Carlos Alcaraz se desvanece en el peor momento

Pese a la carta de presentación de su rival, el inicio de Alcaraz fue bastante prometedor. Hizo lo más difícil: quebrar el potente servicio de Lehecka. Es, sin duda, una de las grandes armas que atesora el número 25 del mundo. Un auténtico bombardero. El tenista de El Palmar había encontrado muy pronto la manera de responder los cañonazos del checo. Esa fue la buena noticia. La mala, que esa ventaja se difuminaría pronto. Alcaraz cedería sus dos siguientes servicios para poner en bandeja el primer set a Lehecka.

Peor el resultado que las sensaciones para un Alcaraz capaz de apretar desde el fondo, que atraía continuamente a su rival a la red y que, al final de la primera manga, acumuló siete golpes ganadores más que Lehecka. Una buena versión de Alcaraz, al que esa breve desconexión durante la mitad de la primera manga le había obligado a reaccionar en la segunda.

Si el primer parcial había dejado puntos espectaculares, no había sido nada comparado con lo que regaló Alcaraz a los presentes en las tribunas de la pista central en busca del empate. Voleas imposibles, globos medidos al milímetro, etc… el tenista de El Palmar abrió todo el catálogo para delicia de los espectadores, que no dejaron de animar a su ídolo ni un solo segundo. Esa sensibilidad en su mano derecha a la hora de golpear, además de poner en pie a los aficionados, le concedió una nueva ventaja.

No desaprovechó en esta ocasión la manga una versión genial y sólida del murciano. Solamente cometió cuatro errores no forzados, aguantando perfectamente el duelo a pelotazos desde la línea de fondo con Lehecka. Otra vez incrementando el nivel de su tenis hasta el límite para sobrevivir y buscar el resquicio por el que intimidar a su rival.

Como en los dos sets previos, una vez más fue Alcaraz quien se puso por delante en el parcial definitivo. Tras una dura batalla, en la que incluso acabó por el suelo en dos ocasiones, el palmareño abrazó el preciado botín. Ya tenía lo que deseaba desde que cedió la primera manga. Estaba a un paso de confirmar la remontada. La mejor versión de Alcaraz en este 2025 crecía y crecía sobre la pista y lo disfrutaban Steven Gerrard, leyenda del Liverpool FC, y Valentino Rossi, siete veces campeón de MotoGP, desde el palco.

Cuando más controlado parecía el partido, aparecieron las dudas en la raqueta de Alcaraz. En un mal juego al servicio, con doble falta incluida, perdería la renta el murciano. Partido igualado. Se desvaneció en el peor momento la buena versión al servicio de Alcaraz, ante la que no tenía respuesta Lehecka. Cedió dos juegos consecutivos con su saque el número tres del mundo y será el checo quien pise las semifinales en Doha.