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'Anorarados' nos hemos quedado tras el triunfo de 'Anora' en los Oscar (que pasa al listado de las que incomprensiblemente lo han ganado como ' ... Crash', 'Shakespeare in love', o 'Moonlight'). Para seguir con el desconcierto tenemos dos largometrajes de género a los que la impronta de sus directores los hacen diferentes, y una película decente de Robert Pattinson (una propuesta de penitencia para Cuaresma es revisar su filmografía).
'Mickey 17' es un divertimento de ciencia ficción del director de 'Parásitos' (2019) (que me sigue pareciendo una genial tomadura de pelo) Bong Joon-ho. Mickey es un currela de manual en un mundo distópico, en el que lo duplican una y otra vez para que haga los trabajos más peligrosos (como ser ucraniano con Trump), hasta que una de sus copias se planta ante tanta explotación capitalista (cobrar sin ir a trabajar sólo está al alcance de las «novias» de Ábalos).
Como si fuera una mezcla de los clones de 'Mis dobles, mi mujer y yo' (1996) y las resurrecciones de 'Al filo del mañana' (2014), el resultado es una comedia negra con Mark Ruffalo y Toni Collette completando el reparto, que nos deja una obvia parábola, una metáfora sobre las vidas de Cash Converters que gastamos, una lograda alegoría de nuestra sociedad, una simbólica imagen de lo que nos rodea, pero que no deja ningún poso.
Por si nos llegaban pocas cosas aterradoras de Estados Unidos aterriza 'Presence', un film de miedo sobre la enésima familia de un suburbio residencial que siente fenómenos extraños en su vivienda. Es la visión de un director todoterreno como Steven Soderbergh el que la hace distinta, pues aporta el punto de vista del fantasma, como en 'Los otros' (2001) o 'Casper' (1995). Reconozco que hay que verla con Biodramina pues la cámara no para de moverse para mostrar la subjetividad de un ente que no pretende aterrar a la familia, pero del que tampoco se sabe muy bien lo que quiere. Es un logro que algo tan trillado sea tratado de forma original.
El documental es un género difícil de cuadrar en el cine. Los toros son una faena complicada (en algunos despierta el cariño que un emigrante a Puigdemont). El director Albert Serra se ha vestido de purísima y oro para saltar al albero con 'Tardes de soledad' y ganar la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián. Esas dos orejas hacen que hasta los antitaurinos tengan que levantarse la montera ante el valor artístico del trabajo, lleno de la plasticidad visual de una verónica. No le echo un capote si digo que la película recibe las críticas a portagayola, pero sabe cambiar de tercio para que todo no sea vuelta al ruedo. Espero que nadie deje que sus prejuicios le eviten una de las grandes películas de la temporada.
De vez en cuando hasta la hipócrita y codiciosa industria del cine se mueve por pasiones, no siempre buenas, pero siempre apasionadas. Eso sucede con 'Lee Miller', una película imposible sobre el ardor profesional de la primera fotógrafa de guerra durante los años cuarenta del pasado siglo que se ha podido construir gracias a la determinación de la actriz Kate Winslet, empeñada (literal y metafóricamente) en sacarla adelante. Una película tan personal como irregular.
Los niños que éramos y que ahora si nos ponemos una sudadera de Blue Banana vamos disfrazados, nos acordamos de 'Las fantasías animadas de ayer y hoy'. Eran unos dibujos con mucho más picante (y cianuro, que diría la fiscal) que los de Disney, con los que suplíamos nuestra pulsión 'destroyer'. En 'El día que la tierra explotó' los famosos personajes Porky y Lucas ejercen de Looney Tunes y harán que disfrutemos de sus trastadas.
Nadie es perfecto, ni estos tiempos de tribulación, aunque los libros pueden iluminarnos. Para eso aconsejo para los optimistas, que saben que «al final todo acabará bien, y si no acaba bien es que aún no es el final», leer la magnifica novela de Philip Roth (adaptada a serie) 'La conjura contra América', para ver los EE UU actuales como un reflejo de los evocados en la novela. Para agoreros fatalistas, que piensan que lo mejor es que el tiempo entre «pañales y mortaja» sea el menor posible, que lean la apocalíptica profecía de ese insoportable personaje y gran escritor que es Michell Houellebec, 'Sumisión'.
Que tengáis una semana de cine.
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