Borrar
Aitor Larrabide en el salón de actos de la Fundación Cajamurcia, con el retrato que le realizó Arturo Pérez en pantalla.

Ver 30 fotos

Aitor Larrabide en el salón de actos de la Fundación Cajamurcia, con el retrato que le realizó Arturo Pérez en pantalla. Vicente Vicéns / AGM

Aitor Larrabide: «Carmen Conde y Antonio Oliver se la jugaron en la posguerra para rescatar la memoria de Miguel Hernández»

Literatura ·

El Aula de Cultura de LA VERDAD y la Fundación Cajamurcia contó este miércoles en Murcia con el director de la Fundación Cultural Miguel Hernández de Orihuela, quien hizo una defensa del poeta y dramaturgo y de los valores que representa su legado y el de otros autores coetáneos

Jueves, 20 de febrero 2025, 11:42

El director de la Fundación Cultural Miguel Hernández de Orihuela, Aitor Larrabide, celebró en el Aula de Cultura de LA VERDAD y la Fundación Cajamurcia que Miguel Hernández, el poeta del pueblo, muerto a los 31 años en la cárcel de Alicante en 1942, sea «una fuente inagotable» de información para lectores e investigadores. «Hay que intentar recuperar la memoria de quienes vivieron en un tiempo oscuro y complicado, aunque es cierto que la España de la postguerra no fue un erial cultural, se hacían cosas y se puede ver en las revistas. Evidentemente, no podemos compararlo con la primavera cultural del tiempo de la República. Pero hay que ver las cosas desde hoy un poco más tranquilas y sosegadas, y menos rupturistas», entiende el filólogo e investigador, que lleva más de 33 años dedicados al poeta y dramaturgo oriolano.

Larrabide animó a los lectores de LA VERDAD a participar en la próxima convocatoria de la Senda del Poeta (último fin de semana de marzo), que recorrerá los lugares importantes en la vida de Miguel Hernández. Recordó que Gabriel Miró, célebre autor alicantino, murió el 27 de mayo de 1930. Dos años después se le realiza un homenaje en Orihuela, 2 de octubre de 1932, «un domingo muy caluroso», en el que se celebra la Romería Lírica a Oleza, «una fecha fundamental porque ese día se le realiza ese homenaje, Miró se convirtió en un maestro en lo literario, era un escritor progresista que quería lo mejor para su pueblo [su madre era de Orihuela], y Miguel Hernández fue adoptado como el maestro de esa generación. Gracias a Ramón Sijé (1913-1935), escritor, ensayista, periodista y abogado, que sirve de enlace con Antonio Oliver Belmás, Carmen Conde, María Cegarra, José Rodríguez Cánovas... con la Universidad Popular de Cartagena, y viene gente de Murcia a Orihuela y se erige un busto a Miró de José Séiquer Zanón, murciano también, que era profesor en el Instituto de Segunda Enseñanza Gabriel Miró. Y ese día que se inaugura el curso se hace un tributo a Miró, y es cuando Ernesto Giménez Caballero da una perorata diciendo que nosotros hemos traído la República, y Oliver discrepa, por decirlo finamente, y es ahí donde Miguel conoce a este grupo de poetas de la Región de Murcia». En ese acto, Miguel Hernández ya entrega varios poemas a Carmen Conde en el hotel Palace, «y se anuda una relación de amistad, una vinculación literaria, y Miguel se siente querido, admirado por estas personas». Sijé será clave en su vida, porque gracias a él consigue que se publique en Murcia su primer libro, 'Perito en lunas' (Ediciones Sudeste, 1933, impreso en los talleres del diario LA VERDAD).

