Hablan los premiados

'Ante todo sinceridad' ha sido el tema que ha llevado a Sistema Nervioso a ganar el premio Rendibú en la categoría de Música (Mejor canción). Un grupo formado por jóvenes murcianos nacidos entre 1992 y 2001. Sistema Nervioso son Guille Solano (vocalista, compositor y guitarrista), Pedro Quílez (guitarrista, saxofonista y compositor) y Álvaro Meca 'Twenty' (bajo y batería). Estuvieron acompañados en la gala por Nacho Sánchez, director del videoclip, y José Martín, cámara del videoclip. Ganadores del Creamurcia 2024 en la categoría de Música Pop Rock, formaron la banda hace un año. Para ellos, concursos como Rendibú «son muy necesarios y cuantos más haya, mejor. Hay muchísimo talento en la Región de Murcia y nunca son suficientes los concursos».

-¿Cómo nace 'Ante todo sinceridad?

-G. S.: La canción surgió hace un año. Comenzamos con una melodía de bajo. Se me ocurrió hacer un bucle de ello e improvisar encima, medio rapeando, y acabé hablando de una experiencia amorosa anterior.

-P. Q.: A mí me mandó un audio Guille y yo le contesté con otro cantándole la parte del saxo. Componemos cantando.

-¿Dónde os gustaría tocar y con quién colaborar?

-En Murcia hemos tocado en todos los sitios ya, prácticamente. Y nos gustaría hacerlo en la Plaza de Toros.

-G. S.: A mí me gustaría colaborar con Rihanna.

-¿Tuvieron claro cómo sería el videoclip?

-Sí. Está inspirado en un videoclip de una canción de los Beastie Boys. Creemos que la canción está bien, pero mejora mucho con el videoclip.

La cartagenera Elena Trinidad Gómez García (1997), graduada en Fotografía por la Escuela de Arte de Murcia, se dedica profesionalmente a la fotografía de eventos. El del Rendibú es el primer premio que recibe por su experimentación fotográfica, un impulso para seguir creando y explorando conceptos como ha hecho con 'Oasis', un proyecto en el que ha jugado con los diferentes significados de la palabra. Interesada por lo poético y premiada en certámenes de poesía, la fotógrafa ha querido buscar a través de su objetivo, unas veces el enfrentamiento y otras veces la armonía. Un diálogo entre lo literal y lo más imperceptible de nuestra cotidianidad.

-¿Cómo surgió la idea del proyecto 'Oasis'?

-Surgió inicialmente como un juego. Puede parecer una tontería pero yo tengo muy mala relación con ciertos árboles, por ejemplo con las palmeras, y de esa idea de jugar y tener una relación diferente con ellas surgió el oasis. Una palabra polisémica que hace referencia al oasis interno y personal, así como el oasis de los desiertos, que aporta vida allá donde no hay nada. Así nace un díptico entre lo más íntimo y lo más literal.

-¿En qué invertirá el importe del premio?

-Lo destinaré a la compra de material fotográfico.

-¿Qué le parecen iniciativas como el Rendibú?

-Es de agradecer en un concurso como este que los jueces sean profesionales de la fotografía con criterio. Creo que la idea del Rendibú es muy original y la Región de Murcia necesita festivales así. Yo conozco el Rendibú desde hace cuatro años pero esta ha sido la primera vez que me he decidido a presentarme.

Ocho estudiantes de 3º de Comunicación Audiovisual de la UMU son Grupo Cian, responsables del cortometraje 'Silencio detrás del ruido'. Daniel Soler, Rafael Manzano, Ángel Rojo, Claudia Ortiz, Víctor Peña, Alberto Soriano, María Muñoz y José Francisco Martínez, nacidos en Murcia y Molina de Segura en 2002 y 2003, forman el grupo creador de un cortometraje que es una crítica a la deshumanización, la urgencia y la productividad de la sociedad actual. Cuatro de sus componentes, Daniel Soler, Rafael Manzano, Ángel Rojo y Claudia Ortiz, recibieron el premio de manos de Sofía López-Briones, concejala de Talento Joven y Espacios Públicos del Ayuntamiento de Murcia. Los ganadores más jóvenes de esta edición se presentaron al Rendibú animados por uno de sus profesores: «Nos vio con opciones».

