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El tenista murciano Carlos Alcaraz, este jueves, en Villena.

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El tenista murciano Carlos Alcaraz, este jueves, en Villena. Martínez Bueso

«Soy Carlos Alcaraz y quiero hacer mi camino, sin mirar a nadie»

«En la Región hay mucho joven con talento y no es casualidad que esté saliendo gente tan buena en tantos deportes», dice el jugador de El Palmar

Sábado, 17 de abril 2021, 22:07

Habla rápido. Algo nervioso, como el chico de 17 años que es. No obstante, su discurso, medido y estudiado, no es muy distinto al de un veterano. Debajo de su mascarilla se esconde una sonrisa imposible de ocultar. «Soy feliz. Estoy viviendo un sueño. Esto es lo que yo he elegido. Esta es la vida que yo quería vivir», repite en varias ocasiones. Carlos Alcaraz (El Palmar, 17 años) es «uno más» en la academia de Juan Carlos Ferrero, Equelite, en Villena (Alicante). Eso dice él. Pero realmente no lo es. Todos lo miran al pasar. Unas 20 personas siguen su entrenamiento bajo la lluvia del jueves con el alicantino Diego Barreto, un zurdo de 18 años que intenta abrirse paso en torneos ITF.

Juan Carlos Ferrero da por finalizada antes de tiempo la sesión matinal. La pista, de tierra batida, está ya muy encharcada y se pone peligrosa. No va a parar de llover en toda la mañana. «Qué mala suerte. Habéis elegido el día para venir», lamenta Ferrero, dirigiéndose a los periodistas. Alcaraz se ducha y atiende a LA VERDAD en una mesa apartada de la cafetería del club de tenis, una academia en la que 60 jugadores de entre 12 y 20 años residen durante todo el año. Allí estudian y entrenan, persiguiendo el mismo sueño que el murciano ya tiene entre sus manos.

Carlos y Virginia, los padres de 'Carlitos', han venido de visita. Esperan a que termine el entrenamiento tomando una infusión en el bar. Cuando llega el hijo, ya duchado, abraza con fuerza a la madre y bromea con el padre. El chico ya tiene la maleta «medio hecha» para viajar al día siguiente hacia Barcelona, donde esta semana va a participar en el prestigioso torneo Conde de Godó.

El joven tenista del que todo el mundo habla en el circuito ha estado «recogiendo un poco» su habitación para la sesión de fotos. Su madre comparte con él una sonrisa de complicidad. Hay 9 grados fuera y la jornada en Villena es invernal. La primavera no llega aún a la casa de Alcaraz, la gran esperanza de futuro del tenis español. Hace frío. Un empleado enciende una estufa.

-¿Cómo es un día suyo aquí en la academia?

-Estoy aquí para trabajar y cumplir mi sueño. Aquí vives para el tenis y solo piensas en tenis. Entreno todos los días mañana y tarde. El único rato que tengo libre es el de la siesta y luego a partir de las siete de la tarde, que aprovecho para estar con los compañeros o descansar un rato en mi habitación, antes de cenar. En tiempos de pandemia, ha sido todo más complicado y hemos tenido que andar con mucho cuidado, respetando distancias y sin acercarse a nadie. Estuvimos aquí encerrados y se hizo un poco largo. Pero afortunadamente aquí en la academia, poco a poco, se ha ido abriendo todo. Y ahora tenemos una cierta normalidad.

Juan Carlos Ferrero le da instrucciones a Carlos Alcaraz, este jueves, en Villena. Martínez Bueso

-En esta época de pandemia, ha hecho muchas migas con Pablo Carreño. ¿Cómo es su relación?

-El confinamiento estricto él lo pasó en Barcelona, pero cuando se abrió un poco la mano y los deportistas de alto nivel pudieron moverse, Pablo [Carreño] se vino para Villena. Mario Vilella [tenista alicantino que se ha mudado a Marbella recientemente] y yo empezamos un puzzle gigante para matar el tiempo y él se unió al llegar. Y a raíz de ahí, estamos mucho tiempo juntos. Tenemos una relación como de hermano mayor y pequeño.

-¿Cuándo se dio cuenta de que podía valer para el tenis?

-Con 14 años. Ahí vi que esto podía ser mi trabajo. Un trabajo, entre comillas. Me lo tomo como una pasión. Me divierte mucho lo que hago.

-¿En qué tiene que mejorar a corto plazo?

-En la mentalidad. La semana pasada en Marbella crecí mucho, como jugador y como persona. Me quedé en semifinales, pero fue un aprendizaje estupendo para mí. Me di cuenta de las cosas en las que tengo que mejorar para llegar a finales y ganar torneos. La mentalidad es clave en el tenis y es fundamental no decaer en ningún momento y no dar por perdido ningún punto. En eso me tengo que enfocar.

