David Uclés en Murcia: «Ahora estoy contento de los portazos editoriales»

En pleno idilio con el realismo mágico, el solicitado escritor decidió cerrar el libro para no dejarse influenciar por la gran novela de Gabriel García Márquez y así poder contar el la Guerra Civil en clave de realismo mágico. Un proyecto literario que duró 15 años y que ahora, un año después de su lanzamiento, ya va por su decimoquinta edición. «Ahora estoy contento de esos portazos editoriales porque han hecho que mejore el texto. Me lo echaban para atrás por muchas cosas, pero yo sí que veía que se podía contar toda la guerra en clave de realismo mágico. Fui muy cabezón», explicó el autor, que anunció que su exitosa novela se convertirá en una serie de ficción.

«Yo quería ser el nuevo Irene Vallejo y que un editor tuviera un flechazo conmigo», contó Uclés, que considera «un acierto» publicar con la editorial Siruela: «Fue una apuesta, un experimento que no todas las editoriales pueden hacer».

David Uclés, que ya había publicado las novelas 'Emilio y Octubre' (Dos Bigotes) y 'El llanto del león' (Premio Complutense de Literatura) –y galardonado con las becas Leonardo y Montserrat Roig–, se dio cuenta poco a poco de la buena aceptación de su novela, aunque sí distingue momentos clave en este recorrido, como la última Feria del Libro de Madrid, en la que fue el autor que firmó durante más tiempo: 26 horas. Otro golpe de realidad llegó en Navidad, cuando recibió las llamadas de Joaquín Sabina, el hispanista Ian Gibson e Iñaki Gabilondo. «Ahí explotó todo», considera él sobre el éxito de un título con el que es el candidato español al Premio de Literatura de la Unión Europea (EUPL).

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Escritor, traductor, músico y dibujante, David Uclés se entregó en este encuentro a los lectores, que formaron una extensísima fila tras finalizar el acto para llevarse una dedicatoria –y una foto y un abrazo– del apreciado autor, que explicó algunos de los entresijos de esta historia tan leída. Contó anécdotas de las más de cien presentaciones que ha realizado en el último año y animó a los lectores a sacar sus propias conclusiones sobre el conflicto bélico que fracturó el país: «Yo tengo mis propias ideas, progresistas, pero en el libro trato de ser objetivo. En todas las conversaciones que he tenido durante los viajes que he realizado [para documentar esta novela] me ha quedado claro que nadie quería matar. Nadie recuerda la guerra como algo de lo que sentirse orgullosos y nadie se sentía bien matando al enemigo, fuera del bando que fuera. Yo me he mojado en todo. El lector es soberano y, sin que yo se lo tenga que decir, ya sabe al final del libro qué bando se propasó más».

El creador de este 'best seller', que confesó su divertimento «hablando con Dios, con Unamuno, con Miguel Hernández y con Franco», destacó su simpatía por Odisto, el personaje principal, «porque es un hombre que solo se debe al campo y no coge un arma en toda la novela. Yo supongo que soy José. Por eso a él le pongo un novio guapo», bromeó el escritor que ha dado forma a las historias que hace años le contaba su abuelo.