![Iron Maiden, medio siglo de heavy metal y literatura](https://s1.ppllstatics.com/laverdad/www/multimedia/2023/07/15/ljubljana-2023-future-past-v1.0-57319-U190790385461aqE--1200x840@La%20Verdad.jpg)
Iron Maiden, medio siglo de heavy metal y literatura
Música ·
El legado de la mítica banda británica, que actúa el próximo jueves en Murcia, está marcado por cuentos, novelas y poemasSecciones
Servicios
Destacamos
Música ·
El legado de la mítica banda británica, que actúa el próximo jueves en Murcia, está marcado por cuentos, novelas y poemasEl próximo jueves 20 de julio se espera que Iron Maiden reúna a cerca de 30.000 espectadores en el estadio Enrique Roca de Murcia. Será la primera vez que la banda británica, para muchos la mejor de la historia del heavy metal, actúe ... en la capital de la Región. No será un concierto más. Además de ser uno de los de mayor aforo de la gira, será también uno de los más multitudinarios que ha acogido la ciudad hasta la fecha, si no el que más. Un hito que puede extrañar a aquellos que no incluyen el rock entre sus preferencias musicales. Y es que, aunque Iron Maiden sea toda una institución dentro del género, resulta extremadamente notable que sigan llenando estadios y pabellones unos sexagenarios cuya carrera ha transitado a espaldas del gran público.
Durante 48 años nunca han necesitado sonar en la radio ni salir en la tele para mantener el éxito, y tampoco ahora necesitan figurar en las listas recomendadas de Spotify para seguir en lo más alto. De hecho, el público generalista ni siquiera sabe qué aspecto tienen estos tipos, ya que la labor de dar imagen al grupo recae en Eddie, su mascota, una especie de zombie de cómic cuyo diseño se actualiza con cada lanzamiento discográfico para adaptarlo a cada etapa creativa.
Una de las razones de la atemporalidad de la música de Iron Maiden es que bebe de fuentes de inspiración universales, como la historia, el cine o, muy especialmente, la literatura. Esto es algo que ya se aprecia en sus dos primeros discos, a pesar de su carácter más punk y con mayor interés por la denuncia social. Lanzados en 1980 y 1981, respectivamente, son un grito de protesta contra la Inglaterra del momento, marcada por una profunda crisis económica, inseguridad ciudadana y las políticas de Margaret Thatcher, que llegó a aparecer caricaturizada de forma bastante grotesca en la portada de un par de 'singles' de la banda. Su cruzada contra la conservadora se puede notar en el propio nombre del grupo: Iron Maiden hace referencia a un instrumento de tortura medieval, pero también al apodo que recibió Thatcher, la 'dama de hierro'.
Esta visión pesimista y oscura de la sociedad del momento se enfatizó con la inclusión de tres piezas inspiradas por la literatura gótica. 'Phantom of the Opera', con una duración de más de 7 minutos, supone una de sus primeras canciones con influencias progresivas y su letra es una relectura de la novela 'El fantasma de la ópera', de Gaston Leroux. Por otro lado, 'Murders in the Rue Morgue' e 'Innocent Exile' convierten un cuento de Edgar Allan Poe en la historia en dos partes de un hombre acusado injustamente de asesinato y su angustia emocional por verse obligado a vivir en el exilio para escapar de la justicia.
A pesar de que la carrera de Iron Maiden había logrado despegar gracias al éxito de sus dos primeros discos, su bajista, fundador y principal compositor, Steve Harris, decidió darle la patada al cantante Paul Di'Anno. Aunque el motivo oficial de su despido fue su carácter conflictivo y falta de implicación, no son pocos los que señalan como causa más probable el deseo de llevar el sonido de la banda a un nivel mayor de sofisticación y dejar atrás la herencia punk, algo que habría sido imposible con un macarra como Di'Anno al frente.
Sea como fuere, Bruce Dickinson se incorporó a Iron Maiden a finales de 1981 y rápidamente se hizo con las riendas. Harris no solo había encontrado un cantante más dotado, de estilo operístico, sino también un compositor más afín a sus inquietudes. Licenciado en Historia y buen lector, la pluma de Dickinson acabaría reforzando las influencias literarias de la banda, además de introducir un interés por el ocultismo, algo que ya se aprecia en 'The Number of the Best', canción que da título a su exitoso tercer disco. Basada parcialmente en el 'Apocalipsis' de San Juan, inmediatamente se convirtió en su mayor éxito hasta la fecha, aunque también les ocasionó no pocos dolores de cabeza al desatar una oleada de delirantes acusaciones de satanismo por parte de grupos conservadores, principalmente en Estados Unidos.
En el cuarto disco de la banda, 'Piece of Mind', se encuentra otro de sus clásicos esenciales, 'The Trooper'. La canción, que también da nombre a la cerveza oficial de Iron Maiden, se basa en un poema de Alfred Tennyson sobre la guerra de Crimea. Sin embargo, merece mención especial la elaborada pieza que cierra el álbum, 'To Tame a Land'. Se trata de un homenaje a 'Dune' que transporta al oyente al desértico planeta Arrakis a través de unas melodías arabescas que resultan hipnóticas. A pesar del cariño que destila la canción, no le despertó demasiada simpatía al autor de la novela, Frank Herbert, que amenazó con demandar al grupo si usaba el título de su obra. Se modificó, pero no antes de que salieran a la venta unas pocas copias ya manufacturadas que cotizan a precios obscenos en el mercado de segunda mano.