Carlos Alcaraz tratándose con Sergio Hernández, su físico en la academia Equelite, al terminar el entrenamiento. Martínez Bueso

-En sus partidos en Marbella de la semana pasada se notaba que el ambiente era especial alrededor de usted. Cuando sale a la pista, se respira un clima diferente. ¿Lo nota?

-Lo noté. Sí. Hubo mucho público y mucha expectación. Llevamos muchos meses jugando a puerta cerrada y con poquísimo público, debido a las restricciones por la pandemia. Y, por eso, el ambiente que hubo en Marbella se agradece. El partido con Feliciano [López, 22 años mayor que él] me hizo mucha ilusión y noté que había más interés. Pero al final en la pista te concentras y solo quieres ganar a tu rival y pasar ronda en un torneo de ese nivel.

Las frases

  • Juan Carlos Ferrero «Es estricto y muy exigente. Si me tiene que pegar la bronca, me la pega. Y estoy encantado de ello»

  • Cita especial en Marbella «En el partido con Feliciano noté que había más interés y el ambiente era de mucha expectación»

  • Juego agresivo «Sé que hay veces en las que tengo que trabajar más el punto y esperar para sacar el látigo»

  • se machaca en el gimnasio Trabajo mucho el físico. Hay que estar fuerte para aguantar durante cuatro horas y cinco sets en pista»

  • Reivindica su tierra «Siempre llevo Murcia por delante, con todo el orgullo. Si hacen chistes de nosotros es porque nos tienen envidia»

-Su actitud antes del Open de Australia, cuando puso buena cara al mal tiempo y subía vídeos entrenándose durante la cuarentena en su habitación de hotel en Melbourne, animó a mucha gente, más allá de que el tenis le guste o no. Fue una actitud ejemplar la suya. ¿Cómo fue aquello?

-Estar 14 días encerrado en una habitación fue muy duro. No podíamos salir y había que entrenar como fuera. Iba a debutar en un Grand Slam y se hacía raro, pero siempre suelo sacar lo positivo de las cosas. Y aquello me hizo tener más aguante mental y diría incluso que ese encierro en el hotel me benefició. Me hizo más fuerte mentalmente y más maduro, en todos los aspectos.

-El regalo de aquellas semanas en Melbourne fue entrenarse con Rafa Nadal.

-Juanqui [Ferrero] tiene relación de amistad con él. Y se pudo hacer. Lo disfruté al máximo. Fue una experiencia única.

-¿Juan Carlos Ferrero buscó a Carlos Alcaraz? ¿O fue al revés? ¿Cómo empezó su relación?

-Yo subía de vez en cuando a Villena a entrenar con gente de su academia, ya que en Murcia no tenía demasiados jugadores con los que hacer entrenamientos. Y yo creo que él me veía como un buen chico, agradable en el trato y con potencial para crecer. Él quería coger a un chico joven, ir creciendo con él y ayudarle a cumplir su sueño. Y así empezamos. Yo ahora mismo pongo la mano en el fuego por él y tengo una confianza ciega en Juanqui. Me está ayudando mucho.

Mirando el móvil en la cabaña en la que vive solo, y que está dentro del propio centro de tenis en Villena. Martínez Bueso

-¿Es muy duro como entrenador?

-Es estricto y exigente. Si me tiene que pegar la bronca, me la pega. Y yo estoy encantado de que sea así. Cada uno tiene sus maneras y a mí las suyas me gustan.

-Este lunes [mañana] debuta en el Conde de Godó. Luego, en el Mutua Madrid Open. Y después irá a Roland Garros. ¿Cuál es su objetivo en esta gira de tierra?

-Seguir creciendo y aprender de los mejores. Poner en práctica en partidos de alto nivel lo que trabajo cada día con Juanqui. Los resultados ahora mismo son secundarios. No es tan importante si gano o no en esta gira de tierra. Es el momento de mejorar y de entender cómo hay que competir a estos niveles.

Carlos Alcaraz, junto a sus padres, Carlos y Virginia, este jueves. Martínez Bueso

«Todo lo que hago con mis amigos es muy 'light'; no salgo de fiesta»

-Sus amigos de Murcia tienen una vida completamente distinta a la suya. Van al instituto, salen de fiesta los fines de semana, se toman una copa si quieren y no tienen la obligación de cuidarse. ¿Cómo lleva todo ese sacrificio que supone convertirse en tenista profesional?

