Llega el 'Barbieheimer'

Este duelo en la cumbre es como enfrentar una novelita de Federico Moccia con un libro del Nobel Vargas Llosa. Con estas temperaturas os aconsejo que empecéis con algo ligero y vayáis a 'Barbie', donde destacan sus actores Margot Robbie, que se sobrepone al estereotipo de la rubia recauchutada, y Ryan Gosling, que consigue no convertirse en un pastiche haciendo del siempre ambiguo Ken. Ambos están entregados a sus papeles más allá del cumplimiento del deber.

El peligro de esta película radicaba en que hubiera más purpurina que en una despedida de soltero y más fuegos artificiales que en una verbena de verano, y se quedara en eso. Sin embargo, a pesar de los colores pastel, la cosa funciona porque se toma en serio divertir y se toma a broma el desmontaje del heteropatriarcado. Es una parodia permanente que respeta la esencia del personaje y no se enzarza en disquisiciones absurdas (recordemos que sólo son muñecos). La excusa de la trama es que a Barbie la exilian de su mundo perfecto al real cuando le da por pensar, algo imperdonable. Con elementos de 'Pleasantville' (1998), ese viaje genera contrastes que dan para algunas risas. Si nos quitamos todos los prejuicios podemos estar ante la película irreverente del verano o, pasada la polvareda publicitaria, ante una patochada de marca mayor.

Tachando días del calendario para las vacaciones, hemos alcanzado una fecha en rojo puesta por el talentoso director Christopher Nolan y por millones de cinéfilos, el estreno de 'Oppenheimer'. Nolan aparenta ser un simple artesano, pero lo que esconde tras su enorme talento son ínfulas de cineasta grandilocuente y, por suerte, grande. Lo corrobora con este relato del científico que comandó la investigación para lograr la primera bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial. Una película concebida para mostrar magníficas actuaciones, para deslumbrarnos por el diseño de producción, y para ponernos locos con unos diálogos brillantísimos.

Cillian Murphy, Emily Blunt, Robert Downey Jr., Matt Damon, Florence Pugh y Kenneth Branagh conforman la lista ganadora (y no la del Congreso) con sus interpretaciones, que alguna acabará en los Oscar. Por supuesto las tensiones entre militares y científicos, que ya vimos en 'Creadores de sombras' (1989), están presentes, al igual que las dudas éticas propias del inicio de la era nuclear. Es una poderosísima obra (que no llega a maestra) de muchos miles de megatones, que puede dar la alegría artística a Hollywood que tanta falta le hace.

'Insidious. La puerta roja' es el supuesto capítulo final (no suelo tener fe en los buenos propósitos de los productores de cine) de esta serie de películas de terror en la que una familia sufre fenómenos paranormales que ponen en peligro su vida y su cordura. En la de hoy los niños han crecido y la familia sufre aún por lo que les pasó. Cuando el chico va a estudiar a la universidad, en vez de descubrir el sexo o las fiestas, se reencuentra con lo que había querido dejar atrás.

Patrick Wilson, el protagonista, se estrena con poco acierto como director con esta última película. No consigue rememorar el sabor clásico de la primera ni aportar novedades. Es como una croqueta hecha con las sobras del cocido.

Fuera de cámara ha muerto Francisco Ibáñez, el estajanovista dibujante de Mortadelo y Filemón, y tantos otros personajes del tebeo (cuando yo era niño decir cómic era de pijos). En cine la mejor adaptación, pues reproduce el alma surrealista y pícara de los dibujos, es 'La gran aventura de Mortadelo y Filemón' (2003) de Javier Fesser. Y para conocer cómo era la vida de un pintamonas en la edad de oro de la Editorial Bruguera, os recomiendo la imprescindible 'El gran Vázquez' (2010), que logró la proeza de dar una buena actuación de Santiago Segura.

Que tengáis una semana, y unas elecciones, de cine.