'Guardianes de la Galaxia. Volumen 3', la última esperanza de Marvel

A estas alturas de Marvel y sus películas se ha dicho todo. Empezaron bien, con una traslación del universo del cómic al del cine con todo el despliegue presupuestario necesario, los mejores efectos especiales que se pudieran comprar, y el hallazgo de usar directores, guionistas y actores clase A en lugar de usar serie B, como solía hacerse en este género. Con ello han conseguido dominar las taquillas durante el siglo XXI.

Entre unos cuantos fracasos recientes de la franquicia sobresale el chispeante estreno de 'Guardianes de la Galaxia. Volumen 3', quizás la última alegría que Marvel le dará a los estudios Disney. Aquí nos reencontramos con toda la pandilla y su nave espacial, y compartimos con ellos una épica aventura. No os engañéis, no es sólo para incondicionales, es puro entretenimiento de lujo.

'The lost king' es la película perfecta para la coronación de Carlos III, un rey contra todo pronóstico (que diría Sabina). Digo que es la más adecuada porque habla de otro que ocupó el trono de San Jorge, Ricardo III.

Por si alguno no lo sabía, el tal Ricardo no es una invención de la fértil imaginación de Shakespeare, sino un rey con más leyenda negra que España, motivo por el cual su tumba estuvo oculta hasta que hace unos pocos años una historiadora aficionada la descubrió. Esa improbable heroína es la protagonista de esta nueva película del siempre buen director Stephen Frears, un maestro cuando se trata de relatarnos la cotidianidad de la unamuniana intrahistoria de la gente corriente. Para mí, la mejor película de la semana, que no de Frears.

Las comedias sobre crímenes siempre son agradecidas, supongo que viene de nuestros recuerdos infantiles del Cluedo. Hacer reír a carcajadas no es una especialidad de uno de mis directores franceses actuales favoritos, Francois Ozon, pero muchos de sus trabajos dibujan agradecidas sonrisas, como es el caso de 'Mi crimen'.

Ambientado en los años treinta del pasado siglo, es una especie de parodia del cine polar francés que transcurre veinte años antes de que se creara ese estilo. Un detective peculiar (cumpliendo el estereotipo) debe descubrir al culpable entre curiosos sospechosos (cumpliendo con las reglas del género) que habrá asesinado a un rico banquero (cumpliendo con la norma). La película es divertida, Ozon sabe ser espiritoso y superficial cuando quiere, y en conjunto pasas una entretenida hora y media.

Natalia de Molina, con sus dos Goyas a la espalda, es la estrella absoluta de 'Asedio', donde creo que no borda el papel de dura policía antidisturbios que se enfrenta al machismo y la corrupción de sus compañeros. El desencadenante de la trama es el asalto a una vivienda que le hará poner en duda su sistema de valores.

La procedencia televisiva de su director y guionista se nota, igual que la intencionalidad de mandar un mensaje social envuelto en buen cine de acción. Podríamos decir que es una mezcla mejorable de 'REC' (2007), 'Grupo 7' (2012) y 'Distrito Apache' (1981).

La escritora Elvira Lindo, tan simpática como meliflua, se ha estrenado en la dirección con mala suerte (según consenso general) con 'Alguien que cuide de mí', una película donde la sombra de una madre y una abuela que triunfaron en la interpretación hacen de lastre para una chica que supuestamente ha tenido éxito como actriz pero sigue padeciendo el síndrome de la impostora. La cosa se queda a años luz de 'Eva al desnudo' (1950) y no llega ni a los pies de 'Tacones lejanos' (1991).

Fuera de cámara el paso de los años suele dejar olvidadas obras malas de grandes directores (por suerte para ellos). Esta semana padecí 'Always' (1989) de Spielberg, cuyo único mérito es ser la última película de la etérea Audrey Hepburn. A la memoria me viene la pésima 'Moros y Cristianos' (1993) de Berlanga o '15:17 Tren a París' (2018) de Eastwood. Merecerían un ciclo masoquista en la Filmoteca Regional titulado 'Lo peor de los mejores'.

Que tengáis una semana de cine.