Poco más de un año después salió 'Powerslave', un quinto trabajo que incluye un guiño a 'Los duelistas' de Joseph Conrad y que, como ya era tradición, volvía a cerrarse con una ambiciosa perla progresiva. Lejos de caer en la reiteración, 'Rime of the Ancient Mariner' dinamitó el listón con unos niveles de complejidad y sofisticación nunca vistos hasta la fecha en una canción de heavy metal. A lo largo de casi 14 minutos, esta reformulación de la 'Balada del viejo marinero' del poeta Samuel Taylor Coleridge narra el tortuoso viaje de una tripulación a la deriva, condenada a perecer por culpa de una maldición que desata su capitán al cometer un acto de crueldad. Como un barco sujeto a los caprichos de las aguas, la épica composición presenta numerosos cambios de ritmo, con momentos de angustiosa quietud y otros que evocan la furia de un mar embravecido. Un broche de oro que adelantó los rasgos de estilo que definirían el sonido del conjunto en su etapa de madurez.
Durante la segunda mitad de los 80 Iron Maiden cultivó una faceta más experimental. En 'Somewhere in Time', donde se introdujeron guitarras sintetizadas, se pueden encontrar referencias a los viajes en el tiempo de H.G. Wells y al cine de ciencia ficción. Su sucesor, 'Seventh Son of a Seventh Son', es el único LP totalmente conceptual de su discografía y también el más literario. Se basa de forma directa en las novelas 'La hija de la luna', de Aleister Crowley, y 'El séptimo hijo', de Orson Scott Card, aunque la trama está escrita de forma ambigua, dejando espacio para la crítica social velada.
Tras el formidable esfuerzo creativo de 'Seventh Son of a Seventh Son', uno de los trabajos más brillantes de la carrera de Iron Maiden, la banda entró en la difícil década de los 90 tratando de recuperar la crudeza de sus inicios y centrándose en temáticas más candentes, como la Guerra del Golfo, la inminente caída del comunismo soviético y el desproporcionado miedo al sida que estalló tras la muerte de Freddie Mercury. Esta deriva creativa, junto al agotamiento y cierto desencanto hacia la situación que atravesaba la escena metalera del momento, forzaron la salida del guitarrista Adrian Smith y, poco después, del propio Bruce Dickinson.
A sabiendas de que había perdido un cantante insustituible, Harris, que además atravesaba una profunda depresión, decidió aprovechar las circunstancias para darle un nuevo giro al sonido de Iron Maiden. Su elección para el reemplazo fue Blaze Bayley, un vocalista barítono con un tono profundo y taciturno que nada tenía que ver con los cantos de sirena de Dickinson. Aunque la elección sigue generando acalorados debates entre los seguidores del grupo, este joven de Birmingham resultó ser un fichaje totalmente adecuado para los dos discos que le tocó defender, 'The X Factor' y 'Virtual XI', de naturaleza más grave e introspectiva. De esta época resultan muy destacables 'Lord of the Flies', basada en la novela 'El señor de las moscas', de William Golding, y 'Sign of the Cross', inspirada en 'El nombre de la rosa', de Umberto Eco.
Si bien Bayley había logrado darle un sello distintivo a la nueva etapa de Iron Maiden, en directo se hizo evidente su incapacidad para llegar a los registros altos de su predecesor a la hora de interpretar material antiguo. El inevitable relevo se produjo en 1999, con el regreso al micrófono de un Dickinson al que tampoco le iban demasiado bien las cosas como solista. No vino solo, sino que trajo consigo al guitarrista Adrian Smith. Curiosamente, su regreso no forzó el despido del que había sido su reemplazo, Janick Gers, sino que la formación se convirtió en sexteto, con una atípica alineación de tres guitarristas.
Esta reunión fue un revulsivo para la popularidad de Iron Maiden, que recuperó el favor de los fans que le habían dado la espalda durante los años 90. Sin embargo, en lugar de regresar al heavy metal clásico de los 80 que les dio el estrellato, los británicos iniciaron una nueva fase creativa caracterizada por reforzar unas influencias progresivas que en realidad siempre estuvieron ahí, aunque en segundo plano. El primer fruto de la nueva formación fue 'Brave New World', un disco inspirado, fresco y muy sofisticado que logró recuperar la esencia del grupo sin caer en la imitación de tiempos pasados. También en lo temático se volvió a poner el foco en historias más universales, como la que le da título, inspirada en la novela distópica 'Un mundo feliz', de Aldous Huxley.
Otro guiño a la literatura clásica llegó cinco años después con 'New Frontier', una relectura de 'Frankenstein' que explora el sentimiento de culpa del doctor y ofrece una advertencia sobre los peligros del progreso científico sin responsabilidad ética. Del mismo modo, 'When the Wind Blows' es una reformulación en clave irónica de una novela gráfica de Raymond Briggs. En la canción, la pareja protagonista, obsesionada con prepararse para afrontar el fin del mundo, acaba suicidándose en vano al confundir un simple terremoto con la llegada del Apocalipsis.
El inminente concierto de Iron Maiden en Murcia se enmarca dentro de la gira 'The Future Past Tour', que propone conectar su último disco, 'Senjutsu' (2021), con 'Somewhere in Time' (1986). Se trata de una idea bastante interesante porque ambos trabajos se caracterizan por contener referencias a los viajes en el tiempo narrados por H. G. Wells, enlazando así dos etapas de la banda separadas por 35 años pero relacionadas a nivel temático.
Como las teorías de líneas temporales propuestas por el padre de la ciencia ficción, el espectáculo conectará el pasado de Iron Maiden con una mirada al futuro, remarcando así la atemporalidad de una banda legendaria que no inventó el heavy metal, pero sí logró hacerlo inmortal al sacarlo de las calles para inculcarle erudición y señorío.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El pueblo de Castilla y León que se congela a 7,1 grados bajo cero
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.