Cuatro sustos en seis meses y una recuperación ideal

Después de no poder acabar la temporada de 2022 en pista por una dolencia en el oblicuo abdominal que le apartó del torneo de París-Bercy y le obligó a renunciar a las Finales de la ATP y a la Copa Davis, Alcaraz se llevó un tremendo disgusto al final de la pretemporada. Se hizo una rotura en el músculo semimembranoso de la pierna derecha en un entrenamiento, solo un par de días antes de coger un avión rumbo a Melbourne. Y se perdió, por tanto, el Open de Australia.

Tras ese contratiempo, cambió el calendario que tenía previsto y reapareció el 15 de febrero en el Argentina Open, donde acabó levantando el título. Sin descanso, viajó a Río de Janeiro y se plantó en la final, donde los isquiotibiales dijeron basta después de nueve partidos en doce días. Eso le privó de la victoria en la final ante Cameron Norrie en tierras brasileñas.

Esa lesión en el semimembranoso de la pierna derecha que sufrió entrenando en enero se reprodujo tras la gira de tierra por Argentina y Brasil. No fue casualidad que Alcaraz se volviera a romper por el mismo sitio. Este músculo es, de los que forman parte de la parte posterior del muslo, el menos dado a dañarse, y las lesiones se suelen producir por un estiramiento exagerado al intentar golpear una pelota.

El motivo por el que Alcaraz sufrió su primera lesión en enero, además, pudo tener relación con la que tuvo dos meses antes en el oblicuo abdominal, pues está documentada la relación entre una musculatura abdominal débil o recién lesionada y la sobrecarga o rotura de los isquiotibiales.

El trabajo de su fisio, Juanjo Moreno, y del doctor Juanjo López con Alcaraz ha sido muy bueno desde entonces, siempre centrado en evitar que estas dolencias se repitan en el tiempo. Parece que eso está controlado, aunque el mes pasado el jugador de El Palmar tuvo que volver a parar y renunció a ir a Montecarlo. Tras ganar en Barcelona y Madrid, viajó a Roma a medio gas y cayó en la segunda ronda, en busca de un descanso que le ha venido de maravilla para viajar a París en plenitud de condiciones.