Marín, Emilio García de Castro; palabras preliminares a cargo de Antonio Gómez Fayrén y José Luis Mendoza. Edita el Museo Salzillo.
Coordinación general Germán V. Cantero Martínez.
Diseño y fotografías José Luis Montero.
El presidente de la Comisión Ejecutiva del Museo Salzillo, el respetado y astuto Antonio Gómez Fayrén, quien reconoce que «una de mis mayores satisfacciones como presidente durante estos años, ha sido que el 'Belén napolitano' que con tanto mimo reunieron los hermanos García de Castro se pueda contemplar hoy aquí», recuerda que «este magnífico 'presepe' [pesebre] fue fruto del estudio concienzudo y la investigación paciente de ambos hermanos, entusiastas de esas auténticas maravillas que realizaron los más reputados artistas y artesanos de Nápoles en el XVIII». Maravillas que fueron adquiriendo a lo largo de «innumerables viajes para volver a reunir esos pesebres que fueron disgregándose con el paso del tiempo y que ellos, con constancia, han vuelto a agrupar».
«Cuando el dramaturgo y poeta español Leandro Fernández de Moratín (1760-1828) visitó Nápoles», cuenta María Teresa Marín, directora del Museo, «le llamó la atención la algarabía y vivacidad de la ciudad, realizando una minuciosa descripción de la misma en su 'Viaje a italia' (1793)». Por entonces, «la bellísima Nápoles contaba con más de cuatrocientos mil habitantes, sobre un escenario que incluye el privilegio del espectacular Vesubio y el de estar bañada por el mar Tirreno». Y es cierto que, como apunta la también profesora de la UMU, leyendo las descripciones de Moratín «da la sensación de que el escritor bien pudiera estar delante del 'Belén napolitano de la colección García de Castro', explicándolo a unos casuales y afortunados visitantes». Porque todo el dinamismo y la viveza, el clamor y el colorido del Nápoles del XVIII pueden observarse en este barroco belén formado por más de seiscientas piezas, de las que trescientas corresponden a figuras humanas y a representaciones de animales. Su valor aumenta con el hecho de que algunas de ellas procedan de la casa de Borbón, e incluso de la colección personal de Carlos III, y de que en su mayoría sean furto del talento de los artistas napolitanos más aclamados del XVIII.
Sus protagonistas parecen a punto de dirigirle la palabra directamente al espectador. «Algunos, con gran elocuencia, hablan, gritan o cantan, como los personajes del mercado», indica Marín. «Mientras», añade, «otros se maravillan, como los pastores de la Anunciación». Tampoco faltan «los que se divierten en las tabernas, expresando alegría y desenfado». Y también «hay multitud de etnias, especialmente en las bandas de músicos y Cortejo de los Reyes Magos».
«Sin duda», afirma Marín, «para el Museo Salzillo es una oportunidad única el poder mostrar en su exposición permanente un pesebre de estas características, junto al Belén de Salzillo realizado entre 1776 y 1800 para Jesualdo Riquelme». Prácticamente contemporáneos, «la contemplación de ambos», precisa, «permite el estudio de las tradiciones belenísticas napolitana y española. Además, no hay que olvidar que el padre de Francisco Salzillo, el también escultor Nicolás Salzillo [autor de la exquistia 'El alma dormida', custodiada en el murciano Convento de Santa Ana], se formó en la Nápoles de finales del siglo XVII [del que venimos hablando], por lo que ahora es posible ahondar en las raíces napolitanas de los Salzillos y conectar ambos mundos».
«Muchos de los más importantes autores napolitanos de la época», resalta, «están presentes en este 'Belén napolitano». El más famoso, el ya citado Giuseppe Sanmartino (1720-1793). Pueden admirarse algunas figuras suyas como las del niño vocero que vende pescado, el fumador de pipa, el pastor adorador con zanfona del Nacimiento y la mujer de la zapatería, entre otras; piezas todas ellas de excelente calidad y abundantes en encanto.
Estamos ante cientos de pequeñas obras de arte a las que los hermanos Emilio y Carmelo García de Castro se aficionaron con pasión desde que en su infancia viajaron a Italia con su padre y contemplaron un 'presepe' en Venecia que les dejó boquiabiertos. «Pero fue a partir de 1979», recuerda Marín, «cuando empezaron a coleccionar de forma constante y ordenada». Emilio García de Castro (Madrid, 1923-2014), arquitecto y catedrático de la Politécnica de Madrid, fue también comendador de la Orden del Santo Sepulcro y uno de los primeros estudiosos del belén napolitano en España. Su pasión fue compartida por su hermano Carmelo, también madrileño, nacido en 1929, e ingeniero de profesión.
Gómez Fayrén no se olvida de cómo llegó el 'Belén napolitano' al Museo Salzillo: «A los hermanos García de Castro hay que agradecerles que finalmente se decidieran a cederlo en nuestra insitución en la Navidad de 2013, cuando prestamos temporalmente el Belén de Salzillo al Ayuntamiento de Madrid». «Aquella Navidad», rememora, «fue un éxito su contemplación en el Museo Salzillo, donde se llegaron a casi 20.000 visitantes en el tiempo en el que estuvo expuesto». «En febrero de 2014», añade, «pasó a la planta primera, en los momentos en los que falleció Emilio García de Castro». Las visitas al 'presepe' se prolongaron hasta octubre de 2014, «mes en el que el presidente de la Fundación San Antonio y de la Universidad Católica de Murcia, José Luis Mendoza, decidió su adquisión para su exposición pública y permanente en el Museo Salzillo». Gómez Fayrén le agradece «su labor encomiable por la educación y la cultura en Murcia».
José Luis Mendoza, recientemente distinguido con el premio 'Valores olímpicos' otorgado por el Comité Olímpico Español (COE), y apasionado de la tradición belenística, en parte por su admiración y devoción a la figura, tan desconcertante como apasionante, de san Francisco de Asís, cita palabras del Papa Francisco para indicar que «el belén, en efecto, es como un Evangelio vivo que surge de las páginas de la Sagrada Escritura». «La contemplación de la escena de la Navidad», argumenta el pontífice, «nos invita a ponernos espiritualmente en camino, atraídos por la humildad de Aquel que se ha hecho hombre para encontrar a cada hombre».
José Luis Mendonza confía en que «la belleza, que se enraíza para poder ser en la verdad y en el bien, y que tiene en este 'Belén napolitano' una magnífica expresión, cumpla con su destino: acercanos al amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús hecho hombre por amor a los hombres».
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