Se estrena 'Eternals', la nueva saga de Marvel

Tras el final (¿definitivo?) de la saga 'Los Vengadores', Disney ha decidido seguir sacándole pringue a Marvel con una nueva franquicia llamada 'Eternals', repitiendo los puntos fuertes de aquella como era el humor, los héroes que no son de una pieza, el poderío visual y el tema de la expansión de universos de los cómics.

Los sustitutos de 'Los Vengadores' no vienen con un contrato de obra y servicio, sino fijo, porque han venido para quedarse, taquilla mediante. Estos superhéroes tienen cada uno un súper poder que los distingue (como cada tipo de preservativo), con la peculiaridad de que son eternos. En el reparto encontramos a las veteranas Salma Hayek y Angelina Jolie, acompañadas de Richard Madden o Brian Tyree. Sea un éxito o no, ya ha conseguido ya dos cosas: una, que salga por primera vez un superhéroe gay en estas películas (incluido primer beso homosexual), y la otra es que Disney ha abandonado la práctica de los estrenos exclusivos en plataforma, vistos los pobres resultados obtenidos.

Al principio de este siglo una serie de HBO hizo las delicias de los gafapastas y Pablo Iglesias, 'Los Soprano' (aunque yo nunca compartí esa devoción, debe ser que el mal no me resulta tan fascinante). En aquellos episodios se reflejaba la turbidez y cutrez de la mafia de New Jersey con bastante acierto, y ahora se vuelve al comienzo de las andanzas de sus protagonistas en 'Santos criminales'.

Este vistazo a la génesis de los mafiosos de la serie sólo es interesante para los que la hayan seguido y para la familia real saudí, que puede aprender algo nuevo. A pesar de eso, es innegable que está bien hecha y que en ocasiones desprende aroma a 'Uno de los nuestros' (1990). Yo, cuando veo estas películas, siempre me acuerdo de la frase que decía el capo mafioso que interpretaba Paul Newman en la obra maestra 'Camino a la perdición' (2002): «De lo único que podemos estar seguros es que ninguno de nosotros veremos el cielo».

'Tres' es un thriller español con apariencia de drama sobre una mujer aislada del mundo, cuya vida es su trabajo como diseñadora de sonido. Ella, la murciana y premiada Marta Nieto, empieza a sufrir problemas de sincronía con los ruidos, y eso le pone todo patas arriba, derivando en un misterio y en descubrimiento personal (no es tan aburrido como suena).

La premisa es interesante, pero lo es aún más como lo desarrolla su director, mostrando lo que eso supone y obviando trivialidades como las que pudimos ver en la de Allen 'Un final made in Hollywood' (2002), y su director de cine ciego. Una apuesta distinta.

Cuando los franceses no están de mal humor, de vez en cuando, hacen comedias que suelen funcionar bien en el mercado peninsular, y eso le auguro a 'Las fantasías' (no es sobre el programa electoral de ningún partido), porque además añade el componente sexual.

Una película de seis historias sobre seis parejas que se cruzan, en las que tratan las distintas maneras de afrontar ciertas situaciones sexuales. Aunque el humor no es precisamente sofisticado, tampoco es chabacano. Y aunque la comedia es menos elegante de lo que pretende y roza el cine español del destape pero sin Nadiuska, es divertida de ver y justifica pagar la entrada, sin entusiasmarnos demasiado.

Soy un firme creyente de que las películas de animales deberían estar prohibidas. Por una cosa o por otra, la mayoría de ellas son cursis y de estética de telefilme alemán (ya sabéis que me encantan). Por eso, que se estrene algo tan empalagoso como 'El lobo y el león', no es motivo de celebración. No puedo con esta historia en que una chica supera la pérdida de seres queridos creando un vínculo especial con un cachorro de león y un lobezno, una unión que luchará para que nadie rompa. Si no habéis vomitado ya, enhorabuena.

Mi consejo de hoy es que empecéis a ver ya todas las películas sobre Navidad que pilléis. Si los supermercados tienen ya los turrones y mazapanes en los lineales, no podemos quedarnos atrás y hay que ir pillando ambiente. Navidad, calienta que sales.

Que tengáis una semana de cine.