Carlos Alcaraz, del sueño americano al baño de realidad parisino

Alcaraz fue el mejor de un torneo en el que no estuvieron el serbio Novak Djokovic ni el germano Alexander Zverev, y en el que un mermado Rafa Nadal cedió en octavos de final frente al estadounidense Frances Tiafoe. En esa ronda también fue eliminado el ruso Daniil Medveded, a manos del controvertido australiano Nick Kyrgios. Nadie pudo discutir, de cualquier manera, el éxito incontestable de un Alcaraz que en la gran final fue muy superior al noruego Casper Ruud, el mismo que hoy buscará una gesta ante Djokovic en París.

Nunca antes se habían presentado en la final del US Open dos tenistas, en este caso Carlos Alcaraz y Casper Ruud, sin títulos de Grand Slam y aspirando a hacerse con el número 1 del mundo. En el duelo de novatos se impuso el murciano, quien no obstante tenía pendiente confirmarse en un Grand Slam en el que le peleara el título al mismísimo Novak Djokovic, ausente en el US Open de 2022 al no poder entrar en Estados Unidos por no estar vacunado contra el coronavirus.

Esto no sucedió en el Open de Australia, debido a la inoportuna lesión de Carlos Alcaraz solo tres días antes de volar a Melbourne. Pero en este Roland Garros, por fin, se presentó la oportunidad. Visto lo acontecido el pasado viernes en la Philippe Chatrier, se puede hablar de baño de realidad. Y es que eran muchos los que consideraron favorito al murciano en una semifinal que se torció desde el principio. Djokovic, que no había estado muy fino en los cuartos de final frente a Khachanov, se presentó en el partido disfrazado de lobo con piel de cordero. Y el resultado demuestra que el de Belgrado, el único miembro del 'Big Three' que ahora mismo está compitiendo, todavía está por encima del joven jugador de El Palmar. En encuentros a cinco sets, desde luego que sí.

No pasó la reválida un Alcaraz que hoy perderá el número 1 del mundo si Djokovic confirma los pronósticos y se corona en París por tercera vez en su carrera. Esto importa poco al murciano, cuyo propósito es «aprender» de lo sucedido el pasado viernes y «que esto me ayude» de cara a «situaciones parecidas» en un futuro. «Quien diga que enfrentarse a Djokovic en un Grand Slam es lo mismo que enfrentarse a cualquier otro, miente», reconoció Alcaraz tras un partido en el que los nervios le provocaron unos calambres que le privaron de seguir compitiendo de tú a tú a partir del tercer set contra el legendario jugador serbio.

Alcaraz, duramente criticado precisamente por muchos de los que le daban como favorito ante Djokovic, sigue teniendo pendiente triunfar en un 'Major' en el que estén los mejores del mundo. Pero nadie debe olvidar que solo tiene 20 años y que apenas suma cien partidos como profesional. Era la primera vez que se medía a Djokovic en un Grand Slam. Y era imposible que no sintiera nervios.

Al margen de esto, también deberá aprender a nivel de estrategia y de táctica. Toni Nadal, en El País, dejó ayer alguna clave en este sentido. «No es lo mismo jugar contra Tsitsipas que contra un auténtico campeón como Djokovic. Pretender repetir la misma estrategia no fue acertado. Este error en los inicios del encuentro le costó el primer set», opinó el técnico balear sobre la derrota de Alcaraz.