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«Feliz no, lo siguiente». Así se siente Verónica Soler después de proclamarse Reina del Carnaval de Santiago de la Ribera tras ganarse al jurado ... y a las más de mil personas que asistieron a la gala de elección. «Me siento como en una nube; he cumplido un gran sueño», destaca esta sanjaviereña de 33 años que estudió Pedagogía a la que le gusta pasear por la playa, leer y disfrutar de sus amigos en su tiempo libre. Una fiesta que concluye mañana con el desfile final, a partir de las 16 horas, y la presencia de unas 30 comparsas.
Aunque dice que siempre le ha gustado disfrazarse y tiene muy buenos recuerdos de cuando era una cría e iba con sus padres a ver el desfile, no se apuntó a la fiesta hasta hace cinco años, coincidiendo con la creación de Brasilia, una de las comparsas más jóvenes del Carnaval de Santiago de la Ribera. «Yo siempre he sido muy vergonzosa y tenía complejo por mi peso, pero mi amigo Rubén Zapata no me dio opción y me apunté en 2019», cuenta sobre sus inicios, cuando no se le pasaba por la cabeza que podría llegar a ser la representante de la fiesta a orillas del Mar Menor.
El camino hacia el reinado empezó hace un año. «Me quedé helada cuando mi comparsa me eligió para ser la Musa», rememora. Desde entonces, ha dedicado muchas horas de trabajo a la elaboración del traje con el que conquistó al público de la gala de elección de la Reina del Carnaval. «Tenía claro que quería ir de verde esperanza y que la base de la parte frontal sería blanca con destellos plateados y dorados», explica sobre la creación de cuatro metros de alto por cuatro de ancho compuesta por 4.000 plumas de pavo real, 120 de faisán, 20.000 piedras y cristales, y más de 5 kilos de purpurina y escarcha. «Me he gastado más de 3.000 euros, pero ha merecido la pena porque el Carnaval me ha ayudado a quitarme muchos complejos».
«La gente se echó las manos a la cabeza cuando giré el traje y vieron que por detrás llevaba un elefante que parecía que salía de mi espalda». Un animal tallado en corcho y lleno de coloridos mandalas con el que Verónica quiso representar «la fuerza y el poder interno que todos llevamos dentro y hay que sacar para brillar».
Daniela Pérez, de Akelarre, también está muy emocionada con el título de Reina infantil que consiguió por sorteo el pasado domingo. Tanto es así que, desde entonces, la pequeña de 11 años no se ha quitado la banda ni para dormir. «Me encanta bailar y fue increíble cuando dijeron mi nombre», cuenta entusiasmada. «Estoy muy contenta, salir de reina me ha hecho muy feliz».
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