Carlos Alcaraz debutará ante Struff en Wimbledon y se cruzaría con Novak Djokovic en cuartos de final

Un camino plagado de trampas e incógnitas para Carlos Alcaraz en Wimbledon. El bombazo del sorteo, celebrado este viernes, fue el posible cruce con Novak Djokovic en cuartos de final. Pero antes deberá sortear otros escollos sobre la hierba londinense. El pupilo de Ferrero debutará el lunes ante Jan-Lennard Struff, su verdugo el año pasado en Roland Garros y un jugador peligroso en hierba, pero este año ha sufrido problemas físicos y solo suma dos victorias.

En segunda ronda, Alcaraz podría medirse con el veterano Fognini, siempre un interrogante, y en la tercera con Otte. En la siguiente estación aparecerían el potente sacador John Isner, Andy Murray, consumado especialista en la superficie, o Sinner, otra de las grandes promesas del circuito. Sin embargo, al igual que el murciano, los dos llegan al Grand Slam pendientes de su estado de forma.

Superar esos obstáculos y citarse en cuartos con Novak Djokovic, actual campeón, ya supondría un éxito para Carlos Alcaraz. El rival en semis sería, probablemente, Ruud o Hurkacz. Rafa Nadal y Matteo Berrettini, dos de los grandes candidatos al título, van por la otra mitad del cuadro y solo se enfrentarían a Alcaraz o Djokovic en la final.

Son cruces duros para Alcaraz, pero esta vez no parte con la obligación de llegar tan lejos. Si a Roland Garros llegaba como uno de los principales favoritos, su participación de Wimbledon está rodeada de más incertidumbre. Tras su derrota en París se concedió un descanso y no disputó ningún partido hasta este jueves, cuando cayó en Hurlingham ante Tiafoe. Es su único rodaje en hierba junto los entrenamientos de esta semana en Londres. Solo le queda un encuentro ante Ruud el sábado.

De hecho, unas molestias en el codo le impidieron disputar Queens hace dos semanas. Estos días ha reaparecido con una protección en la articulación, pero el jueves aseguró que era «por precaución» y que sus sensaciones fueron buenas. En cualquier caso, no cabe duda de que Alcaraz llega más descargado de presión que en la gira de tierra batida.

Además, en Wimbledon solo defiende una segunda ronda del año pasado, cuando cedió ante Medvedev. El de El Palmar quiere agarrarse a esa falta de expectativas para jugar liberado y agresivo sobre la hierba londinense. Es la clave para que pueda dar un susto a los principales favoritos.

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