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'La Asunción', tela cedida por el Art Institut de Chicago, en la galería central del Prado. E.P.
La grandeza del Greco brilla de nuevo en el Prado

Arte

Exposición histórica
La grandeza del Greco brilla de nuevo en el Prado

El museo reúne casi por completo el grandioso conjunto que el cretense pintó para el monasterio Santo Domingo el Antiguo de Toledo / 'La Asunción', la tela central del retablo, regresa desde Chicago a la pinacoteca donde ya se expuso en 1902

Lunes, 17 de febrero 2025, 14:09

En 1577 Doménikos Theotokópoulos era un pintor desconocido. Recién llegado a la corte española, el encargo de un retablo para la iglesia del monasterio de Santo Domingo el Antiguo en Toledo daría muestras de su insólita genialidad. Conocido desde entonces como El Greco, el pintor cretense completó nueve obras que luego se dispersaron. El Museo del Prado ha logrado reunir ocho de ellas para celebrar y reivindicar la grandeza y el genio del pintor, piedra angular de la colección, que pasó un par de siglos en el limbo de los incomprendidos.

«Es una muestra pequeña, de cámara, pero histórica», dice sin complejos Leticia Ruiz, jefa de colección de pintura española del Renacimiento del Prado y comisaria de la exposición que estará en cartel hasta el 15 de junio. Ha podido reunir ocho de las nueve piezas pintadas por El Greco entre 1577 y 1579. Entre todas destaca 'La Asunción', la gran pintura central del retablo mayor, que desde 1906 forma parte de la colección del Art Institut de Chicago y que no se había expuesto en la pinacoteca española desde 1902.

'La Triniddad' El Greco. Museo del Prado

Llegada a España hace dos semanas bajo excepcionales medidas de seguridad, la tela se expone en la galería central de Prado flanqueada por las dos obras del grandioso retablo conservadas en la colección del museo, las prestadas por la monjas cistercienses en un cesión excepcional y obras de colecciones privadas. Son los cuatro santos de las calles laterales –san Juan Bautista, san Juan Evangelista, san Bernardo y san Benito–, en el cuerpo superior 'La Trinidad', 'La Resurrección', y una 'Santa Faz' en un escudo de armas realizado sobre madera que se situaba sobre la pintura central pintada también del Greco. Se pueden confrontar con 'La Adoración de los pastores', otra tela del Prado muy posterior en la que El Greco se autorretrató de rodillas e incluyó a su hijo.

Leticia Ruiz, comisaria de la muestra, ante 'La Adoración'. Efe

Es la primera exposición comisariada por Ruiz en su regreso al museo donde se formó tras su paso por la Galería de las Colecciones Reales. «Es un acontecimiento histórico extraordinario que permite disfrutar de un conjunto excepcional de la primera producción del Greco en España», destaca Ruiz. «Son ocho obras maestras de la historia de la pintura. Reunirlas ha sido difícil y supone un hito, porque será muy difícil volver a lograr», insiste.

El Greco había obtenido en 1577 los dos de los encargos más relevantes de su carrera. Uno fue 'El expolio' para la catedral de Toledo. El otro los tres retablos del monasterio cisterciense toledano, uno de los cenobios más antiguos de la Ciudad Imperial. Fue creado por María de Silva (1513-1575 ) dama portuguesa que estuvo al servicio de la emperatriz Isabel de Portugal, esposa de Carlos V. Encargó el retablo Diego de Castilla (h. 1507-1584), deán de la catedral toledana, por sugerencia de su hijo Luis de Castilla (h.1540-1618), quien había conocido en Roma al pintor cretense.

«Con esta obra El Greco modifica la estructura del retablo reticular, cambia y da un salto cualitativo con una gran tela central, 'La Asunción', rodeada de piezas que la miran. Resulta deslumbrante, porque El Greco nunca había trabajado antes en grandes formatos. Había pasado diez años en Italia, tres de ellos en Venecia, absorbiendo la forma de trabajar de Tiziano, y asombró a propios y extraños con sus retablos; es un pintor muy inteligente y muy consciente de sus hallazgos», lo reivindica la comisaria ante una pieza de más de cuatro metro de altura por dos de anchura.

