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Escena de 'Modelo 77'.

Excelente intriga carcelaria en 'Modelo 77'

El primer estreno de este fin de semana lo dirige el director con más pulso narrativo de nuestro país, Alberto Rodríguez

Viernes, 23 de septiembre 2022, 08:52

Si me estáis leyendo es que aún no ha estallado la guerra nuclear y por tanto podremos ver las últimas temporadas de 'The Crown', aunque nos hayan hecho el 'spoiler' más grande de la historia de la televisión.

El primer estreno de este fin de semana lo dirige el director con más pulso narrativo de nuestro país, Alberto Rodríguez, y nos lleva a la tan feliz como denostada Santísima Transición y a los tumultos carcelarios que se produjeron por las condiciones en las prisiones (mejoraron en cuanto los concejales de urbanismo empezaron a entrar). Miguel Herrán hace de joven delincuente de guante blanco que comparte celda con el veterano Javier Gutiérrez. Su personaje se convertirá en el cabecilla de la rebelión contra unos guardianes con modales de Putin.

Es más fácil definir esta película por lo que no es. Ni Miguel Herrán es el Al Pacino haciendo de abogado idealista de 'Justicia para todos' (1979), ni Javier Gutiérrez es el veterano preso interpretado por Dustin Hoffman en 'Papillon' (1973), ni el relato carcelario es el sórdido de 'El expreso de medianoche' (1982), ni su aproximación es al esperpento de 'Todos a la cárcel' (1993) o el suspense de 'Celda 211' (2009). Con todas esas referencias tiene más mérito haber sido capaces de ofrecernos un producto original, aun cumpliendo con las reglas del género y tomando un poco de todas las anteriores, donde se mezcla muy bien el thriller con la historia social de nuestro país. De lo mejor de los últimos meses.

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El primero de los cuentos morales de hoy es 'No te preocupes querida'. Más relevante por lo que ha aportado de glamour en la alfombra roja de Venecia, y en las páginas de cotilleos de las revistas del corazón, que por lo que aporta al cine. Un film con más voluntad que acierto y con demasiada conciencia de sí mismo. La directora lo supedita todo a ocultar (sin éxito) la obvia metáfora que nos quieren colocar.

Dirige Olivia Wilde e interpreta Harry Stiles (que aún debe penar muchos años por el daño que hizo mientras era miembro de «One Direction»). En realidad la protagonista es la actriz Florence Pugh, que hace de su esposa en un matrimonio perfecto en medio de una perfecta comunidad suburbana de los perfectos años cincuenta norteamericanos, muy a lo Douglas Sirk. Microuniverso cerrado que va pareciéndose poco a poco a la amable comunidad de vecinos de 'La semilla del diablo' (1968). Cuando ella trata de huir descubrirá que eso es más perturbador y peligroso que mirar el historial del móvil de tu hijo adolescente.

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David Cronenberg (que sigue teniendo el aspecto tanto del «antes» como del «después» de un anuncio de una funeraria) es uno de esos directores que no dejan indiferente a nadie, o lo odias o lo amas. Yo soy de los primeros. Así que si le otorgan un premio en el Festival de San Sebastián para mí es tan incomprensible como el éxito de 'La isla de las tentaciones'. Aunque le ha servido para presentar su último trabajo, o autopsia, titulado 'Crímenes del futuro'. Lo siento por los desprevenidos espectadores.

Aquí la gelatina de los cuerpos es la materia prima con la que trabaja, realizando una fábula pretendidamente ética, o una prospectiva de un posible futuro, hundido en las ínfulas infinitas del aburrimiento. Paradójico que hable tanto de la evolución un realizador que no ha cambiado nada desde sus primeros trabajos (y no lo digo como un elogio). Estomagante película perfectamente sustituible por el reality ese de las operaciones.

Vídeo.

'El grito silencioso: el caso Roe Vs Wade' es un drama histórico acerca del famoso juicio del Tribunal Supremo que, en los años setenta, llevó a legalizar el aborto en Estados Unidos. En realidad es un anuncio publicitario antiabortista, pergeñado más por la urgencia propagandística que por el talento cinematográfico que encierra. Como siempre digo en estos casos, y da igual a las ideas que se sirva, el exceso de ideológica impide acercar sus preceptos a los no convencidos. Más sutileza (y más arte) hacen siempre mejor efecto. Recordad a Mary Poppins, con un poco de azúcar…

Fuera de cámara ha quedado el reciente estreno en el Festival de San Sebastián del documental 'El crítico', sobre ese titán de esto de hablar de cine que es Carlos Boyero. Un iconoclasta sin complejos, que no se deja arrastrar por modas de gafapastas, y que resulta insultantemente sincero. Uno de los hombres con los que mejor me lo he pasado leyendo. Un maestro con el que es imposible estar de acuerdo siempre, y del que, por desgracia, es evidente que no he aprendido nada.

Que tengáis una semana de cine.

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