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Rafa Nadal y Carlos Alcaraz, este sábado. AFP
Nadal reina en el vendaval ante un notable Alcaraz
Tenis

Nadal reina en el vendaval ante un notable Alcaraz

El murciano llevó al límite al balear en un partido de más de tres horas y marcado por las fuertes rachas de viento, pero al final claudicó (6-4, 4-6 y 6-3)

Francisco J. Moya

Sábado, 19 de marzo 2022

En Villena, donde Carlos Alcaraz ha aprendido el oficio de tenista en los últimos años recluido como un monje de clausura en la academia de Juan Carlos Ferrero, siempre hace viento. En verano te asas de calor. Y en invierno te congelas de frío. Pero el aire nunca falta, sea en la estación del año que sea. Por eso, cuando al joven murciano le toca jugar en esas condiciones suele adaptarse a la perfección. «En Villena, por suerte o por desgracia, siempre hace aire y no me importa jugar con viento. Estoy acostumbrado», dijo el tenista de El Palmar cuando un vendaval le sorprendió en el partido de segunda ronda del pasado Abierto de Australia contra el serbio Dusan Lajovic, hace dos meses. Ganó fácil Alcaraz.

Lo de este sábado en Indian Wells, sin embargo, jamás lo había vivido. Una buena parte de su esperadísimo duelo contra Rafa Nadal se vio muy deslucido por el fuerte viento que sopló en Palm Springs, en el corazón del desértico valle de Coachella, en California. El aire fue subiendo y subiendo, hasta convertirse en algo insoportable durante toda la segunda manga, la que parecía que iba a caer del lado de Nadal y acabó llevándose Alcaraz.

Hubo hasta un conato de tormenta de arena y Nadal, un jugador mucho más experimentado y que siempre sale indemne de las situaciones más variopintas, lo pasó muy mal. De hecho, Alcaraz fue capaz de permanecer más concentrado e imponerse en el segundo set. Sin embargo, el triunfo final en las semifinales del primer Masters 1000 del año fue para el balear. Su rival en la final de este domingo, que arranca a las 23.00 horas, será el estadounidense Taylor Fritz, de 24 años y número 20 del mundo. Dio la sorpresa en la primera semifinal, superando al ruso Andrey Rublev (7-5 y 6-4).

Lucha contra los elementos

En el cara a cara entre los dos españoles, las cosas fueron muy diferentes a cuando se enfrentaron por vez primera en Madrid, hace diez meses. Entonces, en el día en que Alcaraz cumplía 18 años, no hubo partido. La superioridad de Nadal fue bestial. Pero esta vez en Indian Wells fue distinto. Aunque el vendaval perjudicó a ambos y no se pudo ver el verdadero potencial de los dos tenistas, entre toallas que volaban, tierra que se metía en los ojos de los jugadores al sacar y papeles que se cruzaban a la hora de golpear la bola, Nadal estuvo más atinado y se equivocó menos en el primer set.

Alcaraz estuvo muchas veces contra las cuerdas y salvó hasta trece pelotas de rotura en esa primera manga, pero las dejadas no le funcionaron y le costó hacer daño a Nadal con sus restos y sus golpes cruzados. El primer set se lo llevó el ganador de 21 'majors' (6-4).

En el segundo hubo de todo. Ambos lucharon contra su rival y contra los elementos. Las rachas de viento dificultan cualquier análisis de un partido que todo el mundo esperaba y nadie podrá olvidar. Por quiénes lo jugaron y por cómo se desarrolló. Resistió Alcaraz todo lo que pudo. Y más. Y por eso acabó llevándose el segundo parcial (4-6). Nadal es muy bueno jugando con viento. Sí. Pero es que Alcaraz también lo es. Y eso le dio ese segundo set.

Bajó el aire y ambos jugadores se serenaron en el comienzo del tercer parcial

Sobre todo Alcaraz, quien recuperó sus buenos saques para ir ganando confianza y volvió a castigar a Nadal con sus potentes derechas. El manacorí empezó a torcer el gesto, al comprobar que su joven oponente estaba cada vez más seguro. Sufría Nadal para mantener su servicio y al murciano solo le faltaba aprovechar las bolas de 'break' que iba consiguiendo en casi todos los juegos de ese set definitivo.

Sufría Nadal, que no encontraba fisuras en el juego de un Alcaraz que ya recordaba al que se ha paseado durante toda la semana en Indian Wells. El prodigio de El Palmar le dio la vuelta a la balanza y los ganadores superaron por fin a los errores no forzados. Lo pasaba verdaderamente Nadal con su saque, pero lo mantenía. Se mantuvo a flote el veterano y se confió el novato.

Así, tras el séptimo juego, Nadal llamaba al fisio porque sentía molestias en la espalda. Sin embargo, cometió dos fallos seguidos el murciano y Nadal olió la sangre. Se quedó con el octavo juego y sacó para ganar el partido. Y se lo llevó por la vía rápida (6-3). Alcaraz, que estaba bien en el tercer set, se desconectó al final en tres o cuatro puntos y ya no pudo frenar a Nadal, quien sigue invicto en 2022 y este domingo jugará su 53ª final de un Masters 1000.

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