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Acabada la ovación, con el público puesto en pie, con la que concluyó el estreno en el Teatro Villa de Molina del nuevo espectáculo de ... Alquibla Teatro, 'Mi cuerpo será camino', de Alba Saura Clares, un espectador se acercó a Antonio Saura, director del montaje y de la veterana compañía murciana, y a Esperanza Clares, productora de la misma y una de sus actrices, para contarles, emocionado, «que recordaba perfectamente el día en que su padre, emigrante, se montó en un tren para marcharse y pasaron trece años hasta que regresó». 'Tu cuerpo será camino', título extraído de la canción 'Mediterráneo' de Joan Manuel Serrat –¡palabras mayores la canción y el cantautor!–, es una obra que despliega sobre el patio de butacas una emoción especial. Un homenaje a los emigrantes murcianos, una obra sobre «la emigración, el arraigo y la nostalgia».
«Este nuevo montaje es muy especial para mí, y he vivido con mucha emoción todo lo ocurrido hasta poder convertir su estreno en una realidad», cuenta Esperanza Clares, que sorprendió a todos rompiendo a llorar en el escenario en cuanto arrancó el aplauso final. 'Mi cuerpo será camino' es el nuevo espectáculo de gran formato de Alquibla, que llega tras haber puesto en pie la comedia romántica musical 'Mucho ruido about nothing', estrenada en agosto de 2019 en el Festival de Teatro, Música y Danza de San Javier, y de haber hecho historia, el 12 de mayo de 2020, ofreciendo en la Región la primera función de teatro virtual: el monólogo de Fulgencio M. Lax 'Llévame contigo. Concierto para una mujer sola'. Una fantástica Esperanza Clares se entregó al reto de su primera incursión en el teatro virtual, 'online' a través de Zoom, sin público en vivo pero en riguroso directo, como si la supervivencia del planeta dependiera de que ella se dejase la piel esa noche, allí, en el dormitorio de su propia casa.
'Mi cuerpo será camino', muy bien dirigida por Antonio Saura, quien desde su atinada y festiva dirección en 2017 de 'Los caciques', de Arniches, sigue sumando aciertos escénicos, sabiendo conectar con el público sin olvidarse de su alto nivel de autoexigencia, supone el estreno como autora de la hija de Esperanza Clares y Antonio Saura, que firma un texto de enorme sensibilidad que transita sin artificios y con ternura por sentimientos y situaciones como la tristeza, la nostalgia, el desarraigo, la culpa, el miedo, el fracaso, la esperanza, el olvido y la llegada de la muerte.
El reparto lo integran, además de Esperanza Clares –cuya interpretación de la copla 'Ojos verdes', cantada por su personaje Juana de León, aúna magia, temblor y desconsuelo–, las actrices Cristina Aniorte y Nadia Clavel, y los actores Julio Navarro –espectacular dando vida al tío Ginés (San Pedro del Pinatar, 1862-Buenos Aires, 1927), quien emigró a Argentina en 1887 con 25 años–, José Ortuño y Pedro Santomera. Y una vez más, como es habitual en los montajes de esta compañía, forman un conjunto que resulta homogéneo en su calidad y que derrocha energía y admirable entrega a la hora de dar vida a múltiples personajes.
Una obra, 'Tu cuerpo será camino', que no solo emociona al espectador, sino que le hace reflexionar. Y eso, precisamente, en un momento en el que, indica su autora, haría falta «relativizar mucho los problemas según sus efectos, preferir siempre la comprensión y la empatía y promover la búsqueda de soluciones». Alba Saura Clares – «mi madre actuó gorda gordísima de mí y me amamantó entre cajas...»–, docente e investigadora en la Universidad Autónoma de Barcelona, defiende «la importancia de los cuidados». «Estamos en una sociedad», advierte, «que nos llega a volver locos, que nos quiere productivos, donde no podemos ser débiles en ningún momento o nos quedamos fuera. No somos piedras. Claro que tenemos debilidades, momentos de bajón y otros de exaltación. Debemos cuidarnos más entre todos, saber que esa parte es esencial para la vida, la que siempre ha estado relegada, casi olvidada, y que han ocupado en buena medida las mujeres como sostenedoras».
La obra, publicada por la editorial Máquina de Nubes, aborda desde muchos puntos de vista el viaje migratorio, «el ansiado, el inesperado o el impuesto». Una propuesta «que habla de muchos cuerpos y sus diversos caminos, los de una familia, los que pudieron ser de cualquiera». Marcada por el dolor de la nostalgia, la obra nos muestra que «tan difícil es quedarse como marcharse, regresar como buscar otros rumbos».
Un texto teatral, poblado de potentes imágenes, que ahonda en los lazos de una familia originaria del Campo de Cartagena en sus devenires migrantes por el mundo, «desde el tío que se marcha a Buenos Aires finalizando el siglo XIX, a la joven que acude a trabajar a Madrid en los años veinte, los hermanos que deben labrarse un futuro entre Francia, Alemania o Cataluña en los años sesenta; o Laura, joven que emigra a Alemania ya el siglo XXI, entre la pluralidad de voces que pueblan la escena».
«Espero que esta función», indica Esperanza Clares, «le haga sentir al público empatía por toda esa gente que, por una circunstancia u otra, tiene que abandonar sus país, su casa, su familia..., con la esperanza de poder regresar un día o con el miedo a no poder hacerlo nunca. Lamentablemente, una parte de la sociedad está demonizando últimamente a los inmigrantes...». «Creo», añade, que «deberíamos ponernos más a menudo en la piel del otro, intentar comprenderlo, entenderlo».
–¿Cómo recuerda el estreno de este montaje, en el que usted acabó entre lágrimas?
–[Sonríe] Fue muy emocionante, entre otras muchas cosas positivas porque nos hemos convertido todos lo que participamos en el montaje en una familia. No me gusta nada expresar mis sentimientos en público, pero no soy de piedra. Soy organizada, estructurada, pero no de piedra [ríe]. Soy sensible en exceso, más bien.
–Usted y Julio Navarro son los intérpretes más veteranos...
–... por Julio Navarro siento absoluta pasión, admiración, respeto y amor como amigo y como compañero de trabajo. En cuanto a su calidad profesional, me parece impresionante. Ahora mismo no se le moja la oreja así como así a Julio Navarro, ni aquí en Murcia ni fuera de Murcia.
–¿Cómo es hoy su relación con el escenario?
–Por muy cansada o decepcionado o lo que sea que esté, sigo saliendo a escena a comerme y beberme el mundo. Es donde me siento más feliz y libre.
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