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Está Carlos Alcaraz (El Palmar, 18 años) recién llegado a Madrid, tras coronarse el sábado en el Masters sub-21 de Milán y hacer una rápida escala en Sevilla, donde el domingo disfrutó como un niño chico desde el palco del estadio de La Cartuja del triunfo de la selección española de fútbol frente a Suecia (1-0) que clasificó a los de Luis Enrique para el Mundial de Catar. Luis Rubiales, presidente de la RFEF, le regaló una camiseta con su nombre en el descanso. Atiende a LA VERDAD antes de comenzar a preparar su participación en la Copa Davis, junto a Feliciano López, Pablo Carreño, Roberto Bautista y Marcel Granollers. Rusia y Ecuador esperan al equipo capitaneado por Sergi Bruguera a partir del 25 de noviembre. Sin Rafa Nadal, el reto de repetir el título de 2019 es mayúsculo.
-¿Cómo vivió el partido de España en La Cartuja?
-Fue una maravilla. Lo pasé muy bien. Siempre estoy entrenando o jugando y no puedo ver fútbol en directo. De hecho, nunca había estado en un estadio de fútbol. Y fue increíble, por el ambiente de 55.000 personas animando a la selección y por cómo terminó el partido, con el gol de Morata y la clasificación para el Mundial de 2022.
-Usted es madridista, ¿no?
-Sí. Muy madridista. Pero la selección es especial. Es el equipo que nos une a todos los españoles y nos emociona por igual. Cuando juega España todos aparcamos los colores y vamos juntos a por el mismo objetivo.
-Charlamos en abril en su academia, la JC Ferrero Equelite de Villena, y me confesó que su objetivo era acabar la temporada entre los 50 primeros. Ya está el 32º. Esto ha ido mejor incluso de lo esperado.
-Me he sorprendido a mí mismo. Ganar 32 partidos en mi primer año en la ATP es una gran motivación de cara a 2022. Estoy en el puesto 32º y el objetivo era entrar en el 'Top 50'. No me esperaba llegar tan alto y el balance que saco es súper positivo. Hemos superado la meta marcada.
32º de la ATP «Me he sorprendido a mí mismo ganando 32 partidos este año. Estoy logrando muy pronto los objetivos»
El título de Milán «He jugado calmado y con mucha confianza. Aprendí de la derrota ante Gaston en París»
-La semana pasada en Milán jugó a lo campeón. Solo perdió un set y se le vio en todo momento controlando la situación. ¿Ha aprendido a serenarse tras el calvario vivido en la derrota con Hugo Gaston en París Bercy?
-La verdad es que he jugado muy calmado y con mucha confianza durante toda la semana en Milán. El partido ante Gaston lo perdí porque no supe controlarme y me superó la situación. Nunca había jugado con el público en contra y no fui capaz de salir de ese mal momento. Lo pasé mal, pero ya en frío entendí que eso era parte del aprendizaje. Y creo que me sirvió. En Milán he disfrutado en todo momento.
-¿Qué sintió en París al ver que por vez primera había 14.000 espectadores en su contra?
-Fue una sensación nueva. Todo está siendo nuevo este año para mí. Acabo de llegar al circuito y es normal que lo vea todo con los ojos del novato que soy.
-También se bloqueó el pasado mes de mayo en Madrid, cuando se enfrentó a Rafa Nadal. Los nervios le jugaron una mala pasada y además se lesionó.
-Aprendí mucho de ese partido con Nadal. Fue un sueño jugar contra él justo el día de mi 18 cumpleaños. Me arrasó, pero salí de la pista sonriendo. Intento sacar siempre lo positivo de todas las experiencias que vivi, sabiendo que de las derrotas siempre se sacan lecturas interesantes.
-¿Qué explicación tiene para esto? ¿Por qué está yendo todo más rápido de lo previsto?
-Estoy consiguiendo los objetivos muy pronto. Los consejos de Juan Carlos [Ferrero] son clave. Él me inculca siempre la importancia del trabajo diario. Y el apoyo de Albert [Molina] es muy bueno. Él fue mánager de David Ferrer y de Nico Almagro. También lleva a Pablo Carreño. Conoce la élite y sabe lo que necesito. Mi familia me aporta ese punto de equilibrio y de naturalidad que necesito en estos momentos.
-El año no ha terminado aún. Le espera la traca final en Madrid: su debut en la Copa Davis.
-Es un sueño poder debutar en la Davis, pero lo cierto es que aún no sé si voy a jugar. Todavía no he hablado con el capitán [Sergi Bruguera] y si me da la oportunidad va a ser maravilloso. Estuve con mi familia en la plaza de toros de Valencia en aquella eliminatoria [contra Alemania en abril de 2018] en la que David Ferrer ganó el quinto punto a Kohlschreiber. Y fue apoteósico. Si logro debutar yo en Madrid, va a ser aún más apoteósico. Al menos, para mí [se ríe].
-¿Cuál ha sido su mejor partido del año?
-Las victorias ante Tsitsipas en Nueva York y contra Berrettini en Viena fueron increíbles, pero un partido del que no se habla mucho y en el que disfruté un montón fue la semifinal contra Albert Ramos en Umag. También fue especial enfrentarme a Zverev por primera vez en Acapulco.
-¿Qué objetivo se marca para 2022?
-Mi reto es terminar el año entre los 15 primeros del circuito, aunque soy un chico ambicioso y pelearé por estar en las Finales de la ATP de Turín [lo juegan los ocho primeros de la ATP]. Estoy mejorando en todas las facetas de mi juego y eso es lo más importante para un chico de 18 años como yo.
-Le gusta pescar con su padre y pasar tiempo con sus amigos de El Palmar. Pero ambas cosas se están complicando. ¿Es así?
-Tengo poco tiempo libre, apenas un día o dos después de cada torneo. Intento desconectar en casa con mi familia y mis amigos, pero es verdad que no dispongo de tiempo para hobbies.
-¿Cómo lleva el tsunami mediático a su alrededor, la catarata de elogios y todas las comparaciones con Rafa Nadal?
-Creo que lo llevo bien. Leo que se publica en los medios y agradezco el apoyo de todo el mundo, pero tampoco presto mucho atención a lo de alrededor. Me concentro en lo mío y en mi equipo me arropan y me ayudan.
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