-Muchas personas piensan que soy un afortunado porque puedo viajar por todo el mundo y descubrir países gracias al tenis, pero no conocen la parte de trabajar todos los días y de aceptar todos los sacrificios que conlleva este deporte. En cualquier caso, yo lo pongo en la balanza y me compensa todo. Me encanta estar aquí y me encanta la vida que llevo. Es verdad que a veces te da un poquito de envidia saber que tus amigos andan por ahí haciendo siempre lo que les apetece y yo no puedo hacerlo. Voy poco a Murcia [un día a la semana cuando no tiene torneo] y el poco tiempo que paso allí lo aprovecho para estar con ellos. No salgo de fiesta ni nada de eso. Es todo muy 'light'. Vamos a un parque y nos echamos unas risas juntos.

-¿Ha cambiado mucho su relación con ellos, ahora que es famoso y sale en la tele?

-Para nada. Con mis amigos soy más yo. Me río, suelto mis tonterías y pasamos el rato. Soy el de siempre, el que ellos conocieron cuando tenía 10 años. Y eso no va a cambiar. Lo único es que ahora me preguntan cosas del circuito y de jugadores importantes con los que me me cruzo.

-¿Cómo van los estudios?

-Voy haciendo cositas, aunque lógicamente no puedo ser un estudiante normal. El día tiene solo 24 horas y no me da. Me estoy sacando Segundo de Bachillerato como puedo. También me estoy sacando el carné de conducir [en dos semanas cumple 18 años].

-Su teléfono estará sonando más en los últimos meses. ¿Es así?

-Muchísimo más.

-¿Y cómo lo gestiona?

-Intento contestar siempre a los importantes: familia, equipo y amigos de siempre. Y a raíz de ahí, voy valorando lo demás.

-¿Usa redes sociales?

-Utilizo el teléfono más de la cuenta. Personalmente solo utilizo Instagram y miro los mensajes y comentarios que me hacen. Prefiero quedarme con las cosas buenas y hacer poco caso a las cosas malas que me ponen. No debería usar tanto el teléfono. Lo sé. También tengo cuenta de Twitter y Facebook, pero esas dos no las gestiono yo personalmente.

-Su juego ha suscitado toda una suerte de apelativos, como el de 'estrella emergente', 'sublime', 'campeón del futuro', y muchos otros, que podrían hacerle perder el norte. Pero su actitud en la pista, así como su comportamiento en general, antes y después de los partidos, es absolutamente correcta. ¿Le sale natural o esto viene de los consejos que recibe de su equipo?

-Yo creo que siempre he sido así. Soy una persona normal. Intento ser cercano y al final solo soy un chico corriente que quiere cumplir su sueño. Me parece que eso es lo que seré siempre. No soy de hacer cosas extrañas.

-No es un jugador español al uso. Compite igual de bien en tierra que en pista dura. ¿Le ha venido solo o lo ha trabajado mucho en su etapa de formación?

-Me adapto a todo. Mis mejores resultados han llegado en tierra, pero igual juego mejor en pista rápida. Y lo poco que he jugado en hierba me gustó mucho. Siempre intento ser lo más competitivo posible, sin mirar la superficie en la que estamos jugando.

-Yo no quería preguntarle por la comparación con Rafa Nadal, ya que es un tema recurrente y sale en todas sus entrevistas. Pero al final ya he sacado su nombre. ¿Qué le parece?

-Yo tengo que enfocarme en mí. No quiero compararme con nadie. Es mi trabajo, mi equipo y mi entorno. Cada persona es diferente y tiene sus particularidades. Hay jugadores que necesitan estar cerca de su familia y otros a los que no les importa viajar todo el año y estar lejos de los suyos. En el tenis hay diferentes vertientes y todas son respetables. Yo soy Carlos Alcaraz y quiero hacer mi camino, sin mirar lo que hacen los demás. Nadal es único y no volverá a salir nadie como él. Pero yo me tengo que comparar con nadie.

-¿Qué quiere hacer este año? ¿Qué meta se marca para 2021?

-Mi objetivo es acabar este año entre los 50 mejores del mundo. No estaría nada mal [se ríe].

-En estos últimos encuentros le hemos visto ser muy agresivo, buscar ganar pronto el punto y eso le ha penalizado, sobre todo en las semifinales de Marbella contra Jaume Munar. ¿Cree que eso tiene que corregirlo?

-Me pasa factura ser tan agresivo. Hay veces que tengo que trabajar más el punto y esperar para sacar el látigo. Al final, ganas muchos puntos. Pero también pierdes muchos cuando arriesgas casi siempre. Hay veces en los que tienes que agarrarte más a la pista y no jugártela antes de tiempo. Lo sé. Y en eso también trabajamos aquí cada día.

-¿Hay un jugador que le atraiga especialmente del circuito?

-Más que táctica o tenísticamente, me fijo mucho en el físico de los jugadores. Félix Auger-Aliassime tiene un físico bestial. Y también me fijo mucho en el físico de [Grigor] Dimitrov.

-Su cuerpo ha cambiado mucho en los últimos meses. ¿Se machaca mucho en el gimnasio?

