«Si Navratilova me dice que suba a la red, lo hago», afirma el murciano

Contento y con su ya famoso gorro de pescador puesto, Carlos Alcaraz compareció en la rueda de prensa después de ganar con dificultades al francés Alexandre Muller en la segunda ronda de Wimbledon. Consciente, con la humildad que le caracteriza para reconocer sus errores, de que no había hecho un gran partido y necesita mejorar, el español le dio un valor «doble» a su primer triunfo en la pista central del torneo británico.

«Ayer [por el jueves] entrené con Norrie a buen ritmo y no creo que me pueda afectar el haber estado dos días sin jugar. Obviamente, en un Grand Slam jugar dos días seguidos, digamos que cuesta un poquito más recuperar al tener que jugar al mejor de cinco sets dos días seguidos. Digamos que jode un poco. Pero bueno, al final hay que tomárselo de la mejor manera posible. Me ha venido bien que no que se haya jugado un cuarto, quinto set para estar más fresco mañana», contó.

Martina Navratilova aconsejó en la previa del encuentro a Alcaraz que fuera más atrevido y ofensivo en hierba. Y que subiera más veces a la red. «Bueno, intentamos aprender de los mejores. Ella, si no recuerdo mal, ha ganado nueve veces aquí, así que si ella te dice que subas la red, tienes que hacerlo. Creo que no me ha ido mal. También me considero un jugador al que le gusta subir a la red, así que vamos a intentar hacerlo más a menudo. Si Navratilova lo dice, lo hago», soltó el prodigio murciano.

Ayer sopló mucho viento y él estuvo muy errático con su derecha. «Sí, puede ser que también el viento haya afectado. El primer día jugué con techo, y así el viento no influye. Hoy hacía viento, puede ser que las sensaciones que he tenido hayan sido también por el viento, pero bueno, lo que he visto es que él deslizaba mucho la bola, iba más rápida. No sé si es por la pista o por el viento», resumía Alcaraz.

Él sigue siendo muy ambicioso. «Sería increíble jugar una final en Wimbledon, incluso mejor si es contra Novak [Djokovic]», dijo ayer Carlitos, quien confesó al principio del partido sintió «algunos nervios», porque «esta es una pista que impone».

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