Carlos Alcaraz no se deja sorprender en Doha

Carlos Alcaraz sigue sonriendo. Después de diez días mágicos compitiendo bajo techo, el número tres del mundo regresó a la pista dura al aire libre con una victoria muy trabajada ante un Marin Cilic al que no le pesó la larga inactividad y ahora espera rival del duelo entre Zizhen Zhang y Luca Nardi. Cambio de temperatura y de superficie para Alcaraz, crecido tras conquistar su primer título indoor en Róterdam. Tuvo que hacer frente al viento del desierto catarí y a los bombazos de un Cilic crecido desde el intercambio de fondo de pista.

Primer partido de la temporada para el veterano Cilic, que no competía desde el pasado mes de noviembre. Pronto se vería con una rotura en contra el exnúmero tres del mundo, incapaz de sorprender a un atrevido Alcaraz desde el resto. No tardó en equilibrar el set, eso sí. Tenso y duro desde el fondo de pista Cilic, a la mínima pelota corta aprovechaba para meterse en pista y ser profundo con la derecha. La ventaja definitiva del murciano aparecería justo después de un passing descomunal.

Un primer set de picar piedra para Alcaraz. En ningún momento bajó los brazos Cilic, atrevido una y otra vez con la derecha el que fuera campeón en el US Open en 2014. Tuvo que mostrar su mejor versión en el arte de la defensa un Alcaraz que se desenvuelve bien en condiciones ventosas como la que enfrentó en la pista central de Doha. Después de dilapidar de manera temprana su ventaja en la apertura del set, Alcaraz aprovecharía los segundos servicios de Cilic para adelantar su posición y presionar con los restos.

Se lo pasó en grande Alcaraz en la jornada previa a su debut. Disfrutó de una cena de gala acompañado de Djokovic y Dimitrov, dos buenos amigos dentro del circuito, con los minutos antes tuvo la oportunidad de pelotear montado a lomos de un camello. Disfruta el murciano, con su sonrisa infinita, en su primera experiencia en el ATP500 de Doha, cuyas pistas que no le son extrañas. En ellas disputó en 2021 la fase previa del Abierto de Australia debido a la pandemia.

Le funcionó a Alcaraz la fórmula de atacar agresivamente en el resto, concediéndole opciones de rotura prácticamente en cada turno de saque del tenista croata. Hasta 10 tuvo en sus manos el murciano. Pero Cilic fue efectivo a la hora de taponar esas grietas a tiempo. O al menos así lo creía, porque en el tramo final del segundo set llegaría la rotura.

En el momento perfecto, ventaja para Alcaraz al que solo le quedaba finiquitar el partido. Lo hizo sin problemas para celebrar desde el centro de la pista, ante la atenta mirada de su amigo Jimmy Butler, alero de los Golden State Warriors, y de Nasser Al-Khelaifi, dueño del PSG y mecenas del tenis en Qatar.

• Temas
• Carlos Alcaraz