'Sata Faz'. El Greco. E.P.

Las piezas reunidas en la galería central del Prado gracias al patrocinio y la fundación de amigos del Museo, se hallan en un «extraordinario» estado de conservación. «Parece que hubiera terminado de pintarlas hace media hora», dice la comisaria, precisando que «solo ha sido necesario limpiar alguna capa de polvo y aplicar una suave capa de barniz».

Histórico es el el regreso al Prado de 'La Asunción', el único cuadro firmado y fechado por El Greco, que no se había visto en el museo desde 1902. El préstamo de la icónica tela ha sido posible gracias a la cesión de tres 'grecos' que el Prado hizo hace cinco años para su exhibición en París y Chicago.

En 1830 lo adquirió el infante Sebastián Gabriel de Borbón por 14.000 reales de vellón. Para reemplazarla en el retablo de la iglesia toledana, se encargó una copia realizada por Luis Ferrant (1806-1868) y Carlos Luis de Rivera (1815-1891) por la que se pagaron 8.000 reales. En 1836 la obra fue confiscada por el gobierno de Isabel II y devuelta al infante en 1879, tras el regreso del aristócrata al bando isabelino.

En 1838 la pintura fue trasladada, junto con su colección, a la ciudad francesa de Pau. A la muerte del infante en 1875, su colección se dividió entre sus herederos. Estrella de la primera exposición dedicada al Greco en 1902, la obra fue vendida en octubre de 1904 en la galería Durand-Ruel en París. Fue adquirida por Nancy Atwood Sprague, quien la donó en 1906 al Art Institute de Chicago en memoria de su esposo, Albert Arnold Sprague.

La demás obras

'San Bernardo' y 'San Benito'

En 1830, el infante Sebastián Gabriel de Borbón las adquirió por 3.000 reales. Ambas obras fueron confiscadas en 1836 por el gobierno isabelino y depositadas en el Museo de la Trinidad en 1838. 'San Bernardo' fue devuelta al infante en 1861 y vendida en 1890 en París por el duque de Dúrcal, su hijo. Pasó luego por varios propietarios hasta que en 1943 fue depositada en la Nationalgalerie de Berlín. Al final de la II Guerra Mundial, fue confiscada como botín de guerra y llevada a la Unión Soviética. Actualmente, se exhibe en el Museo del Ermitage. 'San Benito' no fue devuelta al infante y en 1872 pasó del Museo de la Trinidad al Prado.

'La Trinidad'

En 1830, la obra fue adquirida por el escultor Valeriano Salvatierra, figura clave en el incipiente mercado artístico. En junio de 1832, la vendió a Fernando VII por 15.000 reales con destino al Real Museo, hoy del Prado.

'La Santa Faz'

En 1961, la pintura fue desmontada de su retablo y vendida en 1964 a una colección privada.

'La Resurrección'

Presenta a Cristo triunfante sobre el lugar en el que fue enterrado y custodiado por los soldados. El Greco se basó en composiciones de diversos maestros italianos y realizó una obra única y personal, llena de dinamismo. Solo repitió este tema, que puede verse en las salas del Prado. En el plano superior destaca la serena y majestuosa presencia de Cristo, una figura apolínea de modelado prieto y marcada anatomía. El Greco introdujo además a san Ildefonso, una figura, de rasgos claramente individualizados, muestra la prodigiosa técnica pictórica del Greco en ese primer momento en España.

'La Adoración de los Pastores'. El Greco. Miseo del Prado

'La Adoración de los pastores'

Es este lienzo, muy posterior a los del retabo, el Greco se autorretrata, de rodillas en prime plano, y tambien pintó a su hijo, con ropajes amarillos. Fue adquirida en 1956 por Emilio Botín Sanz de Santuola y López y se encuentra en la Colección Fundación Botín.

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