La auténtica identidad murciana

En un mundo como el actual, en el que todo es efímero, en el que nada permanece, es sorprendente que en un periódico, cuya duración son apenas unas horas, ha permanecido durante casi 50 años la creación de un personaje como el Tío Pencho, surgido de la mano maestra de Manuel Sánchez Baena, MAN.

Manuel Sánchez Baena ha resumido la actualidad, ha levantado banderas reivindicativas, ha criticado elegantemente, con suavidad, aquello con lo que no estaba de acuerdo. Siempre nos ha hablado en un lenguaje cercano, lúcido, natural, sin artificios. Claro y conciso, humano. El esfuerzo creativo todos los días, sin faltar uno, ha sido inmenso.

Me consta que muchos, antes de leer el periódico, buscaban la tira del Tío Pencho para luego conocer la actualidad que diariamente mostraría LA VERDAD. Todo en un tono amable, con unos personajes que mostraban una sonrisa casi permanente, que han permanecido constantes en un mundo cambiante, un mundo que con su agotadora inconsistencia ha acabado por parecernos extraño, ausente.

Creo que la característica que definía al Tío Pencho era la sencillez. No pretendía articular complicados discursos, complejas reflexiones. En muchas ocasiones introducía la autenticidad de lo cotidiano. Junto al Tío Pencho, todo un conjunto coral de personajes, cada uno con su personalidad, aparecían y desaparecían permanentemente. Ninguno de ellos nos parecía extraño. Podíamos habérnoslos cruzado por las calles de Murcia, reconocer sus giros verbales, su acento, sus palabras. Esa idiosincrasia profundamente murciana.

Sin duda el Tío Pencho y su creador, Manuel Sánchez Baena, MAN, Hijo Adoptivo de nuestra ciudad, han contribuido a recordarnos la existencia de una personalidad propia de los que hemos vivido en esta tierra, la auténtica identidad murciana.