-Sí. Hay que hacerlo. El físico es muy importante en el tenis actual. Tener fuerza en las piernas, apoyar bien y llegar bien a la bola es básico. Además, hay que estar fuerte para aguantar cuatro horas en pista y competir bien en partidos a cinco set. Ahora trabajo mucho el físico.

-¿Es más responsable hoy que hace un año?

-Es obvio. Cada vez esto se vuelve más serio y todo es más profesional. Es más importante la labor fuera de pista, la alimentación, los suplementos... Ahora hago físico con más intención. Hay que ganar ese plus que en pista siempre se nota.

-¿Qué torneo le hace especial ilusión disputar este año?

-Mi ilusión es jugar los cuatro Grand Slam y disfrutar de los torneos de Barcelona y Madrid. Jugar en España, con la afición animando, es una pasada.

-Está acostumbrado a ganar siempre y ahora le toca perder. Y se enfada mucho cuando no gana. ¿Cómo lo lleva?

-Estoy cambiando el chip y aceptando la nueva situación. Siendo positivo mejoras siempre. Aprendí muchísimo de las derrotas en Acapulco y en Miami y de eso saqué partido para llegar a semifinales en el torneo de Marbella.

-Su hermano pequeño, Jaime, solo tiene 9 años pero ya va para estrella también. Bromea su padre con que los Alcaraz pueden llegar a ser una saga tenística, como los Sánchez-Vicario. Eso sí, en versión murciana.

-Cuando yo tenía su edad, 9 años, no le pagaba igual de bien que él. Pero también te digo que aún le queda. Todavía le puedo ganar [se vuelve a reír]. Mi padre también jugó [fue subcampeón de España infantil y tercero en categoría cadete] y mi hermano mayor, Álvaro, le daba bien. Ahora está a tope con el pádel. Mi abuelo ya jugaba. Esto es tradición familiar.

-Pedro Acosta, Gonzalo Villar, Robert Sánchez, Ana Carrasco, Fermín Aldeguer, Rafa Mir, Mariano García, Mohamed Katir... En la Región de Murcia están saliendo muchos jóvenes talentos en los últimos años. Y esto nunca sucedió. ¿Qué explicación hay?

-No es casualidad. Hay mucha gente buena trabajando en el deporte, haciendo cosas muy bien en diferentes disciplinas. Y los resultados empiezan a llegar. Si hacen chistes de nosotros es porque nos tienen envidia. Aquí hay mucho joven con talento. Yo soy murciano y siempre llevo Murcia por delante, con todo el orgullo del mundo.

El americano Tiafoe, su primer rival en el Conde de Godó

Carlos Alcaraz fue ayer el gran protagonista del sorteo del cuadro principal de la 68ª edición del torneo Conde de Godó de Barcelona. El murciano actuó como mano inocente en el acto celebrado en el Real Club de Tenis de Barcelona junto al director del torneo, David Ferrer, y el supervisor de la ATP Carlos Sanches. Así, se desplazó a Barcelona y vio en primera persona como quedaba emparejado con el estadounidense Frances Tiafoe, número 65 del ranking y un rival en principio superior al pupilo de Juan Carlos Ferrero, pero que se siente más cómodo en pistas más rápidas. Se enfrentarán mañana, en horario aún por determinar. Si Alcaraz vence a Tiafoe, se verá las caras en segunda ronda con el argentino Diego Schwartzman, 9 del mundo.

En Barcelona competirán esta semana Rafa Nadal, que debutará en el torneo ante el ganador del partido entre el francés Adrian Mannarino y un jugador de la fase previa, Rublev, Bautista, Tsitsipas, Nishikori y Carreño, entre otros. Carlos Alcaraz ha entrado directamente en el cuadro final gracias a una invitación de la dirección del torneo. En 2019 jugó la previa, pero fue eliminado en primera ronda por el portugués Pedro Sousa.

El de El Palmar vivirá esta nueva experiencia acompañado de su técnico, Juan Carlos Ferrero, y de su mánager, Albert Molina, quien llevó la carrera del alicantino David Ferrer. También está muy cerca de ellos Antonio Martínez Cascales, actual presidente de la Federación Valenciana y quien fuera entrenador de Ferrero y fundador de la Academia Equelite hace 25 años.

Aquello empezó siendo una casa de campo con una pista de tenis a las afueras de Villena y hoy es un centro con veinte pistas (diez de tierra, ocho rápidas, una de césped artificial y una indoor) en el que viven internos 60 tenistas de entre 12 y 20 años y que cuenta con un colegio con estatus de centro oficial inglés y un hotel rural. Allí dentro tienen su casa Ferrero y Martínez Cascales. Uno de sus alumnos más aventajados es el cartagenero Rafa Segado, de 15 años.

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