Carlos Alcaraz hace magia para escapar del laberinto

El duelo por un puesto en cuartos de final enfrentaba a dos viejos conocidos. No porque se hubieran enfrentado antes en el circuito ATP. De hecho, esta era la primera vez que lo hacían. Sino porque tanto Nardi como Alcaraz mantienen una buena relación desde hace muchos años. Lo recordó el italiano en la previa del partido: «Jugamos un par de veces cuando éramos niños. Teníamos 13 ó 14 años, y él siempre ganaba. La primera vez que nos enfrentamos fue en España. Me ganó fácilmente. Jugaba todos los golpes: dejada, pegaba fuerte, etc… Siempre ha sido el mismo».

Justo antes de saltar a la pista, Alcaraz y Nardi se cruzaron, con un afectuoso saludo y unas palabras en español. El técnico de Nardi le consultó a Alcaraz cuándo fue la última vez que se habían enfrentado. «Con 14 años», resolvió el murciano. Después llegaría el italiano para afinar más la fecha. «Sí, es verdad. Sí, es verdad», aprobó Alcaraz ante un sonriente Nardi.

Lucía relajado el tenista de Pésaro, pero pronto se le borraría la sonrisa de la cara. Sin tiempo que perder comenzó el partido Alcaraz, con una rotura en blanco en el primer juego. Toda una declaración de intenciones para Nardi, frío como la noche cerrada que ya lucía en Doha. Los diez primeros puntos cayeron del lado del murciano, intenso y concentrado de partida.

Sufría Nardi para contener los cañonazos ajustados a la línea de fondo de Alcaraz. Uno tras otro, el primer set avanzaba con un ritmo frenético de pelotazos desde un lado y otro de la red. Hacía lo que podía el italiano por ser competitivo, pero la segunda rotura apareció para abrir más la brecha. Dibujó Alcaraz un passing magnífico con la derecha que cayó justo antes de alcanzar el pasillo de dobles. Incrédulo Nardi ante la precisión del número tres del mundo. Sin problemas Alcaraz para coronar la primera manga con un revés cruzado endiablado como colofón al 6-1. Máxima fiabilidad del tenista de El Palmar en sus golpes. Sólo cedió tres puntos con su saque en un primer parcial a pesar del bajo porcentaje de primeros servicios.

Emergió una versión más sólida de Nardi tras el cambio de set. Aguantó mejor el italiano las embestidas de Alcaraz, hasta que el cántaro dejó hecho trizas el cántaro. Un punto de pura fantasía del murciano le daría la ventaja en la segunda manga. Dejadas, globos, subidas a la red y martillazos desde el fondo. El mismo Alcaraz de siempre. El mismo que arrollaba a sus rivales con 14 años, sólo que ahora en una versión mejorada. Mucho más constante, sin cometer apenas errores. Imposible de contener para Nardi en la noche catarí.

Tiene buena mano el actual número 85 del mundo, pero aún está lejos del catálogo infinito y definitivo de un Alcaraz al que le sobran fórmulas ganadoras en su libreta. Misma generación, diferentes caminos. La actual distancia no Impidió en todo caso que Nardi apretara las tuercas a Alcaraz. Cortocircuitó el murciano después de agarrar un 4-1 en la segunda manga. Ahí, sin nada que perder, soltó la derecha Nardi, capaz de darle la vuelta a la tortilla para anotarse el segundo set sin necesidad de jugar el tie-break.

Como le sucediera con Hurkacz y De Miñaur en Róterdam, a Alcaraz le tocó reaccionar en una tercera manga. Esta vez, de manera completamente inesperada, ante un Nardi que parecía rendido. En el set decisivo, más suspense. A una rotura favorable a Alcaraz le siguió un juego interminable al servicio del murciano, que celebró cada punto como si de un título en un gran torneo se tratara. La tensión invadía cada acción. Inmaculado con el saque en el momento decisivo, Alcaraz cerraría su pase a cuartos de final en un duelo con más sufrimiento del previsto.

No lo tendrá fácil Alcaraz, si quiere estar en las semifinales de Doha. Hoy (no antes de las 15:30h) se medirá con Jiri Lehecka por un puesto en la penúltima ronda. El checo, que llega tras vencer a Marozsan, es uno de los tenistas más en forma en este inicio de 2025. Ha ganado 12 partidos y solamente ha perdido dos, el último por retirada debido a problemas musculares en Róterdam. A sus 23 años, Lehecka atraviesa por uno de sus mejores momentos de forma de su carrera. Un auténtico bombardero al que Alcaraz ha vencido en su único cara a cara previo. Fue en 2023 en Queen's, en un torneo que se acabaría llevando el murciano.

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