-¿Cómo nació la idea del cortometraje?

-Dos de nosotros [Daniel Soler y Ángel Rojo] fuimos a ver una obra de teatro de los alumnos de la Escuela Superior de Arte Dramático de Murcia, 'Cuando el tiburón se despertó de la siesta, todavía seguía nadando', una obra de los alumnos de Creación que nos inspiró y trabajamos con el concepto de la hiperproductividad y la falta de dedicación al tiempo improductivo y a uno mismo.

-¿Por qué optaron por omitir la palabra en el cortometraje?

-No surgía la necesidad de llegar a explicar lo que pasaba con diálogos y queríamos narrarlo a través de los diferentes planos y la música, hecha por compañeros de clase de otro grupo y con la participación de un coro de Murcia.

-¿En qué invertirán el dinero del premio?

-Vamos a destinarlo a mandar el cortometraje a otros festivales.

La yeclana Andrea Pateña (2000), -«de la tierra del vino y del mueble»- estudiante de Diseño Gráfico en la Escuela Superior de Diseño de Murcia, lo tuvo claro cuando se enteró de la convocatoria del Rendibú: «Me tengo que apuntar sí o sí». Por ello se embarcó en un diseño que parte de un cuadro de Velázquez, con Felipe III a caballo, símbolo del poder y grandeza de la monarquía española en el siglo XVII. Responde a LA VERDAD mientras saborea el vino tinto para el que ha diseñado su etiqueta.

-Cuando conoció la propuesta, diseñar la etiqueta para un vino de Gil Family Estates, ¿tuvo clara la idea enseguida?

-Sí. Rendibú es un concurso cuyos conceptos son la transgresión y la rebeldía y, a la vez, contábamos con una bodega tradicional. Enseguida me puse a pensar cómo combinar estos dos conceptos. El símbolo del oso de Rendibú me llevó a pensar en la osadía, por lo que decidí llevar un cuadro tradicional a algo inesperado. En el cuadro real de Felipe III, este está rodeado de caballos y es superimponente y, sin embargo, en esta etiqueta nos encontramos todo lo contrario, un Felipe III montado sobre un perrito casi inofensivo.

-¿A qué destinará el premio?

-Justo ahora que acabo de terminar el TFG de la carrera, lo presento el miércoles, y quiero enfocar todo lo que tengo a lo que me gusta, el diseño gráfico.

-¿Qué opina de los concursos dedicados al talento emergente como Rendibú?

-Me parecen muy interesantes porque son una manera de dar visibilidad a los profesionales que nos dedicamos a esto.

Desde París, la murciana Clara Ruiz (1995) responde a la llamada de LA VERDAD una vez que su hermano ya le ha dado la buena noticia: 'El hombre de cerriche' fue el relato vencedor. Su hermano, Juan Ramón, que recogió el premio en su nombre, ha sido también su ayudante a la hora de grabar el podcast. Ganadora de varios premios de relato y microrrelato, entre ellos el Crearte 2023 de Molina de Segura, continúa con su pasión por la escritura mientras se prepara una oposición de Administración.

-¿Cómo nace la idea de 'El hombre de cerriche'?

-Escribí el relato expresamente para el concurso. Un familiar me pasó el cartel del Rendibú cuando yo estaba en la huerta y esta fue mi inspiración. Salió sobre la marcha y sin planificación.

-¿Cuánto tardó en escribirlo?

-Poco, solo un día.

-¿Había narrado en ocasiones anteriores alguno de sus relatos?

-No. Ha sido la primera vez. Yo tenía claro que quería meter sonidos y efectos y ahora es fácil gracias a los tutoriales que hay en internet. Me lo pasé bastante bien haciéndolo. Necesitaba que alguien me ayudara a cortar, dar al 'play' y realizar nuevas tomas.

-¿Qué cree que le aporta ganar un premio como el Rendibú?

-Creo que estos premios son una gran oportunidad principalmente para poder abrirte paso en el mundo editorial. Son un puente, porque parece que es más difícil que la narrativa joven entre en este terreno. Los concursos son una criba de calidad y si en un futuro quieres publicar algo en una editorial grande, los premios llaman la atención y son una forma de dar visibilidad a lo nuevo.

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