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Carmen Cantabella
Diario de escritura (XLI)

Diario de escritura (XLI)

Tiempo por venir ·

Domingo, 9 de febrero 2020, 19:33

Lunes 27 de enero

Comienzas a preparar la conferencia de la próxima semana en el Patio Herreriano. Cien años del 'Angelus Novus', el cuadro de Paul Klee que Walter Benjamin convirtió en 'el ángel de la historia'. Antes de comenzar a leer, esbozas un planteamiento general, la idea de que hay dos cuadros, el cuadro pintado por Klee y el cuadro descrito por Benjamin. Del cuadro escrito sabes bastante; solo tienes que retomar los textos de Benjamin que has trabajado en otras ocasiones. Del cuadro pintado sabes menos. Klee es una figura por la que siempre pasas de puntillas cuando enseñas arte contemporáneo. Es un pintor singular, difícil de encuadrar en una historia de las vanguardias contada como una sucesión de estilos, grupos y movimientos. Nunca has tenido la ocasión de profundizar sobre él y aprovechas la conferencia para adentrarte en su obra. Eso interrumpe tu ensayo sobre la siesta, pero aceptaste la conferencia para obligarte a leer sobre Klee y sobre este cuadro mítico.

A finales de la tarde, ya tienes material para varios meses de trabajo.

Comienzas a ver 'Bauhaus: nueva era', una serie que conmemora los cien años de esta institución de enseñanza de la que precisamente Klee fue profesor a partir de 1921. Te sorprende la actualidad de ese momento. Ya quisieran los modernos de ahora. Todo está inventado.

Martes 28 de enero

Te levantas temprano para seguir profundizando en la obra de Klee. Te llevas la lectura al fisio y no desconectas mientras te ponen las corrientes.

En la universidad, publicas las notas y salen muchos sobresalientes y pocos suspensos. A veces también ocurre esto: que los estudiantes estudian y se interesan por la materia. Y que tus exámenes no son demasiado difíciles, también es verdad.

Por la tarde, al salir de la barbería, te chocas con un pilote y casi te partes la rodilla. Lo que te faltaba para la cojera. Aunque te pones hielo rápidamente no puedes evitar la hinchazón.

Tomas un café con Marta en el Parlamento y os ponéis al día. Todo al día que os podéis poner. Sigue siendo extraño. Pero algo es más que nada.

Continúas viendo 'Bauhaus'. Cada dos por tres, detienes la serie y buscas en internet lo que sucede en esas fechas en la República de Weimar. ¡Qué poco sabes de Historia!

Miércoles 29 de enero

Revisión de exámenes después del fisio. Convences a los que vienen a reclamar y nadie se enfada. A veces te sorprendes de tus artes persuasorias.

Sigues leyendo sobre Klee y Benjamin. Localizas textos, compras libros, descargas artículos. Sin darte cuenta, estás 'investigando'. Te rencuentras con rutinas que creías olvidadas. No puedes obviar la nostalgia.

En La Bohème se inaugura una exposición fotográfica organizada por Murcia Inspira sobre Vistalegre. La mirada de Julieta Varela convierte el barrio en algo extraordinario. Estás enamorado. No paras de decirlo. Es el Williamsburg murciano. En apenas unos meses ya lo sientes como algo tuyo.

Jueves 30 de enero

Clase por la mañana en Espinardo después del fisio. Presentas la asignatura y regresas a Murcia para la tertulia de radio. Llegas con el tiempo justo y casi sin aire.

Por la tarde, revisión de exámenes. No viene nadie y aprovechas para seguir leyendo sobre Klee.

Presentación de la novela de Álex Chico en el Ítaca. Después, en Art Nueve, inauguración de la exposición de Álvaro Albaladejo. Te interesan sus alegorías barrocas. Un mundo enigmático, de formas puras y reminiscencias decorativas, lleno de fragmentos que te llevan a un tiempo extraño y lejano. Tal vez sea porque estás leyendo a Benjamin, pero no puedes dejar de interpretar sus piezas a través de la mente del alegorista, de la melancolía de aquel que siente que es imposible recomponer el sentido completo del mundo.

