Los personajes infantiles despiden las fiestas e invitan a vivir el Año XXXVI

Son la savia nueva y están llamados a conservar y hacer crecer las fiestas históricas de Carthagineses y Romanos, con el mismo entusiasmo y tesón del que han hecho gala en cada uno de los actos en los que han participado durante los últimos diez días. Por ello los personajes infantiles de Escipión y Emilia Paula, encarnados por Francis Sarabia y Jimena Victoria Ortín, y Aníbal e Himilce, Daniel Muñoz y Aroa Pinedo, despidieron anoche en el campamento esta edición e invitaron al público a disfrutar del Año XXXVI.

«Los niños son el futuro, pero también el presente. Tienen mucho valor y talento que aportar al desarrollo de las fiestas, así como al trabajo que realizan durante todo el año los grupos. Son nuestro activo más importante y debemos cuidar a la enorme cantera de tropas y legiones para que sigan creciendo. Hacen grande a las fiestas y a nuestra cultura», explicó a LA VERDAD el director artístico del apagado del Fuego Sagrado, Marcial Góngora.

Los personajes infantiles estuvieron respaldados por todos los presidentes de tropas y legiones para decir adiós al año festero y agradecer la labor desempeñada por el décimo presidente de la Federación, José Antonio Meca, quien se despide tras ocho años. Las elecciones para renovar la presidencia serán en diciembre.

«Hay una doble emoción: la del final de una etapa y la bienvenida a otra nueva. Es un ciclo renovador, como las propias fiestas», añadió Góngora.

Por su parte, Meca agradeció la confianza depositada en él para dirigir la Federación junto a su equipo e hizo un balance «muy positivo» de esta última edición. No obstante, a partir de este lunes comienza el tiempo de valorar y de perfilar las posibles deficiencias para que las fiestas de interés turístico internacional continúen evolucionando.

Como colofón, un espectacular castillo de fuegos artificiales cerró el Año XXXV de las fiestas históricas mediterráneas, en las que se ha recuperado el Gran Circo Romano y ha habido una alta participación y gran acogida de cartageneros y turistas. Durante el fin de semana los hoteles de la ciudad ofrecían un «lleno absoluto», al igual que bares y restaurantes que han disfrutado de diez días intensos, así como los puestos del campamento y los negocios que hacen caja con los preparativos de estas fiestas.

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