Borrar

Un Halloween sin terror con 'Amsterdam' y Álex de la Iglesia

Jueves, 27 de octubre 2022, 20:04

Son tiempos extraños estos en que en Halloween vamos con disfraz de manga corta y las dictaduras fusilan con bedeles en palacios de congresos (a mí me recordó lo de China a la escena de 'Los intocables de Elliot Ness' (1987) cuando Al Capone ajusticia a uno de sus lugartenientes con un bate de beisbol delante de todos). Por eso pega que este viernes tengamos un par de directores singulares y raros que estrenan película.

El primero es David O. Russell. Al estrenar en 'El lado bueno de las cosas' (2012) parecía que iba a ser el nuevo amo de Hollywood (también pasó eso con el yogur helado). Hacía siete años que no ponía un trabajo en circulación y lo hace con 'Ámsterdam', donde ha conseguido reunir a un repartazo con Christian Bale, Margot Robbie y Robert DeNiro. Aunque basado en un increíble caso real, no se ciñe demasiado a lo que pasó. Tres amigos inseparables, estafadores de tercera, se ven acusados por un asesinato en los años treinta.

No es un Bonnie and Clyde en forma de trio, ni cine negro revisitado como vimos en 'El callejón de las almas perdidas' (2021). Tiene toques de humor dramático este relato de robos y truhanes. Su director hace honor a ese género inclasificable en que se mueven sus largometrajes, en la frontera ente la comedia y la tragedia. En estos años de ausencia, ha olvidado sus aciertos anteriores y los ha cambiado por otros, pero cometiendo los mismos errores. La película tiene ese optimismo amargo tan suyo, entre la resignación confucionista y el descreído sueño americano.

Vídeo.

El segundo de esos directores con denominación de origen es el simpático Álex de la Iglesia. Trae una road movie romántica donde un estupendo Alberto San Juan hace de conductor ocasional de un coche entre Bilbao a Madrid, coladito, a pesar de sus treinta y diez, de una atractiva y sosa Blanca Suarez. Eso lo podemos ver en 'El cuarto pasajero'.

Me diréis que faltan dos. El primero es el que la lía a lo grande, Héctor Alterio haciendo de un aparentemente inofensivo copiloto, y el otro un guaperas que le quiere levantar la chica al protagonista. Con esos elementos la cosa empieza como un plácido viaje con ritmo de 'Paseando a Miss Daisy' (1989) y desemboca en un desmadre a lo 'Airbag' (1997) para cuarentones. Dicen, no la he visto aún, que es la mejor película de Álex en mucho tiempo. El guión es del propio director, como casi siempre.

Vídeo.

¿Una comedía romántica al uso puede ser transgresora? Pues resulta que sí, si la protagonizan dos varones (sí, aún es transgresor ver a dos hombres enamorados en un cine). Ambos frisan los nuevos treinta que son los cuarenta, y son totalmente antagónicos. Uno más intelectual, el otro con cuerpo de gimnasio; uno resignado a la soledad y el otro a las parejas consecutivas de una noche. Dos Peter Panes alérgicos al compromiso que cruzan con éxito sus vidas.

Hay un montón de chistes gays, que en actual momento de corrección política talibán es regocijante encontrar en una cinta, y es que el guionista es un experto en comedia (y al parecer en relaciones de pareja no heterosexuales). Eso, unido a que el productor es el renovador del género en América, Judd Apatow, garantiza buen humor inteligente y, en ocasiones, poco sutil. Autorreferencial pero al mismo tiempo universal. Por cierto, mi querida Nueva York es el tercer protagonista y luce muy bien. Su atrevimiento no deseado hace que merezca triunfar.

Vídeo.

'Eden' es un dramón en el paraíso. Un extraño lugar, aséptico, elegante e ideal, donde las personas van a morir de forma voluntaria en una especie de suicidio del Club del Gourmet, muy diferente de las muertes en cinta de restaurante japonés de 'Cuando el destino nos alcance' (1973). Papelón del veterano Ramón Barea, con nuestra Marta Nieto bordando su papel en esta ópera prima, que se queda más cerca de la distopía que de la reflexión sobre la eutanasia.

Vídeo.

Para acabar con los estrenos os hablo de un reestreno, 'Joker', película que en 2019 se encaramó al pódium de los premios y fue de las favoritas de los críticos. Ambas cosas me resultaron excesivas entonces, como ahora me parece que está de más esta vuelta a la pantalla grande de la historia de este payaso psicópata. Será porque en ningún momento logra darme ni pena ni miedo.

Fuera de cámara

Netflix se sigue telecinqueando. A la bajada de calidad de sus contenidos y sus cada vez más numerosos programas de telerealidad, ahora pondrán anuncios para combatir la bajada de suscriptores. Tiembla la burguesía de Netflix y Ryanair, como diría mi corresponsal favorito, Pablo Suanzes,

Que tengáis una semana, y un puente de Todos los Santos, de cine.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad Un Halloween sin terror con 'Amsterdam' y Álex de la Iglesia