Carlos Alcaraz, príncipe de Montecarlo

Vuelve a sonreír el murciano, más aún tras remontar la final ante Lorenzo Musetti (6-3, 1-6, 0-6) para lograr su sexto título de Masters 1000 en siete finales, únicamente inclinado por Djokovic en Cincinnati. No lo tuvo nada fácil Alcaraz, al que dar la vuelta a una situación adversa nuevamente sobre la Rainier III. Tiene un aura especial el palmareño en estas instancias. Ha disputado 11 finales de grandes títulos (cuatro de Grand Slam y siete de Masters 1000) y solamente ha caído en una de ellas.

La única noticia positiva del primer set tuvo lugar en el arranque. Rotura de Alcaraz sobre el servicio de Musetti para tomar ventaja en la final. Ahí se acabaron las buenas sensaciones del palmareño en la primera manga. Tomó el mando Musetti pronto para aprovechar los constantes errores de Alcaraz. Una máquina de fallar el murciano durante el primer set. Le costaba encontrar pista, ajustarse a los movimientos del viento y a la derecha tensa de su rival. Con comodidad, Musetti cerró el primer set, algo que solamente había hecho una vez en todo el torneo, siempre a remolque el de Carrara.

Jugaba como local Musetti en Montecarlo, arropado por cientos de italianos en las gradas. La cercanía del Principado con Italia se hizo sentir durante la final. No le faltaron apoyos a Alcaraz, aunque en inferioridad, incluso una bandera de España con el escudo del Real Murcia lucía desde lo más alto de la Rainier III. Poco a poco se dejaron sentir más los seguidores de Alcaraz a medida que la balanza se iba desequilibrando hacia el lado de su paisano.

La versión de Alcaraz giró radicalmente en el segundo set, guiado por las instrucciones de Samuel López desde su box. Le pidió el técnico de Villena que jugara más cerca de la línea de fondo y que buscara el centro de la pista con su revés. Dicho y hecho. Fluyó mejor el tenis del número tres del mundo, sometiendo a Musetti, que sólo podía devolver pelotas sin ninguna posibilidad de desbordar a Alcaraz.

Hay que detenerse a hablar de la figura de Samuel López, entrenador de Alcaraz en Mónaco. Le arropó en Rotterdam después de caer en Australia y se llevó su primer título bajo techo. También le acompañó durante su primer título Masters 1000 en Miami 2022 y en su estreno en hierba en Queen's 2023. Desde la tranquilidad y el buen rollo, ha sido fundamental para apaciguar el terremoto mental de Alcaraz durante la estancia en Montecarlo. No se queda ahí el preparador alicantino, habituado a añadir claves al tenis de Alcaraz en los partidos. Su aportación en la segunda manga fue determinante para que cayera del lado del murciano.

El crecimiento del tenista de El Palmar coincidió con el hundimiento de Musetti, moral y sobre todo físico. Acabó fundido el italiano, que se ha pegado una auténtica paliza esta semana en Mónaco jugando partidos a tres sets uno detrás de otro. Acabó entregando la cuchara, incapaz de desplazarse, para que fuera Alcaraz quien levante el título en el Principado. Se convierte el murciano en el tenista más joven en ganar en Montecarlo solamente por detrás de Rafael Nadal.

Sigue añadiendo nuevos registros de precocidad a su corta carrera Alcaraz. Con el título de Montecarlo suma seis Masters 1000 en total antes de cumplir 22 años. Solamente Nadal fue capaz de ganar más (11) con 21 años. Tiene la posibilidad el murciano de añadir uno más a su palmarés antes de soplar las velas, ya que la final de Madrid será un día antes de que cambie de dígitos.

Este triunfo, además, permite que Alcaraz se aúpe a la segunda posición del ranking ATP, sólo por detrás de un Jannik Sinner que reaparecerá en un mes en Roma. Le arrebata esa posición Carlos a Zverev y con ello asegura prácticamente la opción de evitar a Sinner hasta una hipotética final en Roland Garros. Donde no tiene a ningún tenista por delante el de El Palmar es en el Race, el ranking que mide a los mejores tenistas del año. Ya suma 2.410 puntos en este 2025 Alcaraz, por encima de Sinner, que es segundo, con 2.000.

La siguiente parada de Alcaraz le lleva a competir en Barcelona. Será este martes cuando inicie el Conde de Godó ante Ethan Quinn, adonde regresa después de perdérselo el curso pasado por unas molestias en el antebrazo. Sin prácticamente tiempo de transición, el tenista murciano ya conoce la dureza de un cuadro que le puede llevar a enfrentar a Tiafoe, De Miñaur, Tsitsipas y Rune, si quiere levantar por tercera vez el trofeo en el Real Club Tenis Barcelona. Eso será otra historia. Antes habrá celebración con los suyos en Montecarlo.