
Crisis de vivienda ha habido muchas, la cuestión es qué queda al superarlas
Mesa para cinco ·
El precio de los pisos se ha desligado de la realidad de miles de personasSecciones
Servicios
Destacamos
Mesa para cinco ·
El precio de los pisos se ha desligado de la realidad de miles de personasDesde mediados del siglo XVIII Occidente se ha enfrentado a gravísimas crisis habitacionales. La causa en aquellos primeros desequilibrios fue el éxodo masivo del campo ... a la ciudad cuando la revolución industrial comenzó a modificar la base de las economías agropecuarias. En esa ocasión las primeras operaciones para alojar a la población desplazada dieron como resultado la insalubre ciudad industrial, pero pronto se desarrollarían propuestas de mayor complejidad, como la Ciudad Jardín de Howard o la Unidad Vecinal de Perry, en las que el problema de la escasez de vivienda no se redujo a proporcionar rápidamente casas accesibles a una población con recursos limitados, sino que se introdujeron planteamientos urbanísticos, higienistas, sociológicos e incluso psicológicos.
Ya en el siglo XX a los movimientos migratorios por razones económicas se unió la devastación que produjeron la Primera y, sobre todo, la Segunda Guerra Mundial, dando lugar a un nuevo escenario de necesidad que algunos países europeos abordaron con políticas de hondo calado. Este fue el caso de Austria, o más concretamente, de la ciudad de Viena. Esta urbe partía ya de una experiencia previa durante la industrialización, cuando abordó el rápido crecimiento de su población y las condiciones de vida precarias que padecía, con políticas que incluyeron la reforma fiscal necesaria para levantar una inmensa cantidad de viviendas asequibles a las que exigió garantías de calidad material y estética y, además, sentó las bases de la colaboración público-privada a través del fomento de las cooperativas. Con estos antecedentes, la crisis postbélica se encaró, de nuevo, con un planteamiento ambicioso y holístico que procuró la construcción masiva de vivienda económica bajo el paradigma de la calidad, la integración social y la construcción de un patrimonio común. Durante este período, también se profundizó en el fomento de la cooperación entre el sector público y privado y se promovieron modelos de financiación acordes con las necesidades de la población.
Más adelante, fuera ya de las urgencias provocadas por las grandes crisis, Viena ha cuidado su inmenso parque público residencial gestionando el mantenimiento de los edificios y la actualización de sus infraestructuras, promoviendo las cooperativas de vivienda sin ánimo de lucro y vigilando la integración social. De hecho, todos los nuevos desarrollos de más de 150 viviendas están obligados a ofrecer un alto porcentaje de forma protegida. De este modo, el alto porcentaje de viviendas subsidiadas ejerce un efecto moderador de los precios en el mercado privado y garantiza una saludable mezcla social en toda la ciudad.
Este fin de semana hemos podido ver cómo en España se sucedían las protestas frente a lo que sin duda es una nueva situación de crisis habitacional provocada porque el precio de las viviendas se ha desligado de la realidad de miles de personas que, a pesar de ser adultos en activo, no pueden permitirse vivir sin la incertidumbre de si serán capaces de acceder o mantener una vivienda (una vida) digna. En esta ocasión, las causas son un complejo cóctel en el que intervienen factores como la especulación, el impacto pernicioso del turismo, la ralentización en la producción residencial o la nefasta política de vivienda en España que, en pocas palabras y generalizando demasiado, es muy escasa en sus fórmulas.
Por ejemplo, solo algunas comunidades autónomas contemplan en sus textos legislativos la cesión de uso como sistema para acceder a la vivienda fuera del mercado privado. Y, por supuesto, no se está generando un patrimonio público con el que afrontar el futuro, pues se construye poco, aislado y, además, suele priorizarse la venta frente al alquiler, con lo que cumplidos los años de amortización, el esfuerzo público pasa al mercado libre y por tanto al circuito especulativo.
En fin, será por deformación familiar, pero suelo comparar la arquitectura y la medicina y en este caso, releyendo la casuística vienesa y comparando nuestro exiguo 2,5% de vivienda fuera del mercado privado, con el 30% de los Países Bajos, el 24% de Austria (más del 60% en Viena) o el 17% en Francia, no dejo de soñar con que igual que fuimos capaces de implementar un sistema sanitario público ejemplar, ya podríamos dar respuesta a esta crisis, no a base de parches, sino con un sistema integral de bienestar urbano que garantice el acceso a una vivienda digna y la calidad de vida en nuestras poblaciones. Porque poder, se puede.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.