'Vacaciones de verano', comedia para todos los públicos

Santiago Segura y su sosia Leo Harlem protagonizan 'Vacaciones de verano', con la aspiración (nada disimulada) de convertirse por quinto año consecutivo en los responsables de la película española más taquillera. La fórmula no la ha inventado Segura, pero sí ha sabido actualizarla con sus 'padres no hay más que uno' y sus viajes en tren. A saber: humor familiar, dosis justas de falsa transgresión, adultos que parecen adolescentes, e historias con final feliz.

Patricia Conde es la estrella femenina que se pone a las órdenes del Segura director para contarnos la historia (que en realidad es un 'McGuffin') de dos padres divorciados que tienen que hacer de monites infantiles en un hotel, con sus hijos a cuestas. Estaremos de acuerdo que la película es como el ruido blanco, agradable y sin huella, pero es perfecta para estas fechas. Lanzaos a las salas con espíritu patriótico para ver si ganamos a Indiana Jones.

'La semilla del diablo' (1967) (el título más spoiler de la historia) ya nos mostraba lo terrorífico que puede ser un embarazo. En 'Reposo absoluto' volvemos a verlo cuando a una mujer en estado de buena esperanza le recetan tranquilidad total y no hacer ningún esfuerzo, quedándose en casa. Lo malo es que descubre que esa casa está más gafada que la boda de Tamara.

¿Los fantasmas pueblan la mente de la protagonista o la vivienda donde reposa? Es un dilema copiado a ese filme incomprendido que es 'Lo que la verdad esconde' (2000). Terror hogareño que no nos alterará el pulso, y donde todos y cada uno de los sustos son previsibles, como las ganas de vacaciones en julio.

Ana Wagener es lo mejor de una cinta española con buena intención pero que se queda algo corta, 'Te estoy amando locamente'. Una tragicomedia que nos hará viajar a nuestro país en el no tan lejano 1977, cuando la homosexualidad dejaba de ser algo ilegal y las primeras organizaciones a favor de los derechos LGTBI+ (entonces sin tantas letras) se organizaban. Solo por contar la historia de un colectivo con el que no se han saldado deudas históricas, merece la pena. Por desgracia, la motivación no está a la altura del resultado, aunque logre emocionar, empatizar y hasta divertir. Algo le falta.

Ahora os hablaré de una rareza, pues probablemente sea la primera película lituana (con aportaciones francesas) que reseñamos aquí. 'Vesper' es el nombre de una chica de trece años, y también de este trabajo de ciencia ficción post apocalíptica. La muchacha tiene que sobrevivir en un mundo con el cartel de derribo, donde las semillas son la moneda de cambio, los plutócratas se encuentran en ciudades fortalezas y la supervivencia tiene fecha de caducidad. La acción no es atropellada, y se toma el tiempo justo para contar la historia, pero lo más impactante es su fotografía y puesta en escena, algo que pocas veces está tan conseguido en las cinematografías europeas.

'Tiburón negro' es un infumable largometraje entre el thriller y el terror. En él, un escualo de la sección de tallas grandes decide merodear por una plataforma marina donde el azar ha llevado a una familia, que no está dispuesta a que el tiburón rompa su ayuno intermitente con ellos. Solo diré que ir a verla es tan mala idea como el postre compartido al centro.

Fuera de cámara se ha desmentido la realización de 'Kill Bill volumen 3' (gracias a Dios) por parte del director de las dos anteriores, el sobrevalorado Quentin Tarantino. Según él, la historia de la asesina con chándal está tan muerta como los cadáveres que dejó en las Kill Bill ya (por desgracia) vistas.

Que tengáis una semana de cine.