Aitor Larrabide durante la entrevista. Vicente Vicéns / Agm

Carmen Conde se entera de la muerte de Miguel Hernández en la casa de Vicente Aleixandre, en la mítica Velintonia, en la zona de Metropolitano, en Madrid. «Se lo comunican a Aleixandre, y cuenta ella cómo abrazados los dos en ese espacio tan mágico, junto al cedro libanés, el único elemento protegido de la casa, que habría que reivindicar que Velintonia sea alguna vez la casa de la poesía. Carmen Conde siempre estuvo muy cerca de quienes hicieron proyectos y sacaron la voz de Miguel Hernández del olvido y de las cavernas, porque no dejaba de ser un momento difícil para todos ellos, porque habían sido iconos de la libertad y de lo que significaba lo mejor de la República. Y ellos, Carmen Conde y Antonio Oliver, fueron corresponsables, e intentaron ayudar en todo lo que pudieron, con sus testimonios, a otros poetas e investigadores. Carmen no se cansó de dar conferencias, estaba espiritualmente unida a Miguel Hernández y a lo que representaba. Por eso son muy importantes tanto el fondo de Carmen Conde y de Antonio Oliver en Cartagena como el de Vicente Ramos en Alicante, quien por cierto acuñó el concepto de hernandismo de generosidad. En ese tiempo tan menesteroso de la posguerra los admiradores de Miguel Hernández se unieron para sacar adelante sus proyectos y que los restos del poeta no fueran a parar a una fosa común en 1952. Se hizo una carpeta de seis poemas inéditos y nueve más para conseguir las 2.042 pesetas que costaba el nicho en el cementerio de Alicante. Todas estas personas se la jugaron mucho en la posguerra para conseguir todo eso».

Nuevas publicaciones

La Fundación Cultural Miguel Hernández tiene previsto sacar este año varias publicaciones de las ediciones facsímiles de libros de Miguel Hernández, como 'Sino sangriento y otros poemas' (editado en La Habana, por Manuel Altolaguirre, en 1939) y 'Seis poemas inéditos y nueve más' (Alicante, Colección Ifach, 1951), además de 'Miguel Hernández en la revista Papeles de Son Armadans'. Dentro de la serie 'Poetas con Miguel', se dedicará una plaquette a Carlos Rodríguez Spiteri. También se publicarán los libros: 'Las comidas de Miguel Hernández', en colaboración con el Colegio Público Manuel Riquelme, de Hurchillo; 'El tratamiento de la vida y obra de Miguel Hernández en los libros de texto conforme a la normativa educativa en España', de la profesora Josefina Tafalla Brotons; 'Lecturas de Miguel Hernández desde Italia', de María del Pilar Soria Millán; y 'Trayectoria de la Fundación Cultural Miguel Hernández'.

Larrabide dedicó palabras de agradecimiento a Juan José Sánchez Balaguer, primer presidente de la Fundación Cultural Miguel Hernández; Francisco Javier Díez de Revenga, hernandista e hispanista de excepción, además de patrono de la Fundación Miguel Hernández, y para los investigadores Cano Ballesta, María Victoria Martín González y Manuel Muñoz Hidalgo

«Nosotros recordamos al poeta todos los días, no sólo el 30 de octubre [de 1910, nacimiento de Miguel Hernández en Orihuela] y el 28 de marzo [de 1942, muerte del poeta en la prisión de Alicante por tuberculosis]», insistió. «Y desde su poesía religiosa hasta su poesía comprometida políticamente y su injusta y cruel muerte, desasistido completamente por las autoridades franquistas. Pasando por dos juicios carentes de garantías procesales, que deben ser anulados. La dignidad del poeta no se la quitaron, ni se la quitarán jamás, porque fue, como dejó escrito en un memorable verso, «ruiseñor de las desdichas», y yo añadiría, «esperanzas» de todo un pueblo, de su pueblo», suele decir Larrabide.

Entre los presentes en el acto, Larrabide tuvo palabras para Juan José Sánchez Balaguer, primer presidente de la Fundación Cultural Miguel Hernández, quien demostró «que podía ponerse a Orihuela y a Miguel Hernández en el mapa de la Cultura, con lealtad a su pueblo y mucho trabajo», y también para Francisco Javier Díez de Revenga, hernandista e hispanista de excepción, además de patrono de la Fundación Miguel Hernández, y otros admiradores e investigadores de la figura del poeta y dramaturgo como Manuel Muñoz Hidalgo y María Victoria Martín González, así como para Juan Cano Ballesta, representado por sus familiares. Un encuentro, sin duda, que despertó mucho interés. Como dice Larrabide, Miguel Hernández sigue siendo un icono inagotable.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad Aitor Larrabide: «Carmen Conde y Antonio Oliver se la jugaron en la posguerra para rescatar la memoria de Miguel Hernández»