Borrar
Juan Ramón Lucas.Estado actual de la fachada de la Casa Zapata, también conocida como Casa del Tío Lobo, en Portmán. José María Rodríguez / AGM
«Ver la casa del Tío Lobo me produjo una enorme conmoción», dice Juan Ramón Lucas

«Ver la casa del Tío Lobo me produjo una enorme conmoción», dice Juan Ramón Lucas

«Fue el corazón de un verdadero poder y es una pena que haya dejado de latir», señala el periodista, que ambienta su primera novela en este histórico edificio de Portmán

ROSA MARTÍNEZ

MURCIA.

Lunes, 22 de octubre 2018, 08:49

Una cena informal, hace cuatro años, puso a Juan Ramón Lucas (Madrid, 1958), sobre la pista de Miguel Zapata. El acaudalado empresario, responsable de la explotación minera en la Sierra Cartagena-La Unión a finales del siglo XIX y principios del XX, apareció de modo casual en una conversación que el periodista mantenía entonces con el exdelegado del Gobierno y exalcalde de La Unión Francisco Bernabé. Conocido como Tío Lobo, Zapata logró despertar el interés de Juan Ramón Lucas, fascinado por el devenir de quien antaño había ostentado un gran poder en la zona. Poco después, el afamado propietario se convertiría en un personaje de ficción; en el protagonista de la primera novela de Lucas, 'La maldición de la Casa Grande' (Espasa, 2018).

«Me atrapó», confiesa el también presentador y pregonero del Cante de las Minas de La Unión en 2007, certamen que desde entonces visita con regularidad y al que en 2013 volvió para recoger su Castillete de Oro. «Cuando me hablaron del Tío Lobo, y me cuentan cómo era, el poder que acumuló, lo que significó y todo lo que vivió, ya que a pesar de su situación económica no pudo evitar que la muerte se cebara con su familia y que la enfermedad lo torturara, sentí una gran fascinación por el personaje, sobre todo, por el olvido en el que cayó», recuerda Lucas, quien a partir de ese momento inició un trabajo de investigación en torno a la figura del gran empresario.

Para construir su historia, Lucas recurrió a las informaciones que de la época se conservan en los archivos y a los datos que le ofrecieron, entre otros, algunos autores amigos como, por ejemplo, señala, María Dueñas. También visitó en varias ocasiones, tres en concreto, la casa que Miguel Zapata (1841-1918) habitó durante sus últimos años en Portmán, una joya arquitectónica construida en 1913, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 2002, y diseñada por el destacado arquitecto modernista Víctor Beltrí.

Declarado BIC en 2002 y de titularidad privada, el inmueble se encuentra cerrado y en estado de abandono

La primera visita a la casa, actualmente cerrada y en estado de abandono, resultó crucial para la novela de Juan Ramón Lucas, quien decidió darle un mayor protagonismo al escenario por el que transitaron sus, a la postre, personajes. La casa, sostiene el periodista, «ha cambiado, hay cosas que se han modificado, pero sigue manteniendo una gran belleza. Verla, me produjo una enorme conmoción», reconoce Lucas.

«Hay una suerte de destino común entre Zapata y el que fuera su hogar», afirma el locutor radiofónico

A ella ha vuelto en dos ocasiones más. Y en cada una las emociones se han acrecentado. «Hay una suerte de destino común -cree Lucas- entre Zapata y el que fuera su hogar. Epicentro de un universo tremendo, la casa fue el corazón de un verdadero poder, y es una pena que haya dejado de latir», apunta el periodista, quien traza una línea paralela entre el «olvido» en el que cayó el personaje y el estado del inmueble, cuya rehabilitación han pedido en diversas ocasiones tanto partidos políticos como colectivos en defensa del patrimonio.

La última solicitud de información sobre la situación de la casa, propiedad de Portmán Golf, y las acciones previstas para su recuperación la realizó Ciudadanos en la Asamblea Regional el pasado septiembre, requerimiento tras el cual la consejera de Turismo y Cultura, Miriam Guardiola, aseguró que se instaría a los dueños a «conservar, custodiar y proteger el inmueble».

Desde la Consejería afirman que la empresa ya realizó en 2015 «actuaciones de urgencia para frenar su deterioro», y que este mismo verano, tras una queja trasladada por el Defensor del Pueblo, se realizó una nueva inspección en la que se constató que «el estado de conservación del inmueble es similar al que tenía a finales de 2015», lo que, a juicio de Cultura implica «que las medidas que entonces se realizaron sirvieron para detener el progresivo deterioro que sufría el inmueble».

Recuperación y visita

Desde Portmán Golf también señalan que «se han adoptado todas las indicaciones de conservación y seguridad que ha solicitado Patrimonio», e incluso añaden que «valoran la posibilidad de acometer, si las circunstancias económicas lo permiten, un proyecto de recuperación del inmueble como pequeño hotel».

Pese a todo, durante la última visita realizada por Cultura se detectaron, indican desde este departamento, «algunas deficiencias que podrían mejorar la situación general, y se envió un nuevo requerimiento a la propiedad para su subsanación», cuyo cumplimiento, «la Dirección General de Bienes Culturales tiene previsto comprobar en una nueva visita antes de final de año».

Desde el departamento que dirige Miriam Guardiola, recuerdan asimismo que la ley de patrimonio «no obliga a la reversión al estado original de los BIC», sino «a promover y adoptar las medidas oportunas dirigidas a la protección y conservación de los bienes». Esta ley también señala que los propietarios de inmuebles protegidos deben permitir su visita, salvo causa justificada, al menos cuatro días al mes. Esta visita debe ser, además, gratuita, según la última modificación de la ley, aprobada hace solo unos días por la Asamblea Regional.

La apertura al público sería para Juan Ramón Lucas una grata noticia. En su tercera incursión al que fuera el hogar de los Zapata, una vez que el libro ya había salido al mercado, el escritor y periodista pudo «recorrer la novela con sus dedos. «De repente -dice-, se volvió real».

Seducido por el drama de Zapata -«en él se junta lo mejor y lo peor del ser humano», describe-, Lucas ha enhebrado una historia que ha hecho, si cabe, un poco más grande su vinculación con La Unión, un lugar en el que encuentra refugio y en el que ha hallado a muchos lectores que, dice, han «revivido su propia historia con esta novela».

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad «Ver la casa del Tío Lobo me produjo una enorme conmoción», dice Juan Ramón Lucas