No paras de hablar con la gente. Estás cansado pero eufórico. Habías pensado irte rápido a casa, pero te dejas liar demasiado fácil y continúas la noche. Mientras los demás van a comer algo, te quedas en Revólver con Lorena y Martita. No recuerdas la conversación. Solo que estás a gusto, has pillado taburete y no te quieres mover de allí. Luego llegan todos y todavía aguantas hasta el Musik. Quisieras quedarte más, pero tienes clase a las nueve. La última cerveza la dejas entera sobre la barra.

Viernes 31 de enero

Te explota la cabeza y, sin embargo, hablas dos horas sin descanso. Por alguna extraña razón, estás lúcido y te sale una de las mejores clases que recuerdas. Es después cuando llega la resaca. Regresas a casa e intentas dormir, pero no puedes.

A media tarde, café con Jorge Carrión, que presenta en Libros Traperos su libro 'Contra Amazon'. Le confiesas que compras en Amazon algunos libros -solo aquellos que son difíciles de conseguir- y que, aunque te estás quitando, caes más de lo que te gustaría en la compra 'on-line' y no puedes resistir la tentación del clic.

Después, presentas en la Filmoteca la película de tu vida. 'Encuentros en la tercera fase'. No es una gran película, pero tiene un sentido especial para ti. Hay extraterrestres y abducciones, escenas inolvidables y una melodía que durante mucho tiempo no te pudiste sacar de la cabeza. La viste cuando eras un niño y construyó tu imaginario. En ese momento aún no sabías que las películas las dirigían personas con nombres y apellidos -igual que los libros-. Simplemente eran historias que te hacían disfrutar. Así que en la presentación no hablas de Spielberg, ni de los actores, ni de la historia de la película, tan solo de cómo influyó en tu infancia y del recuerdo del momento en que la viste por primera vez. La casa de la huerta. Tu padre, tu madre y la Nena. El espacio de la memoria.

En pantalla grande, tantos años después, la película te vuelve a emocionar y sientes que atraviesas el tiempo. Al terminar, te habría gustado prolongar la oscuridad y el silencio unos minutos más.

Antes de volver a casa, pasas a saludar a Leo y María. Aunque estás cansado del día anterior y te duele el gemelo, te tomas una copa. No aguantas mucho y regresas callejeando a paso lento. En la puerta de la Yesería te encuentras a Esperanza, Marga y Daniel y te quedas un ratito. Eres un flâneur de personas. Prometes una siesta homenaje para el día siguiente.

Sábado 1 de febrero

Te levantas sin resaca y te encierras a preparar la conferencia. A finales de la tarde, decides que ya no vas a leer más y comienzas a escribir.

Por la noche, ves tres capítulos seguidos de 'Bauhaus' y logras terminarla. Sueñas con Gropius y Klee, con superficies de color y puntos de fuga.

Domingo 2 de febrero

Escribes desde temprano y vas poco a poco armando la conferencia. La historia del 'Angelus Novus', el cuadro de Klee, el de Benjamin, la recepción, la importancia del ángel en la actualidad...

A media tarde, te bloqueas y notas que la cabeza está a punto de explotar. Te acuestas una hora e intentas relajarte para aclarar ideas. Aunque hace tiempo que no lo practicas, durante bastantes años meditaste asiduamente. Leíste todo tipo de libros y llegaste a conseguir una técnica relativamente aceptable. Meditar fijando la mente en colores, relajando el abdomen y fijándote en diferentes partes del cuerpo.

Después de una hora y media, las ideas se han aclarado. Te sientas al ordenador y todo vuelve a su lugar. La sesión de meditación ha sido más útil que todo un día frente a la pantalla. No sabes por qué abandonaste esa costumbre. El equilibrio, la paz, la contemplación. Te gustaría regresar a ese lugar. Lo apuntas en tu lista de tareas pendientes. Expandir el tiempo. Frenar la mente. Aquietar el yo.

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